México D.F. Lunes 2 de junio de 2003
El ganador deberá restructurar las relaciones con la Federación, coinciden candidatos
En tres ciudades se decidirá el 6 de julio el futuro de Campeche
Revertir los rezagos sociales, otro reto para el próximo gobernador; se prevé voto diferenciado
LORENZO CHIM Y JOSE ANTONIO ROMAN /II Y ULTIMA CORRESPONSAL Y ENVIADO
Campeche, Camp., 2 de junio. Por su alta concentración poblacional, tres ciudades decidirán en comicios el futuro de esta entidad para los próximos seis años: Campeche capital, Ciudad del Carmen y Champotón, que en conjunto tienen 70 por ciento de los 435 mil ciudadanos registrados en el padrón electoral.
Así, aunque son 11 los ayuntamientos en disputa, las tres ciudades -que tienen 15 de los 21 distritos electorales locales- son las más significativas; quien obtenga el triunfo en ellas gobernará a casi 70 por ciento de la población y administrará un porcentaje similar de todos los recursos económicos del estado.
Las disparidades aquí son muy notorias. Es una entidad rica en recursos naturales, pero con enormes rezagos sociales, que colocan a siete municipios en los índices de alta y muy alta marginalidad. Quien resulte triunfador en las elecciones por la gubernatura el próximo 6 de julio tendrá como reto, según sus propios discursos, restructurar la relación entre la Federación y Campeche.
Con fuerte presencia indígena en todas las regiones, la entidad enfrenta graves problemas en los rubros de nutrición, salud, educación, vivienda y servicios públicos.
Secuelas de Isidore
A ello se suman la debacle camaronera -una de las principales actividades económicas de la entidad-, a causa de la explotación petrolera, y los cuantiosos daños ocasionados hace nueve meses por el huracán Isidore, del cual todavía quedan secuelas, como los numerosos incendios forestales que empiezan a proliferar de manera alarmante.
Las grandes extensiones de terreno y producción agropecuaria que devastó el meteoro en septiembre pasado hoy son tierra fértil para el fuego. Ha llegado a haber 18 siniestros de manera simultánea, en condiciones muy difíciles de combatir.
A su paso por Campeche, Isidore dejó pérdidas económicas por casi mil millones de pesos, en daños a la infraestructura carretera, de salud, educación y vivienda, así como programas y servicios. Hay actividades económicas que aún no se recuperan: el sector agrícola y pecuario sufrió daños muy severos. Se perdió 60 por ciento de la producción de maíz, frijol, frutales y fueron perjudicados casi cien mil ganaderos y apicultores.
Pese a la situación de urgencia, en su momento el gobernador José Antonio González Curi manifestó de manera reiterada que no necesitaba recursos adicionales de la Federación para la reconstrucción de las zonas dañadas, lo cual fue muy criticado por los campechanos.
Además, el mandatario estatal entró en franca confrontación con la secretaria de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, designada por el presidente Vicente Fox representante personal para la zona de desastre, Campeche y Yucatán.
Para cumplir con su encomienda, la funcionaria fijó temporalmente su residencia en Campeche, en una propiedad del banquero Roberto Hernández.
En materia educativa, algunas cifras también reflejan uno de los rezagos más altos y alarmantes de todo el país: 54 mil personas, 7 por ciento de la población total del estado, son analfabetas; 92 mil más, 12 por ciento, no cursaron la primaria, y otras 114 mil, 15 por ciento, no tienen secundaria. Junto con Oaxaca, Guerrero y Yucatán, Campeche es de los estados con mayor índice de reprobados en educación básica.
Además, 22 por ciento de los menores de cinco años padece desnutrición grave, dando lugar también a uno de los índices nacionales más elevados.
En medio de estas dificultades, entre los campechanos priva el sentimiento de que la Federación los maltrata y no los comprende, pues no ha sabido reconocer la valiosa aportación del estado a la economía nacional por la explotación petrolera en el territorio y las aguas campechanas.
En los próximos años, por ejemplo, Petróleos Mexicanos pretende incrementar 20 por ciento su producción de crudo en la Sonda de Campeche, al pasar de 2 millones de barriles diarios a 2 millones 400 mil, con la apertura de 94 nuevos pozos en el área Cuma Loc Sat, ubicada en los alrededores del proyecto de Cantarell.
Este tema forma parte recurrente del discurso político de partidos y candidatos en la contienda electoral, que están inconformes con el monto de recursos que reciben de la Federación, el cual, por cierto, dista mucho del que se destina a Tabasco.
Durante la contienda, partidos y candidatos han centrado su tarea electoral en las principales ciudades. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) apuesta a recuperar Ciudad del Carmen, que de ser tradicional bastión suyo, en 1997 se tiñó de amarillo, resultado de la postulación de Layda Sansores como candidata del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a la gubernatura.
Pero tres años después, en 2000, en las elecciones estatales intermedias, Ciudad del Carmen también se sumó a la ola azul, agitada por el fenómeno foxista. La volatilidad es evidente en el voto carmelita, pues la población está compuesta en su mayoría por inmigrantes de otras entidades atraídos por la actividad petrolera de finales de los años 70.
Las deficiencias en la administración municipal blanquiazul y un candidato panista que no termina de convencer a los ciudadanos carmelitas parecen ser los principales aliados para que el priísmo tenga hoy, a casi un mes de las elecciones, posibilidades reales de recuperar la isla, motor principal de la economía del estado, no sólo por el petróleo, sino también por actividades económicas como la deteriorada pesca camaronera, la ganadería y el comercio
El PRI, el Partido Acción Nacional (PAN) y Convergencia señalan que en Ciudad del Carmen hay empate técnico; la diferencia es de apenas cuatro o cinco puntos, según quien publique la encuesta respectiva.
Los tres hablan de reforzar sus estrategias electorales en la recta final de la contienda, pues estiman que el porcentaje de ciudadanos indecisos, entre 15 y 20 por ciento, deciden el sentido de su voto en las últimas dos semanas.
Partidos y candidatos hablan del fenómeno carmelita y adelantan que la sociedad campechana expresará sus preferencias electorales mediante un voto diferenciado el 6 de julio.
Los campechanos votarán esencialmente por candidatos, no por partidos. Así, el instituto político que obtenga el triunfo en la gubernatura no necesariamente ganará también los ayuntamientos y las diputaciones federales y locales en disputa.
Algunos partidos ya habrían rebasado los topes de campaña
Con la ley en la mano, la autoridad electoral ha hecho todo lo que está a su alcance para garantizar la transparencia del proceso.
El Instituto Estatal Electoral (IEE) debió multar con mil días de salario mínimo a PRI, PAN, PRD y Convergencia por adelantarse a los tiempos fijados para las campañas electorales.
No obstante, el IEE no recibió los recursos económicos necesarios para investigar denuncias de que se han rebasado los topes de campaña, que en el caso de gobernador es de 6 millones 753 mil pesos.
El volumen de la propaganda, los múltiples anuncios panorámicos, los espots en los medios de información y los obsequios a los simpatizantes hacen pensar que algunos de los principales partidos ya rebasaron el tope establecido por la ley.
Por lo competido del proceso electoral y el interés que ha despertado entre la ciudadanía -en medio de lo cual la Iglesia católica ha señalado que incurrirá en pecado quien no vote-, el presidente del IEE, Gonzalo Bojórquez, confía en que el nivel de participación ciudadana llegue cuando menos a 75 por ciento, cifra similar a la de las elecciones de gobernador de hace seis años. A un mes de las elecciones, nada está escrito en Campeche.
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