Condición para arreglar el problema con EU: Luebbert
"Urgente", acuerdo nacional sobre la cuenca del río Bravo
Deben definirse los papeles de los gobiernos federal y municipales, así como de los usuarios, dice el legislador
ANDREA BECERRIL
Antes que pensar en la privatización del agua en la frontera norte, como propone el Comité Binacional México-Estados Unidos, es necesario un acuerdo nacional que permita abordar el problema de la reordenación de la cuenca del río Bravo, que ha provocado ya confrontaciones entre ambas naciones, advirtió el senador del PRI Oscar Luebbert.
Conocedor del tema, el legislador tamaulipeco dijo que Estados Unidos ha venido formulando desde hace tiempo el planteamiento de crear un mercado binacional del agua, incluso, el año pasado se planteó la posibilidad de que México comprara el líquido de una presa ubicada en Nuevo México, para dárselas a cuenta del adeudo del recurso hidráulico.
Sin embargo, agregó, se trata de una recomendación que va más allá de lo establecido en el Tratado de Límites de Agua, y que ni siquiera puede discutirse mientras en México no haya un criterio de cómo abordar y resolver la problemática acuífera en la franja fronteriza con Estados Unidos.
Uno de los temas más complicados en la relación bilateral
El senador priísta precisó que coincide con el diagnóstico que se da en el informe del Comité Binacional, en el sentido de que el reordenamiento hídrico es uno de los temas más complicados en la relación con el vecino país del norte, que si no se analiza y resuelve en forma adecuada puede crear serios conflictos entre las naciones y en ambos lados de la frontera.
En ese informe del Comité Binacional México-Estados Unidos, en el que participan legisladores, políticos, investigadores y otros personajes mexicanos y estadunidenses, se advierte que la reciente sequía, los déficits en la entrega de líquido a ese país y las subsiguientes controversias por el agua en la región fronteriza subrayan la importancia de desarrollar una estrategia conjunta de reordenación de la cuenca del río Bravo, ya que la escasez continuará afectando a todos.
El diagnóstico es preocupante: el crecimiento demográfico y la urbanización han provocado un aumento notable del consumo de agua, hay problemas de salinidad y un agotamiento de las reservas acuíferas, panorama que se complica más por fenómenos globales ambientales, como es el calentamiento de la atmósfera.
Al respecto, el senador Luebbert dijo que por ello mismo es urgente un acuerdo nacional en México para abordar el problema del agua en la frontera, que precise cuáles deben ser los papeles del gobierno federal y de los estatales y municipales, así como de los usuarios. "Si no hemos alcanzado ese programa interno elemental no podemos llegar más allá, como algunas recomendaciones que se nos hacen en ese informe, entre ellas el establecimiento de un mercado binacional".
Hizo notar que esta situación de crisis entre México y Estados Unidos no puede estar enfocada sólo a los volúmenes de agua del Bravo y el tiempo en que se le van a entregar. Hay un problema de fondo que debe enfocarse con una visión de mediano y largo plazos. "Si no se da ese acuerdo a la brevedad, difícilmente se podrá cumplir con los compromisos marcados en el tratado"
-ƑPrivatizar no es un recurso extremo?
-El agua que se les debe y que no se les ha podido entregar por la sequía que se padece en la cuenca, tarde o temprano se les tiene que dar, porque es lo que les corresponde en los términos que marca el tratado. Sin embargo, el año pasado plantearon la posibilidad de que el gobierno mexicano comprara agua de la Trompa de Elefante, que es una presa que está en Nuevo México. Había posibilidades de obtener de ahí líquido y querían que se comprara para entregársela a Estados Unidos a cuenta del adeudo. Me imagino que ellos se están planteando una situación de esta naturaleza ahora, pero nosotros creemos que hay un problema de fondo que no hemos querido abordar, que es el estado actual de la cuenca del río Bravo, cómo reglamentarlo, cómo manejar la situación de crisis y escasez como la que hoy estamos viviendo y un trato de justicia y equidad para todos.
Del lado mexicano, agregó, se empieza a generar también una especie de mecanismo de mercado, para utilizar de forma concertada el agua, acreditándola en los términos del tratado internacional en la materia, pero sin despojar a quienes ya tenían derechos sobre el líquido, como fue el caso de los usuarios del distrito 025, a quienes hubo que compensar.