Doce horas de lectura ininterrumpida de la obra de Julio Cortázar, en Guadalajara
Reconocen en Cataluña la importancia de los traductores literarios en el diálogo intercultural
DE LA REDACCION
La conmemoración internacional dedicada al libro movilizó por segundo año consecutivo a los traductores literarios, de manera relevante en Cataluña, donde se organizó un acto con el lema El traductor también existe, cuyo propósito fue destacar la tarea de estos creadores, a menudo invisibles para el público lector. Esta vez fueron ellos, y no los escritores, quienes firmaron obras publicadas en catalán y castellano de José Saramago, Jorge Amado, George Orwell e Imre Kertész, entre otros, según información de la UNESCO.
El organismo internacional, en voz de su director general, Koïchiro Matsuura, enfatizó el ''papel esencial de los traductores, sin los cuales el diálogo intercultural mediante los libros no sería viable".
La convocatoria buscó destacar la importancia que tiene para una cultura la traducción de la literatura escrita en otros idiomas, ''pues no conoceríamos las obras de Shakespeare, Flaubert o Goethe, por citar unos pocos ejemplos, sin la labor de los traductores".
Pere Comellas, Esther Tallada, Antoni Dalmau, Adan Kovacsics, Aída García, Raquel Solá, Manuel Serrat Crespo y Basilio Losada fueron algunos de los traductores invitados, todos ellos con derechos de autor sobre sus obras.
Matsuura definió al libro como parte esencial de la paz y componente básico del edificio ''siempre por consolidar, de la democracia, los derechos humanos y las libertades fundamentales, para los cuales la protección del derecho de autor y el acceso equitativo del público al conocimiento constituyen atributos insoslayables.
''En una época caracterizada por el auge extraordinario de las redes electrónicas y de televisión, el libro constituye un instrumento excepcional para la expresión de las identidades culturales. Su proyección es un factor decisivo de la promoción de la diversidad cultural."
El Día Mundial del Libro, celebrado cada 23 de abril porque coincide con el fallecimiento de escritores como Cervantes, Shakespeare o Garcilaso de la Vega, y porque de igual modo se conmemora el nacimiento o muerte de otros autores prominentes, como Maurice Druon, Haldor K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla y Manuel Mejía Vallejo, tuvo resonancia en distintos países, como España, donde desde el lunes se inició la lectura de El Quijote, inaugurada por el ganador este año del Premio Cervantes de Literatura, José Jiménez Lozano.
En Barcelona, según el diario La Vanguardia, unas 3 mil personas se reunieron en el centro de esa ciudad para adquirir rosas y libros.
Sontag en la Feria del Libro de Bogotá
Más de 140 lectores, en México, participaron ayer en la lectura ininterrumpida -durante 12 horas- de obras del escritor argentino Julio Cortázar que se desarrolló en Guadalajara, Jalisco.
La obra de Cortázar fue elegida por votación popular para esta segunda versón de la maratónica lectura, que el año pasado se dedicó al escritor mexicano Juan José Arreola.
Para el sábado, de 10 a 19 horas, se realizará en el sur de la ciudad de México el primer Festival del Día Mundial del Libro, encuentro que tendrá lugar en Miguel Angel de Quevedo, dentro del área que delimitan la avenida Universidad y la calle de La Paz.
La actividad, en la que participan las librerías Octavio Paz, del Fondo de Cultura Económica; Gandhi; Alma Zen; Nalanda; La torre de viejo, y El Sótano, con la colaboración del Orfeo Catalá, se propone fomentar el hábito de la lectura y atraer clientes a las librerías de la zona. Por cada libro adquirido se obsequirá una rosa.
Asimismo, con Holanda como país invitado, y la participación de escritores de talla internacional como la ensayista estadunidense Susan Sontag, se inauguró este miércoles la versión 16 de la Feria del Libro de Bogotá. Los organizadores esperan 350 mil visitantes y la participación de 350 expositores procedentes de varios países.