Personas ajenas al movimiento "alterglobalización" provocan violencia: organizadores

"G-8 ilegítimo; deuda asesina", gritan miles en ciudades de Francia y Suiza

Importante, que los movimientos sociales sigan presionando, señala Lula da Silva

AFP, REUTERS Y DPA

Evian, Francia, 1 de junio. Miles de personas se manifestaron este domingo en Ginebra y sus alrededores, así como en Lausana, también en Suiza, en medio de varios incidentes contra la cumbre de los ocho países más poderosos del mundo (G-8) y sus 11 invitados de naciones en desarrollo, que se inició en la localidad francesa de Evian.

Al menos 12 mil personas salieron de la ciudad francesa de Annemasse y unas 10 mil de Ginebra, según datos oficiales, aunque algunos organizadores hablaron hasta de cien mil, para encontrarse en Thonex-Vallard, en la frontera franco-suiza, a unos 45 kilómetros de Evian, tras una marcha tranquila y sin incidentes.

La manifestación procedente de Ginebra desfilaba bajo el lema "G-8 ilegítimo, deuda asesina", mientras que en Annemasse los sindicatos franceses, sobre todo de profesores, protestaban contra "esos payasos que cierran fábricas y escuelas", mientras convocaban a una huelga general.

En el acto central, en el cual se manifestaron no sólo jóvenes sino también familias con hijos pequeños, hubo también consignas como "ellos son ocho, nosotros somos miles de millones", y pancartas contra la ocupación de Irak.

En cambio, el desfile con salida en Lausana fue prohibido tras los disturbios protagonizados a primeras horas de la mañana por la policía y centenares de manifestantes encapuchados y vestidos de negro, que saquearon una gasolinera cerca del barrio de los lujosos hoteles donde están alojados los dirigentes invitados a la reunión.

La policía, muy numerosa en el lugar, lanzó gas lacrimógeno mientras los manifestantes respondían con piedras y levantaban barricadas a las que prendieron fuego.

El grupo fue expulsado a las afueras de Lausana, donde más tarde la policía rodeó a unas mil personas en un campamento y detuvo a unos 300 manifestantes, precisó un vocero de las fuerzas de seguridad.

En Ginebra también hubo incidentes esta noche, cuando grupos de vándalos rompieron escaparates, destruyeron algunas paradas de autobuses y atacaron algunos edificios públicos.

Por otro lado, unas 2 mil personas fueron dispersadas por la policía con gas lacrimógeno tras bloquear la carretera francesa entre Annemasse y Thonon, cerca de Evian.

En la autopista suiza entre Ginebra y Lausana, un manifestante resultó gravemente herido en la localidad suiza de Aubonne cuando cayó al lanzarse en rappel desde un puente; al parecer un policía cortó accidentalmente el cable del que pendía.

Los incidentes fueron provocados por personas que no tienen que ver con el movimiento, aclararon hoy organizadores de las protestas.

"No tenemos idea de quiénes eran estas personas. No tienen relación alguna con la marcha, que fue un éxito", sostuvo Christophe Aguiton en relación con los incidentes de esta noche en Ginebra.

Henar Corbi, de la ONG española Movimiento para la Paz, el Desarme y la Libertad, dijo a su vez que el incidente de la gasolinera en Lausana y otros disturbios los provocaron unos cuantos jóvenes de origen suizo, que "no tienen ideales y ni siquiera han participado en las sesiones de trabajo" de la contracumbre.

El activista destacó que la principal manifestación transcurrió tranquilamente, y que las actuaciones iniciales, como la ocupación de carreteras para impedir la llegada de los mandatarios del G-8, no tuvieron un carácter violento.

Además, señaló, en la protesta tomaron parte más de cien mil personas, y en la calle se podían ver muestras de apoyo, añadió.

Francia escogió Evian, en las márgenes del lago Ginebra, para la reunión anual del G-8, ya que los estrechos caminos de acceso facilitan la posibilidad de aislarlo, pero eso no impidió que en Lausana, al lado del lago, y en Ginebra se organizaran manifestaciones.

Por otro lado, Corbi explicó que los movimientos congregados en torno a Evian para protestar contra la cumbre del G-8 ya no quieren que se les llame antiglobalizadores, sino altermundistas o alterglobalizadores. "Alter significa construir lo otro", precisó, al explicar que el cambio responde a un replanteamiento del movimiento de protesta tras la "terrible experiencia" de Génova, donde durante las protestas contra el G-8 en esa ciudad italiana en 2001 fue asesinado un joven manifestante.

Tras Génova, en un encuentro de la Mesa por la Paz, "se realizó una profunda reflexión sobre lo ocurrido y el grupo ATTAC afirmó: nunca más debemos llamarnos antiglobalización, porque puede ponernos del lado de la violencia, y allí surgió el término más positivo de alterglobalizadores".

En este sentido, ONG vinculadas al movimiento, como la que representa Corbi, consideran que la participación en encuentros internacionales "oficiales" como el G-8 de personajes como el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, puede representar un cambio interesante.

Muchos esperan que la presencia del ex líder sindical brasileño pueda dar al menos algún impulso a las pocas iniciativas que se toman en el llamado club de los ricos en favor de los países pobres.

"Hay una gran esperanza puesta en él, sería terrible que se frustrara", señaló Corbi, mientras que el vocero del grupo ATTAC, Christophe Aguiton, señaló que, con todo, más que su actuación en Evian a Lula le esperan otros frentes "mucho más importantes" donde podrá demostrar si se ha ganado la confianza puesta en él. "En breve va a mantener negociaciones con la Organización Mundial de Comercio", recordó.

En rueda de prensa, Lula aseguró por su parte que estuvo "al otro lado de la barrera para luchar desde aquí por lo que queremos lograr.

"Es importante que los movimientos sociales sigan presionando. Las cosas sólo cambiarán si hay presión de la sociedad", afirmó, y añadió que "no creo que un político pueda trabajar bien si la sociedad no lo presiona."