Envían carta a Marcos
Celebran el "No" a la guerra por parte del EZLN
Luego del apoyo zapatista a la declaración Trabajemos por la paz y la justicia, Justin Podur, en nombre de las organizaciones y personas convocantes, celebró la decisón del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el subcomandante Marcos de decir "No" a la guerra, y agradeció que a los estadunidenses no se les equipare con lo que hace su gobierno.
En una carta dirigida al EZLN dice que millones de estadunidenses sienten que han fallado. "Hemos fallado en impedir a nuestros poderosos enviar balas y bombas contra nuestros hermanos y hermanas en Chiapas, en Colombia, en Palestina, en Afganistán, en Irak. Hemos fallado, y no somos nosotros, sino el resto del mundo el que sufre nuestro fracaso. El resto del mundo nos ha extendido su mano, una y otra vez; ha luchado, sufrido y muerto a manos de nuestros gobiernos, y todavía nos invita generosamente, aún nos explica pacientemente las cosas y sigue negándose a equipararnos con lo que hace nuestro gobierno".
Justin Podur hace un recuento rápido de los escenarios difíciles que los "dioses del poder y el dinero" han dejado en naciones como Nicaragua, Panamá, Colombia, Palestina, Venezuela, Afganistán y ahora Irak. Sin embargo, señala que mientras las bombas siguen cayendo en Irak, se advierte que podrían seguir otros países, como Irán, Siria o Corea del Norte. "Todos ellos son distintos frentes de una sola guerra, una guerra contra el planeta".
El autor hace referencia también a los millones de seres humanos que anualmente mueren por hambre y enfermedades que pueden prevenirse, víctimas de otra forma de guerra. Con una "pequeña fracción de dinero" de lo que cuestan las balas y las bombas para matar, agrega, se pueden aliviar epidemias y enfermedades curables.
En el inicio de su carta, Podur recuerda la visita que hace tres años hizo al municipio autónomo de Oventic, en Chiapas, donde convivió con integrantes de Las Abejas al pasar por Acteal. "Recuerdo los retenes del Ejército Mexicano y la forma en que intentaban romper su resistencia, separándolos unos de otros y del mundo. Recuerdo el trasiego constante de coches blindados, de camiones del Ejército, de jeeps, pasando cada pocos minutos, mirándolos amenazadoramente, enviando un mensaje constante de miedo e intimidación."