Los cuerpos fueron hallados en Anáhuac con el tiro de gracia en la cabeza

Encuentran ocho ejecutados en NL; presumen ajustes del narcotráfico

Las víctimas vestían chamarras con siglas de la Policía Judicial Federal; atrae el caso la PGR

DAVID CARRIZALES CORRESPONSAL

Monterrey, NL, 2 de abril. En lo que aparenta ser un ajuste de cuentas o reacomodo entre bandas de narcotraficantes, a raíz de la captura del cabecilla del cártel del Golfo, Osiel Cárdenas Guillén, ocho personas fueron ejecutadas con el tiro de gracia en la cabeza; sus cadáveres se localizaron en dos camionetas en el municipio de Anáhuac, Nuevo León, unos 240 kilómetros al norte de Monterrey, en la frontera con Estados Unidos.

La procuradora de Justicia de la entidad, Alida Bonifaz Sánchez, dijo que se comunicó de inmediato con el titular de la Procuraduría General de la República, Rafael Macedo de la Concha, quien le informó que la investigación será atraída por la dependencia, porque se trata de un asunto de índole federal.

Con estas muertes suman 11 las personas ultimadas en lo que va del año en Nuevo León al estilo del narco, explicó Bonifaz Sánchez, quien comentó que al parecer seis de las víctimas aparecidas hoy fueron levantadas el martes por un comando de pistoleros de un domicilio del centro de Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Gerardo Montes, subprocurador de Justicia de la entidad, explicó que la mañana de este miércoles fueron encontrados los cadáveres de cuatro sujetos en la caja de una camioneta negra que había sido robada el 17 de enero pasado en Laredo, Texas.

Todos presentan impactos de metralleta AK-47, y se presume que fueron asesinados en otro lugar y luego abandonados en el kilómetro 41 de la citada vía, en territorio de Nuevo León, en los límites con Coahuila y Tamaulipas.

La unidad se encontraba a orillas de la carretera federal número dos, La Ribereña, cerca de Colombia, Nuevo León, con placas de circulación J88-GCS. Cuando llegaron efectivos de la policía y del Ejército, el vehículo aún se encontraba encendido. Los militares y los agentes de Coahuila y Nuevo León acordonaron el área y no permiten acercarse al lugar de los hechos para evitar que se borren las evidencias.

El subsecretario y el director de Seguridad Pública de Nuevo León, Mauricio Ramos Pons y José Martín Doria Mata, respectivamente, arribaron al lugar para encabezar las investigaciones.

Poco antes se recibió otro reporte de que en la carretera La Ribereña, que va de Nuevo Laredo a Piedras Negras, kilómetro 42.5, fueron localizados otros cuatro cadáveres de personas también ejecutadas con el tiro de gracia, en una camioneta de las mismas características que la anterior, pero en color azul, y también con placas del estado de Texas.

Los ejecutados vestían ropa negra y portaban chaquetas con las siglas de la Policía Judicial Federal, se desconocen sus identidades y si realmente pertenecían a alguna corporación policiaca.

Testimonio de la balacera

Alvaro Leal Cordero, director de Seguridad Pública de Anáhuac, informó que alrededor de las 4:30 de la madrugada, varias personas reportaron una balacera en la antigua garita Jarita, la cual se ubica a aproximadamente 3 kilómetros de los límites con Tamaulipas.

A los pocos minutos fue encontrada en una loma una camioneta verde, entre las vías del ferrocarril y la carretera que va a Nuevo Laredo, donde yacían los cuerpos apilados en la caja del vehículo.

Bonifaz Sánchez dijo que con la captura de Osiel Cárdenas en Tamaulipas, este tipo de hechos "ya se presagiaban", porque está dándose una lucha por las plazas de la frontera entre las bandas de narcotraficantes. "Nosotros, como estado vecino, estaremos vigilantes para que estos sucesos no se presenten en Nuevo León", concluyó.

Por su parte, el gobernador del estado, Fernando Elizondo Barragán, dijo que "el hecho de que se hayan capturado capos, de que se hayan desestabilizado los cárteles, es lo que genera esta violencia entre ellos".