México D.F. Lunes 2 de junio de 2003
José Cueli
El Juli decepcionó en Madrid
En el coso de la calle de Alcalá, toritos negros le quitaban el sueño a Julián López El Juli, quien se encerraría solo con bureles de diferentes ganaderías. Jugó a la ruleta el torero madrileño que perdía el sitio de figura del "toreo moderno", y para su buena estrella medio la enderezó con una tanda de naturales al quinto de esa tarde.
El Juli hizo resonar la Plaza Monumental de las Ventas y "alevantó" la corrida con esa tanda magistral, previo a un revuelo de verónicas y lances de fantasía pura y estocadas a volapié que provocaron divisiones de opinión y clamores de aficionados que se esparcieron por Madrid.
Llenos los tendidos y óles en las bocas, las garbosas filigranas del torero removían la arena del redondel. Solo, muy solo, palpaba la soledad del toreo y la trasmitía a barreras y andanadas de las que bajaban miradas ardientes de mujeres que estremecían al "niño" que dejó de serlo. Y salió sin pena ni gloria de su difícil apuesta a una sola carta... pues sería su única corrida en la feria isidril; en ella trató de poner El Juli la alegría que parecía perdida, junto con el goce del cuerpo, que le impedían gustarse.
Aunque solo se gustó el torero madrileño en esos pases naturales. Antonio Lorca, en El País, resume su actuación: "Seis toros, varios de ellos con posibilidades para el triunfo, y muy escasos los momentos de emoción torera (...) Dio muchos pases y variados, muy pocos para el recuerdo (...) torea tanto y tan cómodamente por esas plazas de Dios que llega a Madrid y se olvida que el toreo es parar, templar, mandar, cruzarse a pitón contrario, cargar la suerte y ligar los pases".
En resumen: para la crítica española, El Juli, triunfador joven y dominador, decepcionó, a pesar de esos naturales a un bravo toro de Fuente Ymbro, y no consiguió "alevantar" la feria que se va de madre. "Encerrarse con seis toros en Madrid es para auténticas figuras, y El Juli aún no lo es..."
|