Política, la guerra de declaraciones, consideran ONG
Exagerados, los datos sobre la infición en Zihuatanejo
Llevamos años luchando por el rescate de la bahía, dicen
ROSA ROJAS
Integrantes de SOS Bahía y Eco Ixtapa, organizaciones ecologistas que durante más de tres años han estado luchando por el rescate de la bahía de Zihuatanejo, Guerrero, demandaron que más allá de la guerra de "declaraciones tendenciosas con fines políticos" de funcionarios de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) sobre el grado de contaminación que existe en sus playas, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Secretaría de Marina deben dar a conocer los datos reales del monitoreo que efectúan, y se tienen que tomar medidas concretas para enfrentarla.
Enrique Rodríguez Krebs, de SOS Bahía, y Obdulia Balderas, de Eco Ixtapa, coincidieron en que se requiere, entre otras medidas, demoler el espigón de 60 metros de Puerto Mío, construido en la playa del Almacén, con la autorización del Instituto Nacional de Ecología (INE), con el cual "se ha privatizado la bahía", ya que impide el flujo y reflujo de las aguas; renovar las plantas de tratamiento, que tienen tecnología de hace 20 años; evitar que el agua tratada se vierta en la bahía; reordenar el crecimiento urbano y acabar con la corrupción de líderes priístas que han fraccionado el anfiteatro, de donde bajan drenajes clandestinos y basura.
Respecto al espigón, Balderas comentó que se hicieron las denuncias correspondientes ante la Profepa por el daño que se estaba ocasionando y las consecuencias que traería de deterioro ambiental. "El INE nos contestó en un escrito que se suspendía la construcción y se le ordenaba a la empresa derribar lo ya construido, pero al mes de esto, después de una visita de Julia Carabias -entonces titular de la Semarnap- nos mandó un comunicado de que había sido revocado el acuerdo anterior y la empresa tenía permiso de aumentarle unos metros más al espigón, hasta alcanzar una longitud de 150 metros bahía adentro en un muelle piloteado; no obstante, la construcción se detuvo por nuestras protestas y vigilancia. Yo creía que iban a esperar el cambio de gobierno para ordenar que se quitara el espigón, que tiene 60 o 70 metros, pero no, quieren hacer ahí una marina y que el oleaje del mar no atropelle las embarcaciones; eso es una privatización de nuestra bahía", afirmó.
Rodríguez Krebs cuestionó qué va a pasar con los megaproyectos para marinas, fraccionamientos, edificios de tiempo compartido y hoteles en desarrollo en el cerro del Vigía y en la playa de la Majahua si no se sabe de dónde van a sacar el agua potable, pues actualmente no hay ni para los 95 mil habitantes del municipio José Azueta (Zihuatanejo), ni se sabe cómo van a disponer de las aguas negras que producirían.
Rodríguez Krebs, Balderas y Antonio Castillo, éste último del Comité Nacional de Defensa de los Chimalapas, quien ha estado acompañando a ONG de Zihuatanejo en sus trámites, recordaron que por años las autoridades de la Semarnat y la Profepa han ignorado las denuncias de diversos sectores -comerciantes, pescadores, hoteleros, prestadores de servicios turísticos y ecologistas- sobre la destrucción de manglares, playas y arroyos por parte de las anteriores autoridades municipales -de extracción priísta.
Las autoridades ambientales hicieron a un lado las propuestas de las organizaciones sociales para combatir las causas de la contaminación y se dedicaron a meter dinero, "en forma poco clara", a cinco plantas que ya son obsoletas. Es necesario, coincidieron los entrevistados, que se cambie la ubicación de las plantas y el agua que produzcan se use para riego, pero de ninguna manera se permita que se vierta en la cuenca de la bahía, subrayó Rodríguez Krebs.
Los entrevistados enfatizaron que son tendenciosas las declaraciones hechas en días recientes por funcionarios ambientales, sobre una supuesta contaminación grave en la bahía: "está contaminada, pero no tanto como dicen". Balderas comentó que creen que "tienen un fin político; tal vez quieren que el turismo huya para adquirir luego las playas a precio muy bajo y decir, por ejemplo, que ellos atraen grandes inversiones y que vengan los capitales extranjeros a apoderarse de nuestra bahía". Castillo estimó que hay un "golpeteo político" contra el nuevo alcalde perredista.
Coincidieron también en que se requiere un reordenamiento territorial, porque desde los 80 el PRI "tomó como bandera" la creación de asentamientos irregulares en el anfiteatro. Este reordenamiento implica la construcción de ciudades satélites al norte y al sur del puerto, en las cuencas de Coacoyula y Barrio Viejo, para quitar presión al Anfiteatro arriba de la cota 70, invadido por mucha gente que debe ser reubicada debido a que no se les puede proveer de servicios de drenaje, no hay recolección de basura, hay fecalismo al aire libre y deforestación.
"Nadie nos escuchó". Incluso, se había llegado al acuerdo de que se firmaría un convenio entre el titular de la Semarnat, Víctor Lichtinguer, y las ONG de Zihuatanejo para el programa de desarrollo sustentable de la bahía, pero lo torpedeó el delegado de la dependencia, Octavio Klimek. "Ahora SOS Bahía no está dispuesta a firmar un convenio, pero sí queremos que se lleve a cabo el programa, porque eso es algo que consideramos es su obligación hacer", apuntó Rodríguez.
El próximo 28 de febrero se realizará un seminario en Zihuatanejo, organizado por la Semarnat, en el cual se buscará afinar las acciones propuestas para el desarrollo sustentable de la bahía, informaron.