GUERRA CONTRA IRAK
Países musulmanes insisten en que termine
la invasión
Piden que sanciones persistan hasta que Irak forme
un gobierno propio
DPA, REUTERS Y AFP
Riad, 19 de abril. Los países vecinos de
Irak, encabezados por Arabia Saudita, expresaron este sábado su
oposición a que las sanciones impuestas por la Organización
de Naciones Unidas (ONU) al Estado invadido sean retiradas antes de que
éste forme un gobierno por su cuenta.
Tras una reunión celebrada en Riad, los vecinos
de Irak -Turquía, Irán, Kuwait, Arabia Saudita, Jordania
y Siria-, así como Egipto y Barhein, se pronunciaron por un retiro
rápido de las fuerzas de ocupación para que los iraquíes
puedan decidir su propio destino, al tiempo que apoyaron a Damasco, que
ha sido amenazado por Washington.
"El pueblo iraquí debe administrar y gobernarse
por sí mismo, y toda explotación de sus recursos naturales
debe estar en conformidad con la disposición del legítimo
gobierno y su pueblo", sostuvo el ministro de Relaciones Exteriores saudita,
Saud al Faisal, quien leyó el comunicado final del encuentro.
Agregó que la posición de la conferencia
regional será transmitida a Estados Unidos y Gran Bretaña,
cuyas tropas ocupan Irak después de haber derrocado al régimen
de Saddam Hussein el 9 de abril.
En su comunicado final los ministros destacaron "la obligación
de las fuerzas de ocupación, en virtud de la cuarta Convención
de Ginebra, de retirarse de Irak y permitir que los iraquíes ejerzan
su derecho a la autodeterminación". Reiteraron que la ONU debe tener
un papel central.
Por otra parte, el canciller saudita insistió en
que el levantamiento de las sanciones internacionales, solicitado por Estados
Unidos, compete al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
En Teherán, el presidente iraní, Mohammed
Jatami, insistió en que la ONU debe respetar el derecho del pueblo
iraquí a formar su propio gobierno, e hizo un llamado a todos los
países "amantes de la libertad" a que ayuden a los iraquíes
a realizar sus aspiraciones.
Por lo pronto, una delegación del Congreso de Estados
Unidos llegó hoy a Damasco, para entrevistarse mañana con
el presidente de Siria, Bashar el Assad, en relación con las acusaciones
de Washington de que los sirios protegen a ex funcionarios iraquíes,
y sobre el mapa de ruta para la paz en Medio Oriente.
Nick Rahall, congresista demócrata por el estado
de Virginia Occidental, manifestó su oposición a las acusaciones
de que Siria posee armas de destrucción masiva, da cobijo a miembros
del régimen de Hussein y envió material militar a Irak.
"Prefiero las conversaciones directas (entre Siria y Estados
Unidos) al conflicto y a las acusaciones lanzadas a través de los
medios de comunicación", apuntó Rahall, quien encabeza la
delegación, integrada además por el republicano por California
Darrell Issa y el demócrata por Nueva York Maurice Hinchey.