.. |
México D.F. Lunes 2 de junio de 2003
ASTILLERO
Julio Hernández López
Bases y alianzas erosionadas
El neocristerismo se aleja de Fox
Militares, empresarios y Bush, en la lista de decepcionados
ENTRE LA ESPADA y la cruz, el Presidente de la
República no ha preferido al poder de la sotana. Entre los berrinches
chantajistas de la guionista teatral llamada María de la Luz Lima
Malvido y el riesgo de romper la de por sí frágil alianza
con la elite ilustrada del Ejército, Los Pinos ha dejado ir a la
representante del grupo neocristero del cardenal Juan Sandoval Iñiguez
con tal de mantener consigo al general Rafael Macedo de la Concha que,
aun cuando mantiene diferencias con el secretario de la Defensa Nacional,
representa al sector militar en el precario equilibrio de cuotas de poder
popularmente conocido como "gabinete presidencial".
LA
RENUNCIA DE la citada guionista Lima Malvido (¡vaya historietas
que elaboró desde su cargo oficial!) no es, sin embargo, un hecho
imprevisto ni es a causa de ella que se irá abriendo la brecha entre
el gobierno foxista y la ultraderecha con capital en Jalisco. Varios meses
atrás se había anunciado el propósito del titular
de la procuraduría federal de justicia de restructurar su organización
de trabajo, prescindiendo de la subprocuraduría que en el reparto
de regalías de 2000 fue asignada a una personera del cardenal Sandoval
Iñiguez, para dar muestra de voluntad oficial de que en el caso
del asesinato cometido contra Juan Jesús Posadas Ocampo se llegaría
a la "verdad" que supuestamente habrían escamoteado los gobiernos
de Ernesto Zedillo y Carlos Salinas. La comisionada de la diócesis
de Guadalajara en la PGR no sólo no encontró nada nuevo que
apuntalara las revelaciones de su jefe, el cardenal, sino que en abierta
contravención de las reglas básicas de todo puesto institucional
contradijo y enfrentó la postura de la procuraduría a la
que presuntamente servía. Y algo más: dotada del aparato
de protección propio de sus delicadas tareas, la susodicha subprocuradora
quiso disfrazar de atentados contra ella y sus hijos lo que en realidad
fueron incidentes de índole particular que en ese ámbito
habrían quedado si la propia involucrada no los hubiera politizado
y si en su resolución no se hubiesen utilizado recursos públicos
(bastante frecuente es ese triunfo de la inmoralidad en especímenes
políticos de oposición que son resumen de virtudes cívicas
antes de llegar al poder y luego, tocados por las tentaciones del erario,
se vuelven ejemplo de prepotencias y abusos).
DE CUALQUIER MANERA, la sabida renuncia de la subprocuradora
suma argumentos al cardenal neocristero para subir el nivel del reto a
la autoridad civil. Sandoval Iñiguez, decidido a convertirse en
el verdadero jefe político de la Iglesia mexicana, está convocando
a sus pares jerárquicos para que aumenten el nivel de la confrontación
con la pareja presidencial gobernante y la sociedad laica, a propósito
de las denuncias formales que se han puesto contra el obispo de Querétaro,
Mario de Gasperín, por sus instrucciones para votar contra partidos
y candidatos que alienten el aborto y el homosexualismo.
LO MALO ES que al optar por el sable y no por el
rosario, Fox tampoco está consolidando una alianza altamente productiva.
Aun cuando el general Macedo de la Concha es un hombre de ortodoxia institucional,
los constantes yerros de la superioridad lo meten en más problemas
de los que de manera natural surgen cada día. El caso de los Amigos
de Fox es una muestra de los retorcimientos que hace la PGR para favorecer
los controvertidos intereses del jefe supremo y sus cuatachos financiadores.
EN LA DEFENSA Nacional tampoco hay un club de fans
de Fox. El actual secretario surgió de un proceso que significó
el desplazamiento de poderosos grupos que se habían formado en el
manejo directo de tropas y en el usufructo de las canonjías que
el sistema priísta les concesionaba, y no principalmente en las
oficinas o las aulas, como sucedió con el ahora secretario Gerardo
Clemente Ricardo Vega García, quien tampoco tiene demasiados motivos
para sentirse fortalecido desde Los Pinos: el entonces canciller, Jorge
Castañeda, logró que el requisito de la cartilla militar
liberada ya no fuese necesario para conseguir pasaportes; el fiscal indagador
de represiones políticas del pasado de repente se descuida y le
da sus raspones al orgullo verde olivo; el número de militares postulados
a las diputaciones federales por el partido en el poder (el PAN, en el
caso) fue cero, de tal manera que fue anulada la representación
de los intereses y puntos de vista del Ejército por parte del gobierno
al que defiende y, para que no hubiera duda del desafecto foxista hacia
ese cuerpo armado, el presidente Fox se opuso abiertamente a que fuesen
incrementadas las pensiones de esos uniformados.
LAS BASES DE apoyo al foxismo, como se ve, van
menguando y en algunos casos se van transformando en oposiciones activas.
Ayer, tratando de convencer a los países más ricos de que
México es la novena economía del mundo (como dice una y otra
vez en sus discursos confeccionados para azorar a consumidores internos),
el Presidente de la República tuvo oportunidad de hacer como que
al fin tenía algún tipo de contacto político con el
mandatario de Estados Unidos, que en 2000 era entendido como gran amigo
y ahora desdeña a Los Pinos (entonces anunciaban Fox y Bush alianzas
para la prosperidad como las que ahora propone el mexicano al mundo con
la esperanza de que alguien le ayude a aparentar diversificación
de intereses diplomáticos). "Hola, Vicente, ¿cómo
estás?", preguntó el texano al guanajuatense, con más
preocupación por el estado de salud de quien meses atrás
fue operado que por cualquier otro asunto político. No hubo encuentro
privado ni mayor signo de reconciliación, pero Los Pinos aseguró
que ya está "superado" el problema derivado de la postura mexicana
de rechazo a la guerra contra Irak y, desde luego, la oficina presidencial
de prensa habrá de difundir con especial entusiasmo las fotografías
del fugaz e intrascendente rencuentro Marlboro. Pero, volviendo a los apoyos
perdidos: los empresarios, que habían sido declarados el principio
y el fin de este gobierno cocacolero, también sufren decepción
y alejamiento. Y ahora, para ponerle más gris al cuadro, la franja
neocristera que desea asaltar el poder institucional católico ha
pintado su raya y, con renuncias de la subprocuradora Lima o sin ellas,
está empecinada en confrontar al débil gobierno que un tiempo
creyeron estaría cargado totalmente a la derecha política.
|