Descubren detalles sobre las famosas fiestas de Uday Hussein

Uday fue siempre el hijo de la mala reputación: mujeres, borracheras y brutalidad. El hijo favorito de Saddam Hussein mató una vez a un guardaespaldas, y fue él quien alardeó de que el pobre Farzad Bazoft, reportero del diario The Observer ejecutado en Irak, "debió haber sido colgado mil veces".

ƑPero era Uday el mujeriego que se asegura? Los marines descubrieron su alcoba en Bagdad, decorada con pinturas semipornográficas de mal gusto. Pero miembros de los servicios secretos del propio Uday han dado a conocer fotos que muestran a su ex jefe en su elemento: entre armas y mujeres. Hombres y mujeres jóvenes, que al parecer asistieron a alguna de las horribles fiestas de Uday, lo miran aprobatoriamente mientras posa con un rifle Kalashnikov, en una de las imágenes. En otra, tres chicas lanzan miradas de adoración a Uday, sentado, como aparecía con frecuencia porque un intento de asesinato dejó debilitadas sus piernas. Otra foto lo muestra mirando atentamente a una muchacha de vestido corto que baila para él.

Ninguna de las mujeres de las fotografías ha sido identificada. ƑAcaso esto refleja la realidad del hombre que encabezaba el Comité Olímpico Iraquí y or-denaba que fueran torturados atletas y futbolistas si no resultaban victoriosos? Existen otras historias: que sus pistoleros secuestraban mujeres, que su padre ya estaba harto de sus borracheras, su consumo de drogas y que fuera mujeriego. Algunos dicen que quedó impotente a raíz del atentado contra su vida.

Uno de los últimos retratos oficiales de Uday lo muestra al lado de su padre, con la camisa de fuera de los pantalones, con una pistola enorme al cinto. Y si las mu-jeres estaban ahí solamente para salvar las apariencias, para lo mismo le servía la pistola. Uday, sin disparar un tiro, desapareció junto con los familiares más cercanos de Hussein cerca del 9 de abril.

Este viernes el secretario de Defensa estadunidense, Donald Rumsfeld, afirmó que Ali Hassal al Majid, alias Ali el Químico, podría estar aún con vida. ROBERT FISK, ENVIADO ESPECIAL EN BAGDAD (© THE INDEPENDENT; TRADUCCION: GABRIELA FONSECA)