México D.F. Martes 3 de junio de 2003
Expiden "certificación de natividad lacandona"
para proyectos ecoturísticos
Oficializan el racismo en la reserva de la biosfera
de Montes Azules
Continúa el avance de la participación
de trasnacionales y otras empresas en la región
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO
Montes Azules, Chis. 2 de junio. Mientras
las autoridades federales y los organismos ambientalistas internacionales
discurren y justifican la necesidad de proteger la reserva de la biosfera
en el corazón de la selva lacandona, y preparan terreno a los desalojos
de comunidades dentro de Montes Azules, avanzan los proyectos ecoturísticos
en la región, con la participación de Ford Motor Company
y otras empresas privadas. Con ello se oficializan criterios racistas nunca
antes vistos.
En septiembre de 2002, Alfonso Chan'kin, comisariado de
bienes comunales de la zona lacandona, expidió, en el municipio
de Ocosingo, sin especificar el día, una inusitada "certificación
de natividad lacandona" para 13 pobladores de Lacanjá Chansayab
"mayores de edad y en pleno goce de sus facultades físicas e intelectuales".
Se les reconoce como miembros de la "etnia lacandona" para "los trámites
legales que convengan".
¿Y para qué puede servir en estos tiempos
un certificado de presunta pureza racial, independientemente del procedimiento
que se haya empleado para realizarlo? Pues para hacer negocios con el gobierno
federal y con los inversionistas. Concretamente, para que este grupo de
personas (que resultaron ser 14) pueda constituir una cooperativa de "servicios
de investigación" que, presidida por Arturo Paniagua Nuk (uno de
los agraciados con la acreditación de linaje), pudiera firmar un
convenio de participación con la asociación civil denominada
Espacios Naturales y Desarrollo Sustentable, la cual proyecta poner en
operación varias "estaciones".
De base científica a estación turística
De
estas estaciones turísticas ya opera una en Chajul. Antes era una
base científica operada por la UNAM, pero después del cambio
de gobierno federal, antiguos funcionarios zedillistas (entre ellos la
ex secretaria de Medio Ambiente y un ex director de Areas Naturales Protegidas)
propugnaron por el aprovechamiento y vigilancia privados de Chajul. También
allí trabajan miembros de la "etnia lacandona", aunque no se sabe
si poseen "certificado de natividad". El lugar ya entró en la "pista"
del ecoturismo especializado internacional, de manera que hoy incluso los
investigadores de la UNAM que quieran pasar unos días en la estación
deberán pagar en dólares. Pero como expresó a finales
del año pasado un administrador de la estación Chajul, es
más fácil obtener una reservación desde el extranjero.
Como ya documentó La Jornada semanas atrás,
la mencionada asociación civil, presidida por el físico José
Warman, ha desarrollado un proyecto ecoturístico y de "servicios
de investigación" en la proyectada Estación Jalisco, que
se ubicaría en la reserva de la biosfera de Montes Azules. Los lacandones
son socios del proyecto y recibirán adiestramiento en servicios
de hotelería rústica y atención de huéspedes
(materia en la cual los residentes de Lacanjá Chansayab están
iniciados desde hace mucho).
A su vez, Espacios Naturales firmó un convenio
de concertación con la Secretaría de Medio Ambiente, a través
de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y la
Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas, "para la conservación
del área natural protegida ubicada en la reserva de la biosfera
Montes Azules". Firman el documento José Campillo García,
Enresto Enkerlin Hoelfich y José Warman, titulares de Profepa, CNAP
y Espacios Naturales, respectivamente. La copia, en poder de La Jornada,
no lleva aún la fecha y falta la firma del titular de Semarnat,
Víctor Lichtinger Waisman, como "testigo de honor".
Los signatarios del convenio se comprometen a "vigilar,
proteger y preservar" Montes Azules. Enseguida se especifica que la asociación
civil Espacios Naturales "realizará obras de infraestructura (...)
para el desarrollo de diferentes actividades para la conservación,
principalmente de inspección y vigilancia en los parajes denominados
Tzendales y San Pablo".
A principios de abril, las autoridades ejidales de Nuevo
Zamora, próximo a Pico de Oro, expresaron inconformidad y extrañeza
por las obras que se estaban realizando en tierras vecinas, cerca de la
desembocadura del río Tzendales, que se une al cauce del Lacantún
dentro de Montes Azules. Se trata de la Estación Tzendales, que
construyen Espacio Naturales, la comunidad lacandona y Ford Motor Company
(vieja aliada de los lacandones de Lacanjá). Participan directamente
los lacandones "puros" de Lacanjá Chansayab, sin notificar ni consultar
a los pobladores de Nuevo Zamora.
Dirigiéndose al gerente regional de la Comisión
Nacional Forestal, Iván Azuara, el comisariado ejidal de dicha población,
Daniel Saturnino Moreno Guzmán, preguntó de qué se
trataba y si existía algún estudio de impacto ambiental,
puesto que se estaban derribando árboles y realizando construcciones
en la selva. Al desconocer la respuesta, Azuara consultó mediante
oficio a Semarnat, Profepa y CNAP el 14 de abril.
El 23 de abril recibió respuesta de las dos últimas.
Ernesto Enkerlin, presidente de CNAP, le notificaba: "Hemos determinado
que para cumplir adecuadamente con las labores de vigilancia en materia
de vigilancia para la conservación de la reserva de la biosfera
Montes Azules es indispensable contar con apoyo de infraestructura; esta
comisión nacional ha identificado que uno de los sitios más
convenientes para este apoyo es la Estación Tzendales, localizada
un kilómetro abajo de la desembocadura del río Tzendales,
sobre la margen izquierda del río Lacantún." La estación
está siendo remozada y acondicionada, agregaba, por Espacios Naturales
y Desarrollo Sustentable, AC.
Diana Ponce Nava, subprocuradora de Recursos Naturales
de Profepa, a su vez notificó al gerente de Conafor que "recientemente
se ha suscrito un convenio de concertación" para realizar dichas
obras de infraestructura.
Con base en esto, Azuara dirigió una comunicación
de respuesta al comisariado ejidal del Nuevo Centro de Población
Ejidal Nuevo Zamora, acompañándola con los dos documentos
hasta aquí mencionados. El expediente al que tuvo acceso este enviado
procede de las autoridades de Nuevo Zamora, inconformes con la contestación.
Ni el gerente regional de Conafor ni las autoridades ejidales recibieron
respuesta alguna respecto al estudio de impacto ambiental cuya solicitud
dio origen a las respuestas. El comisariado ejidal sospecha que dicho estudio
no existe
|