GUERRA CONTRA IRAK
Geoff Hoon, Robert Fisk y el reporte de la verdad
Geoff Hoon, secretario de Defensa, es un político
sutil y confía en que una insinuación hará el trabajo
sucio. No dijo abiertamente que desconfía de los reportes publicados
en The Independent que informan sobre las víctimas civiles
en Irak. No dijo que Robert Fisk, nuestro reportero premiado, es un inocentón
al servicio del régimen de Saddam Hussein. Simplemente sugirió
esto, sin decirlo, el pasado jueves en la Cámara de los Comunes.
"Un trozo del misil crucero fue entregado al periodista",
señaló para explicar cómo fuimos capaces de publicar
el número de serie del misil responsable de la segunda explosión
en un mercado de Bagdad, ocurrida el viernes pasado, que mató a
62 civiles.
Fisk
cuenta con una orgullosa historia profesional durante la cual ha reportado
lo que ve. Ha viajado a lugares peligrosos y ha sido inquebrantable en
su descripción de los hechos. Prefiere hablar con las personas atrapadas
en los conflictos en lugar de consignar lo que dicen generales, políticos
y portavoces.
Cualquier lector cuidadoso verá en sus reportajes
que él no tiene ninguna simpatía por el régimen de
Saddam. Más aún, Fisk fue uno de los primeros periodistas
en reportar el uso de armas químicas en la guerra Irán-Irak.
Cualquiera que haya leído sus despachos de la guerra en Kosovo recordará
que cuando los cuarteles de la OTAN negaron que sus aviones hubieran lanzado
proyectiles que impacataron en vehículos de un convoy de transporte
de civiles, él fue al lugar donde cayeron los misiles y encontró
los números de serie en los recubrimientos de las municiones estadunidenses.
Posteriormente, la OTAN admitió su responsabilidad.
El manejo que ha hecho Hoon de las noticias que surgen
de esta guerra se ha caracterizado por la exageración, las medias
verdades y el retractarse. Fue Hoon quien afirmó para la radio de
la BBC que los habitantes de Basora "seguramente" se habían levantado.
Cuando se le preguntó cómo lo sabía, respondió
con bravatas. Parece que su aseveración no era del todo cierta.
Fue Hoon quien señaló que los trajes para
manejo de químicos que fueron hallados por las tropas angloestadunidenses
en su avance hacia Bagdad demostraba "categóricamente" que Saddam
se está preparando para usar armas químicas. En esto lo contradijo
el almirante Michael Boyce, jefe del estado mayor de la Defensa, quien
pidió no llegar a conclusiones precipitadas. Anoche, el comando
de las fuerzas armadas se vio obligado a admitir que una estimación
de prisioneros de guerra proporcionada horas antes por Hoon era muy inexacta.
Las insinuaciones de ayer contra este periódico
y nuestro corresponsal fueron un miserable intento de dejar de lado realidades
no bienvenidas. Esta no es la forma en que se va a convencer a un público
británico cada vez más lleno de dudas de que el gobierno
realmente quiere disminuir el número de víctimas civiles,
y que no desea sólo reportarlas.
Editorial de The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca