El galardón no tiene razón de
ser, debido al mal estado de la industria, señalan algunos
El Ariel, reconocimiento a un cada vez más arduo
camino, coinciden premiados
Llaman a dar apoyo al cine nacional para reducir el
"intervencionismo" estadunidense
MIRANDA ROMERO ESPECIAL
Tratando de quitarle algo de solemnidad a la 45 entrega
de los Arieles, la conducción de la ceremonia corrió a cargo
de Andrés Bustamente quien, contra reloj, se apuntó un par
de números que probablemente fueron lo mejor de la velada en el
Palacio de Bellas Artes, misma que continuó hasta la madrugada en
un conocido hotel del Centro Histórico, donde algunas de las producciones
festejadas esa noche se dieron cita para intercambiar opiniones sobre los
resultados de la ceremonia. Actores, productores, directores y gente del
medio compartieron con La Jornada sus comentarios sobre los Arieles
y el estado del cine mexicano. La pregunta para los entrevistados fue:
¿Como ven el cine nacional? Estas fueron sus respuestas.
Andrés Bustamante, comediante: "Realmente hay muy
poca producción, como se dejó ver en esta entrega, pero yo
creo que hay productos muy buenos, ojalá que esos productos se puedan
multiplicar para que haya más; lamentablemente la situación
económica y la organización del país no permite que
pueda haber, pero temas hay , algunos extraordinarios, gente que sabe hacer
muy buen cine, incluso mucha gente de cine que es de exportación,
lamentablemente para nosotros."
Juan
Carlos Martín, ganador en la categoría de opera prima:
"Se está atravesando por una crisis muy dura. Veo a los cineastas
peleando muy fuerte por tratar de hacer sus películas y es una paradoja,
porque cada vez es más difícil producir, pero hay un nivel
que se eleva con los pocos productos que aparecen y eso de alguna manera
es muy motivante. Ahora estoy levantando un proyecto de ficción,
intentando hacer una película como las que nos enseñaron
a hacer en las escuelas de cine."
Mario Zarazúa, ganador en la categoría de
maquillaje: "Se está haciendo cine pese a que no hay dinero; aunque
sea poquito seguimos trabajando como si hubiera mucho. Con pocos recursos
hacemos milagros. Veo al cine muy experimental, reflejando la idiosincrasia
de la gente, del mexicano; desgraciadamente los que tienen el poder no
ven nada, sólo diversión."
Nerio Barbieris, ganador en la categoría de sonido:
"El cine está en crisis y parálisis productiva, resultado
de que se no terminan de implantar las medidas que garanticen que se solidifique
la industria. Creo que hay que llamar a una gran pelea por defender al
cine, no hay que dormirse, el medio está adormecido, tiene que patalear
y gritar porque tenemos que seguir haciendo nuestro cine, el que nosotros
queremos hacer. En cuanto al desarrollo creativo es un cine muy importante;
se está conformando una cinematografía nacional que hay que
defender."
Gustavo Montiel, productor de Aro Tolbukhin: "El
cine mexicano está amenazado como el planeta tierra, de los afanes
intervencionistas de los gringos, yo creo que el asunto de la no
intervención está en todo: en la política, la economía,
la cultura y el comercio. Nosotros estamos amenazados de ser intervenidos
por los señores Fox, Warner, Columbia y compañía.
Si no luchamos por la autodeterminación el cine mexicano puede terminarse.
Lo optimista es que estamos haciendo cine mexicano y los vamos a seguir
haciendo a pesar de todo."
Omar Guzmán, ganador en la categoría de
música compuesta para cine: "Veo el panorama del cine mexicano un
poco triste, nos gana la publicidad extranjera y perdemos de alguna manera
espacios, tanto a nivel periodístico como a nivel televisivo. En
nuestro país toda la gente que realiza el trabajo, sea el camarógrafo,
el músico, el guionista, no tiene el espacio que se tiene en Estados
Unidos; para qué hacernos tontos. Si estuviéramos viendo
a Fellini o a Tarkovsky yo sería feliz; verlos en las páginas
centrales de La Jornada sería maravilloso, pero también
lo sería ver a Carlos Carrera o a Jaime Humberto Hermosillo, la
gente que está contando las historias de lo que ocurre en nuestro
país."
Margarita Sanz, ganadora en la categoría de actriz:
"Desde hace muchos años nuestro cine necesita apoyo económico,
pues las películas se hacen por la disposición y voluntad
de los actores que participamos. Afortunadamente la influencia hollywoodense
no nos ha tocado del todo, porque seguimos teniendo opciones interesantes,
con temas entrañables y grandes actores que conforman los repartos.
Eso no ha cambiado desde que soy jovencita y llevo 49 años aquí;
todo sigue igual, así que si usted me puede decir por qué
no hay dinero, sería interesante para mí saberlo: las producciones
se hacen con base en la fe ciega de los participantes."
Alfredo Joscowicks, director del Instituto Mexicano de
Cinematografía: "Lo que más me emocionó de la ceremonia
es el espíritu de cuerpo de la UNAM, ese momento en que le dieron
el Ariel de Oro a la Filmoteca y subió el rector. Realmente creo
que es una de las instituciones más sólidas de México.
Aquí se vio una comunidad tan heterogénea cantando el Goya;
me emocionó mucho. El cine mexicano no es antes o después
de los Arieles, por lo que estamos luchando, que quedó claro en
esta ceremonia, es el peso en taquilla. Estamos peleando en contra de los
amparos de los distribuidores, pero tengo la esperanza de que lo ganemos,
aunque es un camino largo."
Julián Hernández, director de Mil nubes
de paz: "Veo al cine mexicano como oscuro y negro, pero es bueno que
se han estado dando manifestaciones de que lo importante es que haya muchas
personas y grupos que se han propuesto hacer cine a como dé lugar,
y que igual se tardan cuatro años como Gabriel Orozco, o cinco,
como nosotros. También hace falta el dinero de la gente que lo tiene,
pero cuando es complicado conseguirlo por la temática de las películas
o por el público al que van dirigidas, pues lo mejor es emprender
tú el camino y buscar los medios para hacerla."
Mario Martínez, ganador en la categoría
de sonido. "La cuestión de la creatividad pues está muy bonita,
pero la cuestión de la producción ya sabemos que está
en el hoyo. Los jóvenes creadores deben intentar por todos los medios
realizar alguna película, porque eso es lo que nos va a salvar;
mientras haya películas todos vamos a ser felices y el peso en taquilla
va a funcionar, pues además de tener los proyectos hace falta lana,
ya que gente hay un chorro, pero falta que la iniciativa privada
invierta mucho más. Que la gente lleve sus proyectos a todos lados
y los traten de levantar como sea."
María Inés Roque, ganadora en la
categoría de cortometraje documental: "Es muy
reducido y muy difícil, como una carrera contra el viento, y todas
las energías que debería tener a favor, como un apostolado,
yo creo que el panorama está muy duro, aunque tengo mucha fe en
la medidas que estamos esperando de correción de fondos y financiamiento,
pero en lo inmediato la situación de la gente que hace cine es dramática,
no se va a componer tan pronto y las fuerzas que tenemos están muy
en contra. Veo la importancia del desarrollo del lenguaje, dadas las limitaciones.
Todo ese gran papel que ha tenido el documental, la disposición
de la gente de seguir haciendo un gran trabajo contra viento y marea."