México D.F. Domingo 1 de junio de 2003
Mantendrá privilegios a bancos que han
diferido pago de impuestos por $44 mil millones
Relanzará Hacienda reforma fiscal para aplicar
IVA a medicinas y alimentos
Deja de captar 315 mil millones de pesos por subsidios,
exenciones y reducción de tasas
ANTONIO CASTELLANOS Y ROBERTO GONZALEZ AMADOR
El gobierno federal pretende relanzar la propuesta de
reforma fiscal en un intento por elevar la recaudación mediante
la eliminación de regímenes especiales y homologación
del impuesto al valor agregado (IVA), aunque al mismo tiempo mantiene un
trato privilegiado a sectores como el bancario, que recibe un subsidio
directo de los contribuyentes al diferir el pago de impuestos.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público (SHCP), los recursos que deja de captar el fisco por subsidios,
reducción de tasas y exenciones contenidas en la actual legislación
fiscal equivalen a 5 por ciento del producto interno bruto (PIB), es decir,
unos 315 mil millones de pesos.
Al
tiempo que el gobierno federal impulsa una reforma fiscal, mantiene una
transferencia directa de recursos a los banqueros. De acuerdo con la Comisión
Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), al cierre de 2002 el sistema bancario
que opera en México, controlado principalmente por extranjeros,
mantenía como parte de sus activos impuestos diferidos por 43 mil
894.8 millones de pesos, cantidad equivalente a una tercera parte de los
recursos que la SHCP asegura que podría captar en caso de que hubiera
sido aprobada la reforma fiscal propuesta en 2001, que incluía que
la tasa del IVA fuera homologada en 15 por ciento para todos los artículos
de consumo, incluidos alimentos y medicinas, hasta ahora exentos del pago
de este gravamen.
La idea de relanzar la discusión en torno a una
reforma fiscal no ha sido abandonada por el gobierno federal, aun cuando
la iniciativa sobre este tema, planteada en 2001, no prosperó en
el Congreso, dominado por la oposición al gubernamental Partido
Acción Nacional (PAN).
Durante una reunión con banqueros realizada el
mes pasado, el subsecretario de Hacienda, Rubén Aguirre Pangburn,
planteó que la renovación de la Cámara de Diputados
en septiembre próximo no debería retrasar el debate fiscal,
dado que el otro órgano del Congreso, el Senado, se mantendrá
con los mismos miembros por otros tres años.
La estrategia para lanzar nuevamente la discusión
sobre una reforma fiscal fue reforzada hace un par de semanas, con la incorporación
a la Secretaría de Hacienda de Angel Aceves Saucedo, ex presidente
de la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de Servicios
Financieros, quien tiene una larga trayectoria en el Congreso y que fue
encargado de mantener abiertos los canales de comunicación con el
Legislativo.
Datos oficiales señalan que la recaudación
de impuestos en México genera recursos por un monto equivalente
a 12 por ciento del producto interno bruto. Los diversos tratamientos fiscales
y exenciones, que inciden principalmente sobre la recaudación del
impuesto sobre la renta (ISR) y el IVA, deben ser eliminados, según
planteamiento de la SHCP.
"Si todo esto se diera, la reforma fiscal generaría
una recaudación adicional de más de cinco puntos del PIB.
Como punto de comparación, la reforma fiscal planteada en 2001 buscaba
un incremento de recaudación equivalente a 2 puntos del producto",
indica Hacienda.
En el planteamiento gubernamental sobre la eliminación
de beneficios a sectores económicos no ha sido incluido, hasta ahora,
el sistema bancario, que opera bajo un tratamiento fiscal de preferencia,
del que no goza ningún otro sector de la actividad económica
en el país.
Dominado por inversionistas extranjeros, el sistema bancario
mexicano mantiene como parte de sus activos impuestos diferidos por 43
mil 894.8 millones de pesos, que no han sido enterados al fisco.
La mayor parte de estos recursos, 21 mil 296.6 millones
de pesos, corresponden a impuestos diferidos de BBVA Bancomer, seguido
por Banamex, con 12 mil 764.1 millones; Bital, 4 mil 75.3 millones, y Banorte,
con mil 122.9 millones de pesos. Estos cuatro bancos son los que se oponen
a la nueva revisión de los pagarés de capitalización
y compra de cartera ordenada por la Auditoría Superior de la Federación,
que podría reducir el costo del rescate bancario en 45 mil millones
de pesos. El resto de impuestos diferidos se reparte en Serfin, Ixe, Afirme
e Interacciones.
|