México D.F. Lunes 2 de junio de 2003
Washington pretende que el tema central sea
el terrorismo; el resto da preferencia a pobreza y sida
Desacuerdos entre EU y sus aliados por prioridades
del G-8
Bush abandonará anticipadamente la cumbre; hoy
tendrá un nuevo encuentro con Chirac
THE INDEPENDENT, AFP, DPA Y REUTERS
Evian, 1o. de junio. Los líderes del Grupo
de los Ocho (Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Francia,
Alemania, Italia, Japón y Rusia) buscaron este domingo dejar a un
lado las diferencias que los separaron por la guerra en Irak y demostrar
un frente más unido en sus esfuerzos para combatir la pobreza y
el sida en las naciones en desarrollo, dando de esta manera una presencia
en la cumbre a los países emergentes.
Sin
embargo, el presidente estadunidense, George W. Bush, dejará de
manera anticipada la reunión, que termina el martes, para dirigirse
a Medio Oriente, como signo de sus sentimientos hacia su par francés,
Jacques Chirac, tras la negativa de apoyarlo en la invasión a Irak.
Durante el inicio de la cumbre del G-8, Chirac y Bush
se reunieron por primera vez desde que finalizaron las operaciones militares
en Irak, y se dieron un firme apretón de manos sin gran calidez,
en un aparente intento de apaciguar sus diferencias surgidas por la invasión
a la nación petrolera, pero Washington ha subrayado que este proceso
tomará tiempo.
Tres días en Europa confirman en público
lo que funcionarios de la Casa Blanca han dicho por semanas en privado,
sobre las intenciones de Bush de manejar la situación con Francia,
Alemania y Rusia, los principales opositores a la invasión angloestadunidense
a Irak.
En el pasado, mas no en el olvido
Con Rusia, por ejemplo, Bush decidió dejar en el
pasado -pero no necesariamente en el olvido- su rechazo a la guerra. En
San Petersburgo, el mandatario estadunidense llamó este domingo
a Putin "mi buen amigo", y lo invitó en septiembre a visitar su
rancho en Crawford, Texas. Asimismo, ambos líderes intercambiaron
documentos para ratificar un acuerdo previo de control de arsenal.
Putin señaló que Rusia mantendrá
su asociación estratégica con Estados Unidos "por el bien
del mundo", mientras Bush indicó que dicho acuerdo permitirá
la reducción del número de armas nucleares a su nivel más
bajo en las últimas décadas.
En contraste, la oposición alemana no será
olvidada, a pesar de que Bush y el canciller federal, Gerhard Schroeder,
estrecharon manos e intercambiaron palabras amables durante su encuentro
en San Petersburgo y hoy en Evian. Pero no hubo encuentros en privado,
ni una invitación a Washington y mu-cho menos a Texas.
Con Francia, el sentimiento es más profundo por
el pecado de París de oponerse a la política estadunidense
hacia Irak.
En este sentido, la víspera de la llegada de Bush
a Evian, la consejera de Seguridad Nacional estadunidense, Condoleezza
Rice, dio una entrevista al diario francés Le Monde en la
que expresó su "decepción" por la posición gala.
Según
analistas, la reunión en Evian difícilmente podrá
quedarse en la memoria de Bush, ya que él prefiere tratar asuntos
referentes al "poder duro estadunidense" (como su intento este lunes de
apremiar a los israelíes y palestinos a llegar a un acuerdo), y
refleja sus creencias de que tales encuentros (como la reunión del
G-8), con apretadas agendas y cenas, no son redituables para él
en este momento.
Por su parte, Chirac consideró "positivo" volver
a ver a Bush y estimó "no tener la menor preocupación" sobre
las relaciones con su par estadunidense.
El mandatario francés afirmó su deseo de
continuar, "profundizar y mejorar" la fórmula del "diálogo
ampliado" entre el grupo de las siete naciones más desarrolladas
del mundo y Rusia, y los países más pobres. Chirac indicó
que el primer ministró británico, Tony Blair, "hará
lo mismo en 2005", cuando Gran Bretaña ejerza la presidencia anual
del G-8. "Pienso que el presidente de Estados Unidos debería hacer
lo mismo el año próximo", dijo. Además, Chirac prometió
una triplicación de los fondos de su país para la lucha contra
el sida de 50 a 150 millones de dólares.
Bush y Chirac mantendrán una reunión bilateral
antes de que el mandatario estadunidense abandone Evian, precisó
la vocera de la presidencia francesa, Catherine Colonna.
Durante la cumbre del G-8, Bush quiere colocar el tema
de la amenaza terrorista en el centro de la agenda. Así lo adelantaron
este domingo integrantes de la delegación estadunidense, quienes
precisaron que su presidente tiene previsto presentar una serie de iniciativas
al respecto.
Iniciativas sobre seguridad
"Esperamos que los políticos del G-8 aprueben una
serie de iniciativas, predominantemente so-bre seguridad, que son en extremo
importantes para la lucha antiterrorista", señaló un funcionario
del gobierno estadunidense.
Entre otras metas, Washington apunta a conformar una nueva
tropa de intervención para colaborar en la formación antiterrorista
de fuerzas de seguridad en distinto países. Asimismo, mediante una
segunda iniciativa, pretende mejorar el control sobre misiles transportables
de defensa antiaérea, con los que se puede disparar contra aviones
civiles.
El otro protagonista de la jornada fue el presidente de
Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, quien propuso al G-8 financiar el fondo
mundial contra el hambre, una idea que ya presentó en enero en Davos,
Suiza, con una tasa sobre la venta de armas y con el servicio de la deuda
de los países pobres. "Mi propuesta es la creación de un
fondo mundial contra el hambre, que acabe con las causas estructurales
de este flagelo", declaró Lula en la reunión ampliada a los
países emergentes, conformada por 11 de las naciones en desarrollo,
entre ellas Brasil, México, China e India.
Se trata de un número récord de países
del tercer mundo que participan en una reunión del G-8.
Chirac le brindó su apoyo inmediato. "Considero
que una tasa sobre las armas no sería para nada injustificada. Estoy
totalmente en favor de examinar una tasa de este tipo", y elogió
la gestión de Lula desde que asumió la presidencia brasileña
el 1 de enero pasado.
Lula también llamó a reforzar las relaciones
entre los países en desarrollo, al tiempo que pidió el acceso
"sin discriminaciones" a los mercados de los países ricos e instó
a Estados Unidos y la Unión Europea a poner fin a su proteccionismo.
En este sentido, el secretario general de la Organización
de Naciones Unidas, Kofi Annan, pidió al G-8, reducir los subsidios
agrícolas y eliminar las barreras arancelarias para favorecer el
acceso a los mercados internacionales de los países en desarrollo.
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