La legisladora priísta presentó
ayer su disco, en el que se incluyen nueve temas de su autoría
El loco afán es producto de una urdimbre
de amor: Beatriz Paredes
La diputada del tricolor dedicó su álbum
a ''los reporteros de la fuente de la Cámara''
Liliana Felipe, Denisse de Kalafe, Tania Libertad y
Yekina Pavón, entre los intérpretes
ROBERTO GARDUÑO
¿Qué podría decirles?, pregunta la
diputada Beatriz Paredes en la presentación de su disco... "es producto
de varios sueños y de una urdimbre de amor. Sí. Son canciones
de amor".
Compositora de letra y música de nueve boleros
y otras piezas de distintos géneros, la ex presidenta de la Cámara
de Diputados compartió ayer una muestra del arte de la política
y la creación lírica.
El disco, al que tituló El loco afán,
contiene temas nuevos y otros de tiempo atrás. Todos efectivamente
de amor: Es la hora del amor, Quisiera tener un rato largo contigo,
Hombre y mujer, De vez en vez, No pudo ser, Piel acanelada, La plegaria
de la sirena, Me silencio, Canto a Tlaxcala, y Entre las volcanas.
Beatriz
Paredes, con fama de buena cantadora, también se reveló como
compositora de temas sentimentales. Ella lo explica con su peculiar estilo:
"ha sido el amor el que, en medio de dificultades y asuntos trascendentes,
permitió que mi razón se subordinara a los latidos de un
corazón precipitado. Ha sido el amor a la música, y el amor
a la gente en general, y, desde luego, en particular, parafraseando a Benedetti,
el que engendró intentos de coplas, baladas, sonsonetes. Y la generosidad
de las artistas y los artistas que me ayudaron a realizar este proyecto,
también es un gesto de amor. De amor amistoso, que al fin y al cabo,
de los amores, la amistad es uno de los frutos más perfectos".
A ritmo de bolero, balada y trova Beatriz Paredes recogió,
en su loco afán, de sus amigos Denisse de Kalafe, Tania Libertad,
Yekina Pavón, Martha Eugenia, Baby Bátiz, Ricardo
Villa, Jaime Varela, Abraham Rivero, Liliana Felipe y Jefferson, las interpretaciones
a sus letras.
El disco de la diputada se suma a la producción
discográfica de la 58 Legislatura, toda vez que también el
perredista Félix Salgado Macedonio, el priísta Salvador Rocha
Díaz y Roberto Bueno, ex integrante de Los Flamers, forman parte
del selecto club de los legisladores cantantes.
La diputada Paredes, que en la aprobación del presupuesto
manifestó una dureza política singular, mostró su
rostro sensible, al grado que dedicó su "loco afán" a los
reporteros de la fuente de la Cámara de Diputados. Inclusive, cuando
respondió que era para ellos, les brindó unas palmas.
En estos momentos oscuros, dijo, donde la especie humana
ha confundido el rumbo, hay que hacer valer a la alegría, convocar
a la alegría, insistió.
En otras ocasiones, cuando se reunió con los reporteros
de la misma fuente, la diputada Paredes aceptaba cantar, pero ayer no lo
hizo, dijo que para ello hay profesionales, como los cantantes que interpretaron
sus temas en el disco. Aceptó sólo declamar una estrofa de
su plegaria de las sirenas: "reverberan melodías, pienso que el
sonido puede delatarme, voz de musgo, rumor de manantiales, canten fuentes,
ríos, revienten sonoridades. Con admiración, que me ame,
díganle que me ame".
El loco... sin afán de lucro
Por la noche, después de su reunión con
los reporteros, Beatriz Paredes presentó su disco en un céntrico
hotel de la ciudad de México. Fue una reunión privada, donde,
sobre todo, se aclaró, que la producción no tiene afán
de lucro.
Y es que El loco afán es una deuda que la
legisladora se paga a sí misma, porque en ella incluye un canto
a su tierra, Tlaxcala. "Pero no me pregunten a mí cómo es
Tlaxcala, pregúntenle al sol que cada mañana juega a vestirla
de primavera. A las torres de su iglesia que peinan a las estrellas. Al
artesano que en su sarape te platica sus leyendas. No me pregunten, no,
porque años ha que estoy enferma de nostalgia por no volver a mi
pequeña patria".
La política tlaxcalteca quiso presentar ante sus
amigos, y ante quien desee escucharlas, sus canciones "que hablan sencillamente
del amor", sin mayores consignas o reflexiones, sin ocuparse de lo socialmente
necesario o lo políticamente correcto.
"En estos días aciagos, en estas oscuridades de
nuestro tiempo, belicista y despiadado, es, también, un grito de
amor. Quiero creer que por encima de intereses deleznables, del poder irracional
que avasalla, de la crueldad que ha sido distintiva de nuestra especie
en diversas épocas de decadencia, en un recóndito paraje
de la conciencia colectiva, aquella que habita no sólo en la mente
sino en el plexo solar de las sociedades, todavía hay un espacio
para la vida, para amar, para perdonar, para crear, para escanciar unas
gotitas de felicidad".