ASTILLERO
Julio Hernández López
El paje lagarto
Sólo ofreció pruebas de que debe usar corsé declarativo
El (im)preciso presume esbeltez y salud
NO FUE PEJE, SINO paje: sirvió en bandeja de plata los instrumentos idóneos para que el jefe se alzara con una victoria fundada en la desmesura bucal del denunciante tropical más que en la inexistencia de la con justicia denunciada práctica litigante traficadora de influencias. Pruebas de las transas abogadiles del barbado senador ofreció el demoscópico rey tuerto del país de las cegueras políticas, pero, cumplido el plazo por sí mismo fijado, y a falta de papelitos que hablaran, recurrió a puertas de salida pueriles y descompuestas. Tiró la piedra contra el pecaminoso regenteador del bufete divino y luego ocultó la mano presuntamente justiciera, dejando en el escenario, sonriente y triunfante, al hombre que encarna la fusión inmoral del poder político y la gestión jurídica, al campeón de los arreglos bajo el agua, al negociador de repartos de los que al final siempre le queda la más diamantina parte.
TROPIEZO ESTADISTICAMENTE explicable si se toma en cuenta que el presunto ajusticiador del jefe Diego es un opinador matutino a destajo, un desmañanado buscador de espacios periodísticos a como dé lugar, un declarante de lentas destilaciones fonéticas que al exponer diariamente la figura ante los cuernos mediáticos por fuerza ha de ser enganchado de vez en cuando. Si Fox debería volver a la condición relativamente inocua de videopresidente, López Obrador bien haría en regalarse su cuarentena declarativa con corsé comprobatorio cada vez que quiera verdaderamente romperle las vértebras políticas a alguien.
PEJE QUE EN SEGUNDO pleito por su boca muere, Andrés Manuel no pudo jalarle nuevamente las barbas al ranchero, litigante, empresario y senador que representa con orgullo a la derecha mexicana. Y, peor aún: aliado circunstancial del foxismo (embedded, si fuera guerra), cómodo nadador de a muertito en las aguas compartidas de las buenas calificaciones de la opinión pública, el jefe del Gobierno capitalino pareció convertirse en uno más de los misiles disparados desde Los Pinos contra quien disputa en lo interno el control político al Presidente. Fuego evidentemente enemigo para que el objetivo militar senatorial no se quejara de disparos internos.
Y YA PARA CERRAR EL TEMA: no es López Obrador el ejemplo más pulcro de respeto a las leyes y al estado de derecho. Así sea Diego quien lo diga, es cierto que Andrés Manuel con frecuencia trata de litigar políticamente los asuntos que judicialmente le van siendo desfavorables, y que, en varias ocasiones, ha manifestado desdén y desobediencia hacia mandatos judiciales legítimos, pretendiendo someter resoluciones jurídicas legítimas a sus interpretaciones políticas personales. El paje lagarto: del "Ƒy yo por qué?" foxista, a la variación macuspanense del "Ƒpor qué lo tengo que decir yo?"; de la apertura de polémicas con emplazamientos formales, a la evasión de hippismo desfasado con el "Amor y paz, amor y paz"; de la rudeza denunciante original al endosamiento de la carga indagadora a los periodistas por ser "mirones profesionales".
EL (IM)PRECISO, MIENTRAS tanto, dio ayer a los reporteros nacionales un plato declarativo de segunda mesa, para tratar de salir del atolladero en que se había metido un día antes con corresponsales extranjeros a quienes dijo estar viendo nuevas visiones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Que sí habría algo parecido a las tales visiones, dijo, aunque no serían exactamente como las habrían visto los periodistas en general. Es decir, que las presuntas correcciones de su vocero necesitarían nuevas correcciones, y que sí hay nuevas pláticas sobre el tratado, pero que más delante se sabrá exactamente qué habrá pasado con ellas (el patriota secretario de Economía, Fernando Canales Clariond, ayer dijo en Los Pinos que esa "nueva visión" del TLCAN, de la que ya se ha hablado con George W. Bush y con Jean Chretien, contempla como ejes centrales el libre tránsito de personas, empleo común y šmoneda común!, que, supone este dolarizado tecleador, no será el peso. El secretario de Justicia de Estados Unidos, John Ashcroft, por su parte, anunció nuevas visiones respecto a los migrantes ayer mismo: los indocumentados que fuesen detenidos por sospecharse que pudieran significar peligro para la seguridad nacional del imperio, podrían quedar en prisión indefinidamente, sin derecho a libertad bajo fianza ni debilidades parecidas).
PERO, PASANDO A TEMAS más serios e importantes abordados con los reporteros nativos, el Presidente comentó que ahora está "más esbeltito", que ha bajado panza y no tiene enfermedades ocultas. Locuacidad presidencial convertida en silencio imbatible cuando los chicos malos de la prensa le preguntaron si conocía a Carlota Robinson, su presunta pantalla de triangulaciones financieras de campañas. Lino Korrodi, antes, había dicho que la culpa de todo el lío de los Amigos de Fox era de él solito, porque necesitó darle la vuelta al dinero dado por empresarios que no querían ser reprimidos por el PRI-gobierno. Y, entre las joyas declarativas del tío Lino, esa en la que dijo que no hubo dinero de la Coca Cola como tal para las actividades de Fox, aunque sí de "embotelladores aquí en México, embotelladores que son cien por ciento mexicanos, absolutamente todos, y fueron los que estuvieron apoyando en lo personal, así como muchos empleados de la Coca Cola".
Y YA PARA CERRAR la última entrega de la semana, dos pasajes declarativos, uno para sufrir y otro para reír. Uno: ni siquiera las palabras de Guillermo Ortiz, gobernador del Banco de México, pueden dañar tanto a la institución presidencial como la confesión de Vicentillo de que su papá le va al América: ƑHay desilusión con el gobierno de Fox?, le preguntaron a Sudortiz, y éste contestó: "Es cierto que los mexicanos nos sentimos frustrados porque no estamos avanzando a la velocidad que podríamos avanzar. No se han logrado los consensos necesarios para acometer las reformas que se prometieron al principio, pero no olvidemos que estamos aún en un proceso de aprendizaje". Dos: Las declaraciones de Gustavo Riojas, gerente general del negocio familiar llamado Partido de la Sociedad Nacionalista, castigado por corrupto en el IFE: "A algunos consejeros les molesta que el partido esté formado por ciudadanos, familiares, amigos y compadres". šFeliz fin de semana!
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