México D.F. Lunes 2 de junio de 2003
En el siglo XIX hubo una rebelión maya contra mestizos
Hallazgo de restos humanos en QR esclarecerá la Guerra de las Castas
JAVIER CHAVEZ ATAXCA CORRESPONSAL
Chetumal, QR 1o. de Junio. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) analiza restos humanos descubiertos durante una excavación efectuada en una iglesia colonial construida a finales del siglo XVIII ubicada al sur de Quintana Roo.
Los indicios son evidencia de una matanza de civiles mestizos consumada por rebeldes mayas el 21 de febrero de 1858, en la fase más cruenta de la Guerra de Castas, confirmó la delegada del INAH, Adriana Velázquez Morlett.
Precisó que los trabajadores efectuaban la remodelación de la iglesia de San Joaquín -ubicada en la localidad de Bacalar, a 35 kilómetros de la capital del estado- y descubrieron decenas de esqueletos dispersos, fragmentados casi en su totalidad.
''Los esqueletos de niños, mujeres y ancianos son la evidencia de una masacre ocurrida a mediados del siglo XIX. Su análisis nos aportará mayor información sobre un episodio doloroso y crucial de la historia de Quintana Roo", afirmó la arqueóloga.
Según la Enciclopedia de Quintana Roo, la Guerra de Castas estalló en 1847, cuando los mayas se sublevaron contra el gobierno de Yucatán. Concluyó en 1901, en plena etapa porfirista.
''Los pocos (mestizos) que se salvaron -añade la Enciclopedia...- huyeron al norte de Honduras Británica (Belice)... Este fue el fin de la villa de Salamanca de Bacalar, que en los siguientes años y hasta el final de la guerra fue cuartel de los mayas rebeldes''.
La delegada del INAH precisó que las víctimas de los mayas eran mestizos que permanecían en la villa, fundada con el nombre de Salamanca de Bacalar en 1544, y que compartió junto con otras ciudades de la península dos siglos de asedio de piratas.
''Vamos a efectuar pruebas de ADN y de estroncio para conocer detalles de la masacre, además de determinar la edad de las víctimas y sus condiciones de salud''.
La funcionaria sostuvo que hasta el momento no se ha precisado el número de esqueletos, aunque comentó que el párroco de la iglesia recurrió a los documentos legados por sus antecesores para confirmar que ''estaba llena de gente que se refugió ahí para escapar a la matanza''.
Dijo que la villa -ubicada en los límites con América Central- fue una de las cuatro ciudades coloniales más importantes de la Península entre 1701 y 1800. De hecho, sus orígenes se remontan al año 500 antes de nuestra era, cuando fue fundada por los mayas.
El antropólogo Alan Ortega está a cargo de la investigación que efectúa el INAH.
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