El gobierno quiere recursos para pagar la deuda interna
Investigadores: no a la venta de las industrias eléctrica y petrolera
ANTONIO CASTELLANOS
La venta de la industria eléctrica y petrolera que pretende el gobierno federal no servirá para impulsar el crecimiento económico. Los recursos que de ahí se deriven serán aplicados al pago del explosivo crecimiento de la deuda interna, que al cierre de diciembre de 2002, llegó a 821 mil 286.6 millones de pesos.
Todos los sectores productivos, académicos y sociales del país deben oponerse a una decisión en tal sentido, dijeron en conferencia los economistas Arturo Huerta y Benjamín García Páez. Manifestaron que el proceso de privatización de la banca, Teléfonos de México y de la minería llevado a cabo por el ex presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari, nunca generó un mayor crecimiento porque también se destinó al pago de débito interno.
Los investigadores participaron en la 24 Feria Internacional del Libro en el Palacio de Minería y ante investigadores, académicos y analistas de la situación económica del país, expusieron que la política que quiere seguir el gobierno del presidente Fox es de integración a Estados Unidos y no de un desarrollo que beneficie a la población de menores ingresos.
Huerta criticó severamente el apoyo que se ha dado a los banqueros y dijo que desde la crisis de 1995 se han dedicado a obtener ingresos sin precedentes y sin arriesgar nada, con el financiamiento al gobierno federal. Simplemente no han generado ningún apoyo al sector privado. Desde ese año no hay un claro financiamiento a los particulares.
Coincidieron los dos investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México en que la política gubernamental se ha centrado en la defensa de la estabilidad del tipo de cambio y en un control de la inflación, a costa de la desprotección del campo y el sector industrial.
Definitivamente, agregaron, no hay una política que incluya un verdadero motor para el desarrollo económico interno. Sólo ha beneficiado al capital financiero. Los banqueros, que controlan más de 90 por ciento de la intermediarias, se han beneficiado de esta política que se ha dictado desde Washington.
Uno de los principales problemas que afronta el gobierno federal es la falta de capitales. Los recursos del extranjero han dejado de fluir con el dinamismo que lo hacían hace unos dos o tres años.
De ahí la prisa del gobierno del presidente Fox para concretar la venta de los sectores petrolero y eléctrico. Es la única forma que han encontrado para obtener recursos suficientes para encarar la gigantesca deuda interna que está presionando las finanzas públicas, precisaron.
La política gubernamental, concluyeron, no ha podido resolver los problemas del desempleo que tiene una tendencia creciente desde hace por lo menos unos 10 años, y ahora pretenden obtener recursos con la venta de las empresas del sector eléctrico y petrolero.