México D.F. Sábado 7 de junio de 2003
Thurow afirma que más que el comercio, la ignorancia es fuente de desigualdad
Niegan que la globalización eleve la pobreza
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
Revertir el actual proceso de globalización de la economía "sólo afectaría" a los habitantes de los países más pobres, advirtió ayer Lester Thurow, profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés). El académico calificó de "incoherentes" los argumentos esgrimidos por los grupos opositores a ese modelo de economía mundial, y aseguró que es "falsa" la afirmación de que la globalización aumenta la pobreza.
En una conferencia de prensa, en el marco de la Expomanagement 2003, Lester Thurow sostuvo: "en la izquierda se argumenta que la globalización crea desigualdad, pero no acepta que la fuente de desigualdad no son el comercio o los flujos de inversión sino la falta de conocimiento".
Existen evidencias, aportadas por el Banco Mundial o la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, de que la pobreza ha ido en aumento en los recientes años, periodo en que se ha acentuado la liberalización de las economías y la apertura a los flujos de capital.
Pero para el profesor del MIT "no es verdad que la globalización haya aumentado la pobreza. En China, por hablar de un país, mil 300 millones de personas han visto que aumenta su nivel de vida desde que ese país abrió su economía".
El especialista planteó que "si por alguna razón la globalización se acabara ahora, el nivel de vida promedio de los mexicanos caería fuertemente, por no poder vender sus productos a Estados Unidos, por no recibir plantas maquiladoras. Aquí estamos ante un caso de esquizofrenia, en una ambivalencia, en la que se odia algo que al mismo tiempo se necesita", dijo.
Según Thurow, quien es profesor de administración y economía en el MIT, si fueran detenidos el comercio y la inversión mundiales, el nivel de vida en un país rico como Estados Unidos se reduciría marginalmente. Pero en cambio, añadió, en el Tercer Mundo el desplome de la calidad de vida sería dramático. "Por eso no entiendo a los globalifóbicos, que actúan bajo la bandera de defender a los más pobres".
Aseguró que la globalización "no aplasta a la gente, sino que la deja fuera". Dijo que, de acuerdo con los estándares de medición empleados en Estados Unidos, 3 mil millones de personas en el mundo, casi la mitad de la población mundial, son analfabetas o están mal instruidas. "Esa es la fuente de la desigualdad que hay que eliminar. Porque esas personas sin instrucción no tendrán oportunidad de desempeñar ningún trabajo bien remunerado en los próximos años", señaló.
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