Comunidades denuncian incremento de patrullajes
Reportan mayor presencia militar en zonas zapatistas
El gobierno, responsable de lo que hagan los soldados, dicen
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO
San Cristobal de Las Casas, Chis., 4 de abril. En días recientes se ha registrado un fuerte incremento de patrullajes aéreos y terrestres del Ejército federal en la denominada 'zona de conflicto', con nuevos campamentos y puestos de revisión a orillas de carreteras y caminos vecinales de los municipios autónomos zapatistas. Tras esto, se alejan todavía más las promesas y compromisos iniciales del gobierno de Vicente Fox con las comunidades rebeldes. Bajo el pretexto de una "Operación Centinela" para "vigilar" nuestras fronteras, la militarización (que nunca se fue) vuelve a ponerse en el centro.
Aunque sólo el municipio autónomo San Manuel ha hecho denuncia pública de los hechos, los nuevos retenes, vuelos y movimientos castrenses afectan a comunidades de Francisco Gómez, Ricardo Flores Magón, San Pedro de Michoacán, Tierra y Libertad, Emiliano Zapata, Libertad de los Pueblos Mayas y otros municipios en rebeldía.
Simultáneamente con el inicio de la invasión estadunidensense a Irak, este 19 de marzo se echaron a andar decenas de patrullas militares en diversas regiones de la selva Lacandona, tanto en franjas fronterizas como tierra adentro en las cañadas de Ocosingo y Las Margaritas, e incluso los Altos (Huixtán, Amatenango y Rancho Nuevo, cerca de esta ciudad).
En su más reciente comunicado (el 2 de abril), el subcomandante Marcos habló de los aviones de la "Operación Centinela" sobres las cabezas de los zapatistas. Una semana atrás se había conocido la detallada denuncia de las autoridades autónomas de San Manuel. En la cañada de Las Tazas, entre Avellanal y Península, se han registrado patrullajes e incursiones militares monte adentro con una frecuencia alarmante.
En los cruceros y poblados de La Estrella, Pamalá, Ejido San Luis y Tacitas, los puestos de revisión "volantes" se conviertieron en campamentos privisionales, y por lo menos en San Antonio La Victoria, 60 efectivos del Ejército han permanecido durante varios días en tierras ejidales.
Los patrullajes, interrogatorios y revisiones exhaustivas de los transeúntes (tanto campesinos a pie como pasajeros en los carros) se registran en diversos lugares, muchos de ellos muy alejados de la frontera, como el ejido San Miguel en la cañada de Patihuitz, las cabeceras municipales de Huixtán y Amatenango, y comunidades en la cañada de Las Tazas como Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Nuevo Tacitas, Emiliano Zapata, San Marcos y Francisco Villa.
"El pretexto que están diciendo los soldados es que van a apagar incendios, pero los lugares donde ha habido incendios ya habían sido controlados por las comunidades, y no en todos lados donde se metieron ha habido incendios", declararon las autoridades autónomas de San Manuel, quienes además exigen al gobierno federal "que deje de utilizar al Ejército para hacer provocaciones en las comunidades", y lo responsabilizan "de lo que puedan hacer los soldados".
Severos, intimidatorios y acuciosos, los puestos de control de las tropas federales han traído a las cañadas un ambiente que recuerda los días aciagos del zedillismo, con interrogatorios, sobrevuelos a baja altura e inopinadas incursiones de las fuerzas armadas en campos y montañas.
Los operativos se registran indistintamente en las montañas y en diversos tramos de las carreteras fronterizas Palenque-Marqués de Comillas y Lagos de Montebello-Ixcán, así como los tramos Comitán-San Cristóbal y Ocosingo-Palenque. En resumidas cuentas, la "Operación Centinela" ha venido a reforzar el cerco permanente a las comunidades en la selva Lacandona y Montes Azules, bajo el pretexto de una guerra en el otro extremo del planeta.
Cabe recordar que la mencionada "operación" dio inicio con prácticas militares en Puerto Madero, en la costa pacífica, con la presencia de oficiales del ejército de Estados Unidos y unos marines poco comunicativos. Ese mismo día (19 de marzo) empezaron los patrullajes y sobrevuelos en las cañadas.