Habitantes de Basora protestan por la imposición de un gobernador británico

Mueren dos civiles iraquíes y un soldado estadunidense durante atentado en Bagdad

Más críticas a Blair por defender la existencia de armas de destrucción masiva de Hussein

AFP, DPA Y THE INDEPENDENT

Bagdad, 1Ɔ de junio. Un soldado estadunidense y dos civiles iraquíes murieron este domingo en un atentado en la capital iraquí, al continuar las acciones de resistencia contra la ocupación, en momentos en que se mantiene la controversia en Gran Bretaña y Estados Unidos sobre la existencia de las presuntas armas de destrucción masiva de Irak, que fueron el motivo para lanzar la guerra contra la nación petrolera.

Según militares de Estados Unidos y testigos, dos civiles iraquíes murieron y dos soldados estadunidenses resultaron heridos en un ataque con granada que tuvo lugar frente a una mezquita sunita al norte de Bagdad.

Según el canal de televisión qatarí Al Jazeera, un soldado estadunidense perdió la vida en este ataque que tenía como objetivo, al parecer, un tanque estadunidense.

En Basora, al centro del país, cerca de 5 mil iraquíes se manifestaron contra la imposición de un oficial del ejército británico para administrar la región, informó Afp.

"Rechazamos que Basora sea administrada por un gobernador británico" y "Somos capaces de administrar nuestros asuntos" fueron algunos de los lemas que se leían en las pancartas que llevaban los manifestantes. Soldados británicos e iraquíes fueron desplegados en torno a la sede del gobierno local, donde se tiene prevista en breve una ceremonia en la que tome posesión del cargo el funcionario británico.

Mientras, las fuerzas angloestadunidenses se lamentaron por el hecho de que la gran mayoría de los bagdadíes continúa ignorando un decreto que los obliga a devolver sus armas, en el primero de los 14 días de amnistía decretada por el administrador civil estadunidense, Paul Bremer.

Bremer emitió el 23 de mayo pasado una orden en la que pidió a los iraquíes que entregaran sus armas entre el primero y el 14 de junio.

Los ciudadanos que sean vistos portando armas después del periodo de amnistía podrían tener que enfrentar toda una serie de cargos en contra, según la policía de control de armas, instalada por Estados Unidos.

Las fuerzas de ocupación aseguran que hacen el máximo esfuerzo para restablecer la ley y el orden en el país, tras la caída del régimen de Saddam Hussein. No obstante, la mayoría de iraquíes no cree que la situación de seguridad esté mejorando y muchos tienen todavía miedo de caminar por las calles de la capital por la bandas de ladrones que se encuentran libres por la urbe.

En este contexto, los aviones militares angloestadunidenes son atacados cuando aterrizan en los aeropuertos iraquíes, sobre todo en el de Bagdad, afirmó el domingo un portavoz militar por medio de la radio de las fuerzas invasoras.

"Muchos aviones que transportan ayuda humanitaria a las ciudades iraquíes, sobre todo Bagdad, Mosul y Tikrit, son regularmente objeto de disparos cuando se acercan a los aeropuertos", añadió la fuente y agregó que "los autores de esos disparos deliberados son miembros del antiguo régimen que quieren entorpecer la campaña de reconstrucción" del país.

Mientras, en Gran Bretaña continúa la polémica sobre las presuntas armas de destrucción masiva iraquíes y las declaraciones hechas por la ex ministra de Desarrollo, Clare Short, en las que acusó al primer ministro, Tony Blair, de haber "engañado" a la opinión pública.

En una entrevista concedida a la televisión británica, Blair respondió: "No hay duda alguna de que Hussein tenía armas de destrucción masiva. Esa es la razón por la que durante 12 años mantuvimos resoluciones en (la Organización de) Naciones Unidas". Asimismo aseguró que tiene conocimiento de pruebas que hasta la fecha no han trascendido a la opinión pública.

Short, quien renunció a la cartera de Desarrollo tras condenar la guerra contra Irak, declaró al diario Sunday Telegraph que Blair completó datos de los servicios secretos británicos sobre el arsenal iraquí con información propia. La afirmación de que Hussein podía comenzar en un plazo de 45 minutos un ataque con armas químicas y biológicas no provino del servicio de inteligencia, sino de la oficina del primer ministro, relató Short.

Durante la entrevista televisiva, Blair señaló: "no voy a hacer más comentarios. Cuando ustedes vean... la evidencia de los científicos, los testigos y los investigadores en los sitios, entonces, creo, la gente estará muy satisfecha".

Sin embargo, el ex canciller Robin Cook (también opuesto a la guerra), ex líder laborista en la Cámara de los Comunes, pidió una investigación independiente sobre el asunto de las presuntas armas de destrucción masiva iraquíes, tras afirmar que Blair cometió un "error garrafal".

"En el mundo real, los gobiernos cometen errores, pero lo que no nunca deben hacer es tratar de negar o cubrir sus errores", señaló.

"El gobierno debe admitir que se equivocó y necesita poner en marcha una investigación independiente para saber en qué se falló, para que no vuelva a pasar ni se vuelva a enviar tropas británicas al campo de batalla con base en un error", agregó Cook, según refirió el diario británico The Independent.

A su vez, un militar no identificado declaró a la revista estadunidense Time que el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, estuvo "distorsionando profundamente" los datos sobre Irak, "casi de forma patológica".

El Departamento de Defensa siempre optó por las explicaciones más alarmantes de los servicios secretos, y pasó por alto errores, lo que llevó a una interpretación equivocada de los datos, según la fuente.

En un amplio artículo que analiza las razones por las que aún no se han encontrado armas de destrucción masiva en Irak, Time explica que desde el principio el proceso fue más deductivo que empírico debido a que se tomaba el peor escenario como un hecho y se pasaron por alto errores y ambigüedades.

La revista basa sus informaciones en las entrevistas a varias docenas de oficiales del servicio secreto estadunidense, expertos y empleados del Pentágono y de la CIA.

Asimismo, dos congresistas estadunidenses declararon que la guerra contra Irak estaba justificada inclusive si la afirmación de que ese país tenía armas de destrucción masiva termina siendo falsa. "Todavía creo que encontraremos esas armas", afirmó el senador John McCain al programa This Week de la cadena ABC. "Obviamente, todos estamos desilusionados por no haberlas encontrado aún", agregó.

Sin embargo, declaró que hay un "amplio testimonio de la brutalidad y represión de ese régimen (de Hussein)" y que en su opinión la "liberación de Irak está totalmente justificada".

Por su parte, el senador demócrata por Connecticut, Christopher Dodd, afirmó que "obviamente es importante para nosotros encontrar la respuesta a la pregunta de si esas armas estaban allí". Pero aseguró que aún si la evidencia sobre un programa de armas iraquí fue manipulada por la inteligencia estadunidense, "habría llegado también a la misma conclusión" y votado en favor de la invasión.

En todo caso, McCain indicó que el Congreso podría conformar "una comisión bipartidaria encargada de elaborar un informe sobre las actividades de inteligencia" en Irak, mientras Dodd estimó que "surgió un número suficiente de preguntas" en cuanto a la credibilidad de los informes de inteligencia y una eventual manipulación política de su contenido.

Al respecto, el senador republicano John Warner, presidente del Comité de las fuerzas armadas, comentó a la cadena CNN que examinará el tema, pero advirtió que lo hará defendiendo la integridad de los miembros de la administración Bush, sobre todo la del director de la CIA, George Tenet.