México D.F. Lunes 2 de junio de 2003
Domingo familiar en el distribuidor vial
Centenares de capitalinos decidieron pasear, husmear
por la obra y tomarse la foto
BERTHA TERESA RAMIREZ
Aunque se pospuso la inauguración oficial, centenares
de familias aprovecharon el día de asueto para pasear por el distribuidor
vial San Antonio. Sorprendidas por la magnitud de la obra, que en uno de
sus tramos mide entre 26 y 28 metros de altura, caminaron por la nueva
vialidad, que ya pronto les será imposible recorrer a pie.
Para
muchos capitalinos subir el puente fue todo un acontecimiento y un hecho
para recordar. Algunos señalaron que muy pocos podrán decir
que tuvieron el privilegio de caminar por esta vía, cuya longitud
es de 3.5 kilómetros en sus dos sentidos.
En el puente las familias tomaron fotografías,
grabaron videos, descansaron a ratos y se dedicaron a contemplar el paisaje,
así como identificar edificios y otras avenidas que desde esa altura
se pueden apreciar.
Luego de la carrera organizada por una televisora privada,
muchos padres acompañados de sus hijos y hasta abuelos, en su mayoría
con traje deportivo y cachuchas, sombrillas y agua en mano, recorrieron
la arteria vial, a la cual ascendieron por la entrada que está a
la altura de Periférico y la unidad habitacional Plateros.
En un sondeo realizado por La Jornada, la mayoría
de los paseantes señalaron que decidieron visitar el distribuidor
vial para observar de cerca la construcción y pasear por una vía
por la que no volverán a caminar. Dijeron confiar en que por medio
de la obra se agilice el tránsito vehicular en esta conflictiva
zona.
Para Edmundo Béjar, de la colonia Alpes, recorrer
a pie parte del distribuidor es un privilegio, porque es una vía
por la que no se podrá volver a pasar caminando. Los integrantes
de la familia de Esperanza Belmont, de la colonia Lomas de Capula, manifestaron
que decidieron visitarla para contemplar el paisaje desde arriba.
''Sabemos que aún no se va a abrir el distribuidor,
pero quisimos participar en este recorrido", expusieron.
Carmen Hernández, de la colonia La Cascada, dijo
que la obra la maravilló porque en la ciudad no hay otra de este
tipo. Agregó que a los ciudadanos no les apura que se termine pronto,
sino que se concluya bien.
Constanza Mier indicó que su familia quería,
aunque fuera una vez, subir al puente: "queríamos ver el panorama
desde diferentes puntos; se ve muy bien, quedó muy bonito, lo único
que me da pena es que las casas de abajo perdieron toda la luz y su vista".
José Luis Romero, también de La Cascada,
dijo que su familia deseaba observar cómo quedó la construcción,
si va a ser una vía segura.
Angélica Vega expresó: "supimos que andaba
por aquí el jefe de Gobierno y quisimos venir a saludarlo".
Alejandro Sánchez, de Torres de Mixcoac: "me parece
una obra buena, esperamos que cumpla su objetivo y que ayude a desahogar
el tráfico en esta zona. Desde arriba la vista es muy bonita, mi
esposa tenía un poco de miedo porque decía que está
muy alto, pero al estar arriba ya no parece tan alta''.
Angelina Morales señaló que la obra le parece
fabulosa. "Nosotros que vivimos aquí cerca hemos visto su desarrollo,
el esfuerzo que han puesto todos los obreros y creo que es algo que hay
que reconocer. Han trabajado estupendamente, los materiales que han utilizado
en la construcción son muy buenos, es una obra positiva que, dejando
de lado toda la cuestión política, pienso que es una construcción
buena. Esperemos que sirva bastante para lo que es el tráfico y
que al utilizarla los automovilistas la usen con respeto, porque esa es
una cuestión muy importante, que la gente no la tome como una pista
de carreras, sino que la utilicemos para lo que es: una vía de comunicación".
Humberto Santillán, del pueblo San Bartolo Ameyalco,
delegación Alvaro Obregón, indicó que es una obra
que ha disfrutado desde el principio; sin embrago, consideró que
mucha gente no ha entendido todavía su magnitud, sobre todo que
es resultado de una democracia que no vamos a entender hasta que no pase
el tiempo.
Dijo que cuando se dan estas cosas hay que celebrar: "nos
debiera dar gusto y hasta deberíamos hacer fiesta. ¿Por qué?
Porque con estas acciones parecería que terminaron aquellas épocas
en las que los regentes del PRI decían: a mí nada más
pónganme donde hay, que yo me encargo de agarrar, o aquello de:
si estás ahí, agarra lo que puedas. En este gobierno parece
que no es así, parece que la premisa es: a mí póngame
donde hay, que yo me encargo de distribuir."
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