México D.F. Domingo 1 de junio de 2003
Críticas en Washington por manipulación
de Bush para justificar la guerra con Bagdad
Indignado, el Capitolio exige revaluar informes sobre
armas letales de Irak
Defectuosa, gran parte de información de inteligencia
de EU, asegura el científico David Albright
Ex oficiales del espionaje estadunidense la califican
de "un fiasco de proporciones monumentales"
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSAL
Washington y Nueva York, 31 de mayo. La Casa Blanca
recién anunció el descubrimiento de un supuesto la-boratorio
móvil para la fabricación de armas biológicas en Irak,
pero la noticia no sofocó acusaciones de legisladores y oficiales
de inteligencia aquí de que el gobierno del presidente George W.
Bush ha mentido, o por lo menos ha despistado de manera deliberada, al
pueblo estadunidense y al mundo sobre la presencia y amenaza de las armas
de destrucción masiva en manos del régimen de Saddam Hussein,
con lo cual justificó la invasión de ese país.
"Hemos encontrado biocamiones que sólo pueden
ser utilizados para el propósito de producir armas biológicas
-declaró esta semana el vocero de la Casa Blanca Ari Fleischer-.
Eso es prueba perfecta de que la inteligencia en torno a eso era atinada."
En una demostración de unidad, las agencias Central
de Inteligencia (CIA) y de Inteligencia de Defensa publicaron un nuevo
informe que explica y justifica su conclusión de que varias instalaciones
de producción móviles capturadas en Irak estaban diseñadas
para fabricar armas biológicas.
Pero tal como ha señalado el científico
David Albright, del Instituto para Ciencia y Seguridad Internacional, no
se encontró ningún agente biológico en estos ca-miones,
y hasta la fecha Estados Unidos no ha permitido que inspectores internacionales
e independientes examinen este "gran" descubrimiento.
"Buena parte de la inteligencia estadunidense sobre armas
de destrucción masiva iraquíes ha resultado defectuosa",
afirmó Albright esta semana.
Operación mentira
De
hecho, se han dado a conocer tantos problemas con la información
de inteligencia sobre Irak que esta semana el Congreso ordenó que
la CIA "revalúe" todos sus informes sobre la existencia de armas
de destrucción masiva en Irak y los vínculos entre Hussein
y los grupos "terroristas".
El senador John Rockefeller, integrante de la Comisión
de Inteligencia, quien presentó la solicitud, preguntó si
la Casa Blanca había "intencionalmente sobrestimado" el programa
de armas de Irak, o si "tan sólo lo malinterpretaron", y agregó
que "en cualquiera de los casos el resultado es muy malo".
Con el paso del tiempo aparecen cada vez más pruebas
de una operación de manipulación de la información
que fue presentada ante el mundo para justificar la guerra contra Irak.
Un analista que trabaja en la Agencia de Inteligencia
de Defensa, quien tuvo acceso a toda la información sobre Irak,
comentó esta semana al diario The New York Times que "el
pueblo de Estados Unidos fue manipulado".
El nivel de ira al interior de los circuitos oficiales
ha llegado a tal nivel que un grupo de oficiales de inteligencia retirados
escribió esta semana una carta al presidente Bush para protestar
por lo que califican como "un fiasco de política e inteligencia
de proporciones monumentales".
Según esta agrupación de ex oficiales, la
Casa Blanca manipuló la inteligencia sobre Irak para poder ofrecer
al mundo una justificación para la guerra contra Bagdad.
"El vínculo con Al Qaeda y los temas de las armas
nucleares eran las únicas dos maneras de vincular a Irak con Estados
Unidos -explicó Greg Thielmann, ex oficial de inteligencia del Departamento
de Estado, durante una entrevista con el Times-. Y la administración
es-taba distorsionando burdamente la información sobre ambas cosas".
De hecho, Paul Wolfowitz, el subsecretario de Defensa
de línea dura que había sido uno de los principales promotores
de una guerra contra Irak durante más de una década, dijo
esta semana -en entrevista con la revista Vanity Fair- que "por
razones burocráticas nos decidimos sobre un tema: armas de destrucción
masiva, ya que era la única razón sobre la cual todos podían
estar de acuerdo". Al parecer, sólo fue tema por conveniencia.
Pero la guerra terminó hace casi un mes y el gobierno
de Bush aún no ha logrado presentar ninguna prueba creíble
de que Irak tenía armas de destrucción masiva, y menos de
que tal armamento re-presentaba una amenaza inminente para Estados Unidos.
Conflicto prefabricado
Pero todo esto no se trata de una falla de inteligencia.
Este gobierno llegó a la presidencia preparando de antemano el terreno
para un conflicto bélico contra Irak.
Un general estadunidense informó a un grupo aquí
en Washington de cómo el primer día de la nueva presidencia,
en enero del 2001, funcionarios civiles llegaron a sus nuevos puestos en
el Pentágono solicitando la elaboración de planes militares
para una invasión de Irak, antes de los atentados del 11 de septiembre
del 2001 y mucho antes del gran de-bate sobre las resoluciones contra Irak
en la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El diario Financial Times, por su parte, reportó
recientemente que la Casa Blanca ya había tomado la decisión
de iniciar la guerra en diciembre de 2002, mucho antes de que el proceso
de negociación diplomática en la ONU se hubiese agotado.
Como señaló esta semana la re-vista New
Republic, la información de inteligencia sobre Irak fue distorsionada
para justificar la guerra.
Según el semanario, el propio Bush mintió
sobre los peligros que supuestamente representaba el gobierno iraquí
en por lo menos tres ocasiones separadas: en octubre de 2002, cuando dijo
que Irak contaba con vehículos aéreos de control remoto capaces
de ser utilizados contra Estados Unidos; en enero de 2003, cuando afirmó
que Hussein estaba importando uranio enriquecido desde Africa, y una vez
más, ese mismo mes, cuando acusó a Irak de haber adquirido
tubos de aluminio diseñados para la producción de armas nucleares.
La revista acusó al presidente estadunidense de
"deshonestidad y abuso".
Pero a pesar de las acusaciones de veteranos de inteligencia,
fuentes del gobierno, analistas y algunos de los periodistas más
influyentes del país, no ha estallado un escándalo ante los
alegatos de que el gobierno manipuló, engañó y distorsionó
la información presentada al pueblo y sus representantes para justificar
la guerra.
Al parecer, por el momento esto no es un problema grave.
Como dijo un cómico recientemente, al referirse al cambio de nombre
de las papas francesas a "papas de la libertad" (french fries),
las medias verdades que emite este gobierno ahora se llaman "mentiras de
la verdad" (freedom lies) entre el personal de la Casa Blanca.
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