México D.F. Lunes 2 de junio de 2003
Morelos, entre las entidades que no quieren
saber nada sobre el tema, dice el secretario
Algunos estados, reacios a participar en labores ambientales:
Lichtinger
"Fricciones con algunas instituciones obligan a cambiar
la forma de hacer las cosas"
ANGELICA ENCISO L.
Las inercias institucionales en el gobierno y la poca
participación de las entidades en los programas de apoyo al medio
ambiente son factores que frenan el camino al desarrollo sustentable, señala
Víctor Lichtinger, titular de la Secretaría de Medio Ambiente
y Recursos Naturales (Semarnat).
Morelos, con gobierno panista, es ejemplo claro de un
estado que no quiere saber nada del tema ambiental, mientras que Guerrero
y Oaxaca carecen de recursos humanos y mecanismos institucionales para
actuar en los bosques. Del otro lado está la administración
priísta del estado de México, la cual ya se hace cargo de
la vigilancia y otorgamiento de permisos forestales, explica.
Frente a la inactividad total de la administración
anterior se ha reforzado la vigilancia en los bosques, se han desmantelado
bandas y se ha logrado refinanciar a los municipios para la construcción
de infraestructura en agua potable. Al frente de la dependencia desde hace
dos años y medio, Lichtinger impulsó la restructuración
total de la secretaría y adoptó dos temas como eje de la
política ambiental del gobierno foxista: agua y bosques.
Los resultados de los programas en estos rubros llevarán
tiempo, advierte en entrevista con La Jornada en sus oficinas de
Camino al Ajusco, a unos pasos de uno de los bosques en los que continúa
la tala clandestina.
Temas de seguridad nacional
-El gobierno planteó desde 2000 que bosques y agua
eran temas prioritarios y de seguridad nacional. ¿Qué evaluación
hace de los programas?
-Cuando
llegamos a la administración había una gran deuda de los
municipios, 72 mil millones de pesos, y era impagable. La inversión
era de cero, porque lo que se cobraba por el servicio se iba a otras cosas.
Ahora se condonó la deuda. En 2002 los municipios recaudaron alrededor
de mil 500 millones de pesos y este año vamos para los 2 mil millones,
los cuales se les regresaron para que invirtieran en infraestructura.
"Esto es importante porque cambia la tendencia de descapitalización
del servicio, aunque se requiere mucho más, pues los recursos son
insuficientes. Hemos empezado a capitalizar al sector. Lo que se ha dado
es un cambio en la política que da posibilidad de inversiones.
"El tema forestal es prioritario e importante. Cuando
empezó la administración se destinaban 200 millones de pesos,
pero ahora son 3 mil millones. Hemos apretado las tuercas en el tema de
la vigilancia, se han hecho un sinnúmero de operativos a
través de la Procuraduría Federal de Protección al
Ambiente y se ha metido gente a la cárcel. Frente a la inactividad
total de la administración anterior, se han logrado avances importantes,
como hacer más costosa la ilegalidad, tener recursos para apoyar
a los productores y hacer las cosas bien."
-Habla de detenciones. ¿Se han desmantelado las
bandas organizadas que operan en los bosques?
-En diversos lugares de la República hemos desmantelado
varias bandas y no sólo hemos agarrado a los campesinos, sino a
los líderes. Tenemos un sistema de inteligencia que no existía
y con él se conoce quiénes compran, a quiénes pagan,
las familias, las rutas de transporte y en muchos casos vamos directamente
con esas familias con órdenes de aprehensión.
-¿Qué tan eficiente podrá ser transferir
la vigilancia a los estados, si aún hay caciques locales que presionan
a los gobiernos?
-La descentralización de la vigilancia va a tardar
muchos años. Irá de acuerdo con las capacidades y seriedad
de cada entidad. Yo no espero que a corto y mediano plazos todos los estados
absorban funciones. Son pocos los que tienen capacidad y muestran seriedad
para otorgar permisos y brindar vigilancia. La transferencia ya se hizo
en el estado de México, porque hay instituciones, como Probosque,
que han probado que en su territorio tienen más capacidad que la
Federación. Además poseen recursos financieros para hacer
el trabajo.
-¿Hay dificultades con los estados para la vigilancia
y para poner en marcha los programas?
-Depende del estado. El de México es el que más
ha participado con nosotros. Hay otros que no lo han hecho y tampoco quieren
saber nada de esto, como el de Morelos. Hemos tenido dificultades para
involucrarlos y no hemos logrado que nos ayuden con esas tareas. Hay otras
entidades que están a la mitad. Trabajamos con los gobiernos que
quieren hacer las cosas y arriesgan a su gente, porque los operativos
son peligrosos y en algunos lugares se han dado pérdidas humanas.
Debemos tener claro en qué estados confiar para la descentralización.
También hay entidades que por falta de recursos o interés
no han participado.
-¿Cuál es la respuesta de estados forestales
como Guerrero y Oaxaca?
-Son entidades en las que ha habido trabajo pero faltan
recursos humanos y mecanismos institucionales para tener presencia en los
bosques. Debe haber voluntad política, recursos materiales y humanos,
porque se tienen que cubrir muchas necesidades. La descentralización
la hacemos de forma que a la entidad se le entrega el certificado ISO 9000
y a partir de ello tiene la obligación de hacer auditorías
cada año para refrendar el documento.
"No pueden cambiar la forma de hacer las cosas, porque
si así fuera cada estado actuaría de forma diferente. Tienen
que funcionar igual que la Federación, con las mismas reglas, procesos
y procedimientos. En el momento en que alguno de los estados no cumpla
la Federación retoma sus funciones."
-¿Las dependencias federales muestran disposición
a participar con la Semarnat?
-El tema ambiental tiene que modificar actitudes, programas
y las diferentes inercias de las decisiones políticas y económicas.
La misión de la Semarnat es que no se acaben los recursos naturales;
en cambio, la de otras secretarías es que haya más producción,
empleo o inversión, por lo tanto es normal que con todos los sectores
haya un poco de roce. Al final lo que resulta es una actividad económica
o productiva que incorpora lo ambiental.
"Tengo total conocimiento de que esto pasa en Estados
Unidos, Europa y América Latina. Las secretarías de Medio
Ambiente luchan por modificar las prácticas, las maneras de hacer
las cosas de los sectores productivos y entran en roce con ellos. Al final
se logran acuerdos que satisfacen tanto a la parte económica como
a la ambiental. Se tiene que cambiar la forma de hacer las cosas. No está
mal, está bien. Esto quiere decir que tanto otros sectores como
nosotros estamos trabajando.
-¿La Semarnat enfrenta más dificultades
que facilidades para aplicar la legislación?
-La Semarnat tiene su legislación clara, aún
incompleta. Es una dependencia nueva. Existe desde 1994, y en sus acciones
para llegar al desarrollo sustentable tiene que luchar contra inercias
institucionales en todo el gobierno y la sociedad. Tenemos que educar,
difundir, convencer y aplicar leyes que a algunos les gustaría no
tener.
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