Washington monta el entramado a partir del informe sobre el atentado contra la AMIA
En Argentina se fabrican los pretextos para una eventual agresión de EU a Irán
La investigación sobre la mutual judía se extiende a otros países sudamericanos
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 23 de abril. Más allá de los resultados en las elecciones presidenciales del próximo domingo en Argentina, siguen en marcha los preparativos para armar el escenario que Estados Unidos necesita para lanzarse, eventualmente, contra Irán.
El secretario de los Servicios de Informaciones del Estado (SIDE), Miguel Angel Toma, hombre del ex presidente Carlos Menem ligado a los servicios de inteligencia de Washington, e incomprensiblemente colocado por Eduardo Duhalde en esa cartera estratégica, entregó a la justicia en meses pasados un documento que involucra directamente al gobierno de Teherán en el atentado contra la mutual judía AMIA en 1994. Esto sucedió cuando ya Estados Unidos desplegaba sus fuerzas contra Irak, y los analistas sobre el tema señalaron que era una tesis elaborada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos y los Servicios de Informaciones de Israel (Mossad).
No fue casual que el documento fuera presentado para que la justicia argentina solicitara la detención de cuatro funcionarios iraníes, cuando el presidente estadunidense, George W. Bush, incluía a Irán en su famoso eje del mal junto a Irak y Corea del Norte. En días pasados, el juez Juan José Galeano, acusado de graves irregularidades en la causa de la AMIA, amplió el pedido de captura a otros cinco iraníes, con lo cual suman nueve las solicitudes de arresto. Entre ellos figura el ex miembro de los servicios de inteligencia iraní, Hamil Nagashan, porque "sospechan" que coordinó la compra de cuatro kilos de TNT usados en el atentado para hacer detonar 400 kilos de amonal, que el 18 de julio hicieron volar la sede de la mutual judía, matando a más de 80 personas.
Los fiscales Eamon Muller, Alberto Nisman y José Barbaccia solicitaron a Galeano que librara la orden de captura con base en un informe que ha generado sospechas. Pero lo interesante es cómo el armado se extiende e involucra ya a otros países sobre los que Washington quiere avanzar. De acuerdo con este "informe" que se presenta casi ocho años después de los sucesos y en el contexto de una causa donde se robaron casetes de prueba y documentos diversos, el explosivo habría sido comprado "a narcotraficantes colombianos y llevado a Venezuela".
Burda historia
Entonces, "una empresa de cobertura de los servicios de inteligencia en Brasil" habría recibido los explosivos para trasladarlos de ahí a la Triple Frontera (Brasil, Argentina y Paraguay), desde donde finalmente los habría mandado a Buenos Aires, según consignó el diario Clarín el pasado 12 de abril. Los componentes de amonal se habrían adquirido en Argentina porque son de uso común. Así, la novela resulta increíble por lo burdo del armado, ya que el detonador y todo lo necesario puede ser adquirido en Argentina sin exponerse a semejante ingeniería, especialmente si los "terroristas" iraníes tenían relaciones tan estrechas -como se trata de demostrar también- con lo que se conoce como el hampa policiaca local.
Según el informe, la "cobertura" en Brasil fue manejada por los hermanos Valid, Hahsan y Nasser Alahban, quienes además de colaborar en el atentado a la AMIA, "habrían tenido apoyo logístico de la red terrorista Hezbollah", por lo cual se pide su detención. Otro iraní, M. Pashi, habría "intervenido en el traslado de los explosivos" y es vinculado con la venta de armas argentinas a Irán en los años 80 y con la empresa de cobertura IFCO. Siempre de acuerdo con la SIDE, Nagashan estuvo antes del atentado de 1994 en Argentina hospedado con Pashi en casa del también acusado ex agregado cultural iraní Moshe Rabbani. Ellos habrían traído -recorriendo un largo y sinuoso camino sin ninguna necesidad- los cuatro kilos de TNT a Buenos Aires.
Los fiscales también solicitan la detención de otros 21 "sospechosos", entre los que se encuentra Alí Kamenei. Curiosamente Galeano consideró antes que no había pruebas en su contra. También se pide la detención del libanés Mohamed Barakat, a quien supuestamente se le habría confiscado "un video de propaganda de Hezbollah" en la Triple Frontera, aunque nadie explica por qué esta organización estaría operando afuera, ya que se conoce como un frente de lucha interno contra la ocupación israelí. ƑY de qué trata el video? Muestra a un joven sentado leyendo el Corán y, según dicen los "expertos", lo hacía antes de inmolarse frente a una patrulla israelí. ƑQué clases de pruebas son éstas? Los israelíes y la propia CIA pueden tener y hasta fabricar una cantidad de videos inclusive de entrenamientos de Hezbollah y plantarlos donde quieran, como ya lo han hecho muchas veces.
Pero si uno mira el esquema del informe, tenemos ya comprometidos a Irán, Líbano, Colombia, Venezuela, Brasil y la Triple Frontera, el famoso triángulo estratégico en el que Estados Unidos pretende instalarse defintivamente para apretar a Brasil (por el sur), Paraguay, Argentina, Uruguay y Bolivia. Además, el ex presidente George Bush, padre del actual mandatario, es el principal cabildero de las empresas estadunidenses que quieren quedarse con la represa binacional (Paraguay y Argentina) de Yaciretá, lo que abriría otras rutas estratégicas hacia Bolivia.
Es en este contexto que la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados argentina comenzó a analizar el proyecto del gobierno para garantizar la "inmunidad penal, civil y administrativa" a soldados extranjeros, para cubrir a tropas de Estados Unidos que realicen maniobras aquí. Este fue el pedido del secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, al canciller argentino Carlos Ruckauf, solicitud que entró sin hacer ruido a la Cámara en diciembre del año pasado. Pero cuando los integrantes de la Comisión leyeron el contenido del proyecto saltó la liebre, como dicen aquí.
En principio se pedía facultar al Ejecutivo para autorizar el ingreso de tropas extranjeras sin autorización del Congreso. También constan artículos que significan la "inmunidad penal, civil y administrativa" para las tropas estadunidenses. Además, se solicitan beneficios para el ingreso de los equipos militares similares a los que preservan la inmunidad de las valijas diplomáticas, la "inviolabilidad de los archivos, documentos de cualquier tipo de material oficial militar de las instituciones que representan", y se asignan derechos a las tropas extranjeras de utilizar claves y despachar escritos o documentos mediante valijas selladas.
Más aún, se solicitan excepciones de tasas y gravámenes aduaneros para vehículos o aeronaves de Estados Unidos, así como otras exenciones de impuestos y visados migratorios. El proyecto está bloqueado en las cámaras, aunque las tropas de Estados Unidos ya realizan aquí maniobras, que muchas veces salen a luz pública gracias a denuncias.