ASTILLERO

Julio Hernández López

šAnimo! ƑAnimo?

Decisión, lo que falta a Vicente Fox para reanudar vida pública
Conferencia médica en Los Pinos para acallar rumores

LA SALUD DEL presidente Fox está dando de qué hablar. Tanto, que ayer fue necesario organizar una conferencia oficial de prensa con el médico que tres semanas atrás operó de la columna vertebral al mandatario, para que desde los mismísimos Pinos disipara dudas y versiones como la que el pasado martes difundió Estéreo Latino, una estación radiofónica de Dallas, Texas (retomada por noticiarios electrónicos de Monterrey y por Carlos Loret de Mola en el Distrito Federal), respecto a un supuesto infarto del jefe del Estado mexicano.

EN TEORIA, EL guanajuatense convalechente ya podría llevar una vida pública más activa (y dejar de ser un videopresidente) pues está "en excelentes condiciones", según el dictamen del doctor Héctor Peón Vidales, que ayer se esmeró en explicar a los reporteros de la fuente presidencial lo que hizo quirúrgicamente a Vicente Fox y lo que éste ha realizado para su recuperación luego de la intervención, hasta llegar al momento actual en que podría participar en actos públicos breves, viajar con cuidados y moderación y, como ya sucede desde ayer, nadar.

PERO, POR MAS explicaciones que el médico Peón Vidales daba, la curiosidad de los periodistas volvía al punto polémico: Ƒpuede o no el Presidente de México reanudar ya sus actividades públicas? Ante esas recurrentes preguntas, el galeno ensayó diversas respuestas que a fin de cuentas caían en lo mismo: "biológicamente, y hasta ahorita clínicamente, le puedo decir que él puede resolver cualquier problema, si él así lo decide; desde donde esté ahorita, en su cama, caminando, en su despacho (...) Entonces, cuándo vuelve a la función pública no es mi papel pronunciarlo, pero él estaría en condiciones de hacerlo físicamente ya, cuando él así lo decida". ƑPodría viajar en avión?, indagaban los comunicadores: "Sí, en avión. Un vuelo corto no hay ningún problema". ƑSeguirá usando corsé? "Sí, por tres meses", pero no le estorbará, pues "el señor Presidente se sienta como nosotros, puede agarrar cosas del suelo, se puede levantar, se acuesta en su cama solito, se levanta solito". ƑO sea que podría asistir a un acto que dure una hora en el salón López Mateos? "Si él lo decide, sí". Pero, Ƒclínicamente? "Sí, también". ƑY hacer una gira, digamos, de todo el día? "Bueno, vuelvo a contestar lo mismo. Si es muy pesada, si los caminos son malos, y tiene que volar mucho, quizá no sea prudente. No lo sé. No me toca a mí contestar eso, pero físicamente podría salir a todos lados. Ya de hecho sale aquí a todos los jardines. Que si él decide salir a otro lado, pues no sé. Pero que puede físicamente, sí se puede". Entonces, médicamente, Ƒno hay ningún obstáculo para que se apareciera en un acto público de corta duración? "Ninguno. Así, concretamente, ninguno".

SIN EMBARGO, y a pesar del entusiasta diagnóstico del ortopedista que ha practicado más de mil 500 operaciones de columna vertebral, el Presidente de México pareciera no tener muchas ganas de reinstalarse personalmente en el escenario público. Contra la apariencia optimista que mantuvo el mismo día de la operación, cuando dirigió un mensaje al pueblo desde su cama del Hospital Central Militar, luego pareció caer en una especie de abandono que lo llevó a presidir reuniones formales de gabinete sobre temas tan delicados como la guerra en camino no sólo con vestimenta deportiva sino, además, con descuido en la combinación de las prendas, con desaliño notable. La pérdida de peso (corporal) que el doctor Peón Vidales atribuye a que el Presidente está haciendo ejercicio ("no porque esté malo", precisó el facultativo) lo hizo luego aparecer con un semblante alicaído en algunos de los videos que ha grabado para enviar mensajes políticos.

SIN EMBARGO, DIVERSAS VERSIONES (varias de ellas surgidas desde Los Pinos) hablan de abatimientos anímicos, más que físicos, en el Presidente de México. O, más específicamente, de estados de ánimo fluctuantes, volubles, contradictorios, que van del optimismo desbordado al pesimismo paralizante. Según esas voces interiores, la presunta solución a esos vaivenes sería el uso frecuente de fármacos, en especial Prozac. Al espectro de esas filtraciones sin confirmación parecería sumarse la esencia de lo dicho por el médico Peón Vidales ayer: el Presidente está en inmejorables condiciones para volver a hacer vida pública "en cuanto él así lo decida". Es decir, el punto de definición estaría en la voluntad, más que en la biomecánica; en el estado de ánimo, más que en la evolución física posoperatoria.

AYER MISMO, SIN embargo, a la moda de los videos se sumó otra forma de representación presidencial. Vicente Fox estuvo bastante activo en la colonia Industrial Vallejo de la ciudad de México, mientras la señora Marta prodigaba emocionados discursos a los ángeles de la caridad del Corporativo Estrella Blanca que han donado sus camiones chatarra para que, convertidos en aulas, sean instalados en parajes de miseria donde los escolapios no tienen salones para recibir clases. A la hora de dar las gracias por tan ma-ra-vi-llo-so altruismo, la señora Marta nombró a la familia Sánchez (Alcántara), al secretario Reyes Tamez, y a "Vicente, Vicente Fox que está aquí con nosotros, digno representante de su papá". Si ya el nieto fue utilizado políticamente desde que estaba en el seno de su madre, supuestamente haciendo la V foxista, a nadie debe extrañar que ahora el hijo, Vicentillo, sea habilitado para apariciones públicas mientras su padre sigue en Los Pinos (por cierto, la señora Marta dijo ayer, ante esos empresarios del autotransporte que años atrás formaban parte de los expedientes oscuros de las complicidades con el PRI-gobierno e incluso de las indagaciones respecto al asesinato de Luis Donaldo Colosio, que "habremos de ir por más, porque Vamos México no es un proyecto sexenal; es un proyecto de vida. Es mi proyecto de vida").

Y POR HOY ES TODO, mientras en el PRI sigue la pelea a muerte por las candidaturas a diputados de representación proporcional.

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