"Antes de Artecinema nadie se interesó en Cuentos de hadas para dormir cocodrilos": Ortiz
Con sólo 10 copias se estrenará la gran ganadora de los Arieles
Se promueven las cintas hechas con los cánones comerciales "Contar un cuento cinematográficamente es el mayor mérito de la película", señala el realizador
JORGE CABALLERO
Parece broma pero el próximo viernes se estrena la gran ganadora de la pasada entrega de Arieles, Cuento de hadas para dormir cocodrilos, dirigida por Ignacio Ortiz, con sólo 10 copias. Sí, está leyendo bien, caro lector, no faltó un cero, únicamente son 10 copias para la ganadora de las siete estatuillas de los premios más importantes en México. Esto demuestra el desdén de las distribuidoras trasnacionales por el cine mexicano y es una presión por el cobro del peso en taquilla para reactivar la disminuida industria cinematográfica nacional. Otro caso de este profundo desprecio de las distribuidoras por el séptimo arte del país lo protagonizará la multipremiada cinta Japón, de Carlos Reygadas, en marzo próximo cuando empiece su corrida comercial con 20 copias.
El cinerrealizador Ignacio Ortiz toma con filosofía la corrida comercial de su cinta a casi dos años de que la concluyó, y comenta: "Antes de Artecinema nadie se interesó en distribuirla. Los señores que se dedican a ello y los dueños de las pantallas son quienes hacen el negocio para distribuir películas y me parece bien que quieran ganar dinero. Su primer criterio para trabajar con una película es que les reditúe; luego llega una cinta como la mía, dicen que no va a redituar y muestran poco interés, esa es la parte del negocio del cine que es indisoluble del arte cinematográfico".
Ortiz extiende su respuesta: "La primera parte de la película es la idea, la realización, la edición... ahí termina la primera parte de la producción, que es la cuestión artística; luego viene la segunda parte, que es negocio, y es en la que se comienzan a ver las características de la cinta, cómo respondería el público, etcétera. Creo que cualquier película tiene su público, cualquiera será vista por la gente, ya no digamos en un país, sino una ciudad como la nuestra con tantos millones de habitantes; es ilógico que no tenga un público. El asunto es buscarle los caminos para que se encuentre con su auditorio natural, porque el fenómeno cinematográfico termina exactamente hasta que el público vive la experiencia cinemática al ver el filme; si una película no se pone en contacto con el público no se concluye.
"Este es el punto importante: una película que trae su promoción desde el momento mismo en que se está planeado rodar, con actores conocidos y con un argumento infalible, según los cánones del comercio, es mucho más fácil que entre automáticamente en contacto con el público. A una cinta que no tiene esos cánones comerciales, que no trae una promoción desde el rodaje mismo... le va a costar más trabajo ponerse en contacto con el público. Ahora, si a Cuento de hadas para dormir cocodrilos se le hace promoción, el público se entera y la va a ver, pero qué pasa: que hay 10 películas haciendo cola con las características de la infalibilidad de los cánones comerciales y las distribuidoras toman esas".
El cinerrealizador comenta que las siete categorías premiadas con el Ariel no son lo más importante de su cinta. "El mayor mérito de la película es que se logró el objetivo de contar un cuento cinematográficamente. La distribución de mi cinta no es cuestión de la Academia, que cumple su función en cada país. Lo que pasa es que por la venta de la noticia es más importante la postulación a un Oscar o los Goya o el Ariel; los señores de los medios le dan más atención a lo que vende más, lo que me parece bien porque es un proceso de mercado, pero debería tomarse en cuenta a la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de México y decir: ésta es la película que han premiado, algo debe de tener para que la hayan galardonado, por lo tanto hay que darle difusión. šEsa sería la lógica! En ese momento se enteraría el espectador, que es la otra parte del fenómeno cinematográfico.
"El Ariel se está quedando únicamente entre cineastas y cinéfilos. No creo que la Academia mexicana tenga menos seriedad que la española o la estadunidense, pero sus resultados deben ser tomados en serio por lo medios, por los espectadores, exhibidores y distribuidores."
-ƑCómo ves tu película con una publicidad como la que promueve películas desde el inicio de su filmación?
-El público está ahí, sólo hay que hacerle ruido para que asista; es lo que ocurrió con el pro hombre del cine mexicano, Jorge Serrano Limón, a quien se le debería hacer una estatua en los Estudios Churubusco, pues le hizo gran promoción a El crimen del padre Amaro. No digo que caigamos en el escándalo, simplemente que se mencione qué ganó cada quien para que el público se interese.
Otros premios
Cuento de hadas para dormir cocodrilos, además de los siete Arieles como mejor película, dirección y actor, entre otros, ganó el premio de la crítica en Guadalajara, ha viajado a diferentes festivales, como el de Cine Karlovy Vary, en la República Checa, en el que obtuvo el galardón Don Quijote por mejor dirección y fue postulada al Globo de Cristal.
La cinta narra el viaje de un hombre hacia sus orígenes en busca de su salvación y la de su pequeño hijo, que padece de autismo. La trama se entreteje con diversos acontecimientos históricos, como la guerra de Reforma, la Revolución mexicana, la migración a Estados Unidos y la época actual, sucesos que modifican los destinos de un hombre y sus descendientes. Está protagonizada por Arturo Ríos, Luisa Huertas, Ana Graham, Mayra Sérbulo, Dagoberto Gama y Miguel Santana.
Por último, Ortiz comparte: "La película fue hecha con poco presupuesto. A Imcine, coproductor, le dije que ya tenía el resto del dinero cuando no tenía nada; fue un acto de inconsciencia, pero me permitió filmarla. Con la distancia veo que a Cuento... sus defectos no la demeritan: empieza a caminar por sí sola, logra entretener al espectador y no ha envejecido".