México D.F. Lunes 2 de junio de 2003
Iván Restrepo
El asesinato de un funcionario ejemplar
El pasado 26 de marzo fue asesinado de un balazo Wilfrido Alvarez Sotelo, funcionario de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en el estado de Guerrero. El crimen fue cometido cuando regresaba de documentar una tala de árboles en el parque estatal de Omiltenic, a hora y media de camino de la ciudad de Chilpancingo. Este parque, de unas 4 mil hectáreas de bosque mesófilo, es muy importante porque allí se ubican los tanques de agua que abastecen a esa ciudad. La muerte del ingeniero Alvarez despertó la protesta ciudadana, lo que sirvió para que las autoridades locales pusieran todo su empeño en encontrar a los asesinos.
Wilfrido tenía 45 años al morir, estudió agronomía en la Universidad de Chapingo y se especializó en Canadá. Era uno de los expertos más reconocidos en combatir incendios forestales, como los que ahora todavía ocurren en prácticamente todo el país. Durante una década asesoró a campesinos y a grupos ciudadanos en las tareas de utilizar racionalmente el bosque.
Se pensaba que al igual que muchos otros crímenes perpetrados en Guerrero, éste nunca sería aclarado y que sus autores gozarían de impunidad. Afortunadamente, tres culpables materiales están en la cárcel. Aunque inicialmente se dijo que el motivo para quitarle la vida fue el robo de la camioneta de la Semarnat en que se movilizaba, lo cierto es que el vehículo fue incendiado por los asesinos. Uno de ellos era guardia forestal. Por eso hay quienes sospechan que posiblemente a Wilfrido lo mandaron matar los talamontes, esa plaga que destruye desde hace décadas los bosques de Guerrero como advertencia para que los dejen hacer y deshacer.
Los detenidos pertenecen a una gavilla integrada por otros tres delincuentes, aún prófugos, que han cometido diversos delitos en la zona. Por eso las autoridades deben investigar hasta sus últimas consecuencias este crimen para conocer la verdad, máxime que Wilfrido era respetado por las comunidades y que la zona contaba con vigilancia, dado su carácter de parque estatal forestal.
En tanto se aclara el asesinato, las autoridades harían un gran servicio a la sociedad y al medio ambiente si procedieran a decretar área natural protegida las 4 mil hectáreas que conforman el copete de bosque mesófilo de Omiltenic. Allí nace el agua que alimenta a Chilpancingo. Además, en su territorio existe una importante riqueza animal y vegetal que desde hace por lo menos un siglo viene siendo estudiada por reconocidos especialistas. Un bello libro da cuenta precisamente de la biodiversidad que encierran esas miles de hectáreas, donde habitan especies únicas que desaparecerán de no detenerse el saqueo hormiga de árboles que se da en ese bosque, el cual está rodeado de ejidos que se distinguen por su pobreza y que son muestra de la injusticia que priva en el campo guerrerense.
Hace 20 años Alejandro Cervantes Delgado, entonces gobernador de Guerrero, entendió las razones de los especialistas y los técnicos sobre la importancia vital de esa formación boscosa y procedió a comprarla a particulares, decretándola área estatal de conservación. Desde entonces ha habido numerosas peticiones para darle la categoría mayor de área natural protegida, esta vez por cuenta del gobierno federal. De esa manera se garantizaría su existencia y a la vez serviría para establecer políticas de desarrollo social y económico en las comunidades campesinas de la región, que así se convertirían en las mejores aliadas del cuidado de los recursos naturales.
Wilfrido Alvarez Sotelo deja una viuda, maestra de escuela, tres hijos estudiantes y un ejemplo de dignidad y honradez en un medio en que a veces lo frecuente son los funcionarios corruptos, cómplices de talamontes y caciques, la plaga que está acabando con los bosques de Guerrero desde hace años.
Ojalá el gobierno federal, en honor de Wilfrido, pronto decrete Omiltenic área natural protegida a fin de conservar la flora y la fauna que allí existen, así como esa fábrica de agua indispensable para la capital de Guerrero.
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