México D.F. Domingo 1 de junio de 2003
La compañía hace partes automotrices; se registró ante Hacienda como subsidiaria
Siemens se convirtió en Alcoa para dar menos utilidades; empleadas se quejan
FABIOLA MARTINEZ
Hace un año, los obreros de Alcoa Fujikura de México fueron reconocidos como proveedores de primer nivel de la automotriz alemana Volkswagen (Vw). Las nueve horas y 36 minutos parados frente a la línea de producción habían dado resultado para integrar diariamente cerca de mil Bornetz, el complejo sistema eléctrico de los lujosos modelos Jetta, New Beatle y Cabrio.
También su esfuerzo ante la rotación de turnos que significa trabajar un mes de día y otro de noche, así como las jornadas intensas por las que ganan 500 pesos a la semana (80 pesos al día, en promedio), los colocó como trabajadores de excelencia; la mayoría mujeres, madres solteras o jefas de familia con escolaridad de primaria o secundaria dan forma al llamado proveedor A de calidad Just in time.
Las deudas personales de los trabajadores de Alcoa, antes Siemens, podían esperar un poco más, porque ya se acercaba mayo, mes en el que a los 2 mil pesos de sueldo que llevan cada mes a su casa se podrían agregar 4 mil pesos por el pago de utilidades.
Sin embargo, las ilusiones se desvanecieron pronto; antes del límite legal para la entrega de este derecho el gerente de la planta -ubicada en la zona industrial de la capital de Puebla- les informó que en esta ocasión el ingreso extra sería, a lo sumo, de 800 pesos.
De inmediato las dirigentes sindicales protestaron por lo que consideran una injusticia, un "vil robo" del esfuerzo realizado el año anterior, lapso en el que como nunca antes se incrementó la exigencia para elaborar productos dignos de la importante empresa que forma parte del Cluster, es decir, el grupo de proveedores que alimentan el proceso productivo de Volkswagen.
"Una broma cruel"
Yolanda Trejo Vargas, dirigente del Sindicato Independiente de Trabajadores de Alcoa Fujikura, relata el entramado de trámites que se requiere emprender para reclamar justicia en este caso que, al final de cuentas, "es una broma cruel para los obreros".
La primera reacción fue revisar la Ley Federal del Trabajo (LFT). Ahí, en los artículos 117 al 125 estaban claramente detalladas las aristas de este derecho y también la posibilidad de impugnar el "ridículo" pago de 800 pesos. Enseguida solicitaron al patrón copia de su declaración anual ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), para iniciar el análisis correspondiente con una comisión mixta.
Entonces empezaron las dudas, porque la declaración está incompleta o, lo que es lo mismo, no sirve de nada para saber si el cálculo emitido ante la autoridad fiscal es el correcto. Más allá de esa situación, expresó Trejo Vargas, nos dimos cuenta que la ley permite obtener los anexos en los que el empresario sustentó su declaración de impuestos, es decir, documentos en los que se presenta el detalle de egresos y deducibles autorizados.
Hasta ahí llegó el diálogo en la comisión mixta, "la información se cerró para nosotras, por lo que fue necesario acudir a la oficina local de la SHCP, a fin de encontrar una explicación coherente y realista" de por qué en 2001 la empresa, entonces Siemens, pudo pagar en el reparto de utilidades 4 mil pesos en promedio a cada obrero, y por qué ahora, cuando la producción es mayor y de mejor calidad, apenas alcanzamos 800 pesos.
Después de varios días de investigar, consultar con asesores y abogados, "impugnamos el caso ante Hacienda, que funge como juez". Ahí los funcionarios de la dependencia federal dieron la razón a Alcoa, por la simple razón de que ésta cambió deliberadamente su razón social y presentó la declaración fiscal como intermediaria, una empresa maquiladora de nueva creación, aun cuando existe también en la LFT la figura de patrón sustituto. Así, ante el fisco se presentó como una compañía subsidiaria de mano de obra, con el afán de reportar utilidades mínimas.
"Lo peor vino cuando escuchamos la razón de los funcionarios de Hacienda: la empresa tiene libertad de aplicar los ajustes administrativos que considere convenientes, nos dijo el representante de Hacienda, Alfonso Díaz".
Trejo Vargas agregó: "Tampoco es justo que se quiera hacer de la vista gorda una empresa con nueve plantas en México, en franca expansión, principal consorcio de aluminio en todo el mundo, que da empleo en nuestro país a 30 mil personas y cuyo ex presidente internacional es ahora secretario del Tesoro de Estados Unidos. De lo único que estamos seguras es que esta vez no nos vamos a dejar".
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