México D.F. Domingo 1 de junio de 2003
"Crece el número de obras realizadas por mujeres''
En el performance mexicano existe la división de genero, dice investigadora
La tendencia en el performance nacional se inclina hacia la producción de obras realizadas por mujeres que expresan libremente sus puntos de vista. Son cada vez más las artistas mexicanas que utilizan su cuerpo como herramienta principal en este proceso creativo, sin necesidad de una mirada o filtro que las cuestione.
Para Josefina Alcázar, investigadora del Centro de Investigación Teatral Rodolfo Usigli (CITRU), esta es la realidad que impera dentro del universo del performance mexicano, donde, asegura, sí existe una división de género.
"Las performanceras han comprendido que este arte permite recuperar la individualidad y que significa una búsqueda en la que el motor principal es el cuerpo. En Estados Unidos, por ejemplo, hay mucho performance dedicado a defender la sexualidad, y en México esto va encaminando a dejar de ver el cuerpo femenino como objeto sexual para reconocer en él un medio a través del cual es posible reflejar inquietudes, demandas y preocupaciones".
En opinión de la investigadora, el performance en México tiene un buen nivel. Lorena Wolfer es un ejemplo claro de ello, ya que utiliza su cuerpo desnudo para hablar de diversos temas. Otras performanceras con gran prestigio son: Elvira Santamaría, Mónica Mayer y Andrea Ferreira, que en ese momento ofrecen talleres.
La autora del libro La cuarta dimensión del teatro, resultado de una investigación propuesta sobre el performance al Fideicomiso para la Cultura México-Estados Unidos, comenta que si bien este arte es transgresivo porque busca una constante renovación, también es flexible, ya que ofrece a los creadores la oportunidad de representarse a sí mismos, más allá de expresarse o actuar un papel definido como en el teatro.
''Entre el performance y el teatro ha existido una relación difícil. Inicialmente hubo mucho prejuicio entre ambas disciplinas, los teatreros decían que los performanceros eran actores chafas, y los segundos decían que el teatro ya no tenía nada que ofrecer.
''Afortunadamente existen muchas publicaciones que ha editado Ex Teresa Arte Actual. Mi libro es un ejemplo de que se está trabajando sobre el performance y también se han publicado varios artículos y otros materiales que ahondan sobre esta manifestación y su relación con el teatro.''
Tras señalar que este arte, en el que convergen casi todas las disciplinas artísticas y la tecnología, surgió como tal en el Museo del Chopo en 1992 al realizarse el Primer Festival de Performance, la investigadora afirmó que sus antecedentes datan de los años posteriores al movimiento del 68, cuando varios artistas crearon grupos interdisciplinarios para manifestar su descontento.
"Desde entonces empezaron a hacer performances sin saber que así se llamaban y es hasta la década de los 90 que la manifestación artística se consolida gracias a una importante generación de creadores. Actualmente el Ex Teresa es un punto de referencia obligado para quien desee saber sobre el performance mexicano".
La investigadora del CITRU asegura que el futuro del performance en México depende de que se renueven continuamente las propuestas y añade que una de las virtudes de este arte es provocar en el público reacciones que lo invitan a reflexionar.
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