México D.F. Sábado 7 de junio de 2003
Prevé el INAH abrir al público, en un par de meses, la zona aledaña a Teotihuacán
Concluyeron trabajos de demolición de la plaza comercial en La Ventilla
Es uno de los barrios teotihuacanos más completos por su magnitud, dice investigador
La recuperación del lugar prueba que ''lo arqueológico prevalece sobre lo mercantil''
ERICKA MONTAÑO GARFIAS ENVIADA
Teotihuacan, Mex., 6 de junio. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) concluyó los trabajos de demolición de las estructuras de cemento levantadas en 1994 para la construcción de una plaza comercial en la zona arqueológica de La Ventilla, localizada junto a la de Teotihuacán, en la que se han localizado numerosos objetos y restos humanos que permitirán un acercamiento mayor a la vida de los pobladores del lugar.
Uno de los descubrimientos más importantes es la de glifos pintados en el suelo de algunos de los conjuntos arquitectónicos y que, a decir de los arqueólogos, demuestra que los teotihuacanos sí tenían una escritura, además de 58 murales con representaciones de jaguares, sacerdotes y de sacrificios humanos. Se prevé que el lugar esté abierto al público en uno o dos meses, después de realizar trabajos de acondicionamiento que en su primera etapa requerirán de 1.5 millones de pesos.
La Ventilla, a unos cuantos metros de la entrada principal a la zona de Teotihuacán, fue objeto de una fuerte polémica cuando en 1994 se inició una construcción comercial, Plaza Jaguares, para reubicar a los comerciantes ambulantes que trabajan, y aún lo hacen, en la zona.
Sin embargo, las protestas fueron inmediatas ante la posible destrucción de patrimonio arqueológico, lo que obligó a la suspensión de los trabajos en los que se preveía la edificación de 300 locales y un estacionamiento para 400 vehículos y 20 autobuses (La Jornada, 13/03/95).
Inclusive el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS, dependiente de la UNESCO) advirtió al INAH que la edificación de la plaza comercial obstaculizaría y afectaría la investigación en la zona, y recomendó adquirir los terrenos. Sin embargo, por problemas entre los particulares no se compró el predio.
Entrega simbólica a investigadores
Fue el 30 de marzo de 2001 cuando se decretó la expropiación del terreno, integrado por los ranchos La Cruz y Las Cruces con un total de 125 mil 744 metros cuadrados, que en la década de los 40 fue utilizado para la agricultura. La demolición de las estructuras construidas en 1994, 3 mil metros cuadrados de edificación, comenzó el pasado 12 de mayo y costó 650 mil pesos.
El investigador de la zona arqueológica de Teotihuacán, Rubén Cabrera Castro, afirmó que no hubo daños a las estructuras prehispánicas, ''porque desde antes de las obras de construcción había un grupo de arqueólogos que iba por delante haciendo rescate y señalando las áreas por las que no podían entrar".
El de La Ventilla ''es uno de los barrios teotihuacanos más completos en cuanto a magnitud y al entendimiento que muestran sus vestigios, entre ellos una serie de 'manzanas' o conjuntos arquitectónicos de diversas categorías" incluyendo espacios residenciales, administrativos y talleres artesanales ''en los que se fabricaban objetos de jade, pluma, hueso y concha", precisó Cabrera Castro.
Se localizaron además 338 entierros humanos, algunos múltiples, con unos 350 esqueletos cuyo estudio ha permitido determinar la dieta, las características antropofísicas y los sistemas funerarios. Existe, además, un ''espacio social" que posiblemente fue un mercado, 58 murales que aún conservan su pigmentación original y los glifos ''que continúan apareciendo en las zonas aledañas y están asociados a estructuras teotihuacanas y a otras con características oaxaqueñas. Esto es importante porque se decía que en Teotihuacán no existía la escritura o si la había era muy simulada en su representación, pero ahora ya tenemos elementos para los estudiosos".
El director del INAH, Sergio Raúl Arroyo, realizó la entrega simbólica de La Ventilla a los investigadores y arqueólogos. Afirmó que la recuperación de la zona demuestra que los sitios arqueológicos ''están por encima de cualquier interés comercial", y subrayó que La Ventilla ya no tiene ningún problema legal que impida su investigación. Por el momento no existe un nuevo plan para reubicar a los comerciantes ambulantes y eso, dijo Arroyo, es un trabajo que se debe realizar entre el INAH, los líderes de los vendedores y las autoridades municipales.
Desplome de la producción artesanal
La producción artesanal de figuras prehispánicas de obsidiana y otros materiales se ha desplomado por falta de apoyo para su comercialización y el excesivo intermediarismo, y hoy los casi 200 talleres artesanales que se ubican en Teotihuacán y San Martín de las Pirámides sólo trabajan a 30 por ciento de su capacidad, informó el corresponsal Javier Salinas Cesáreo.
Los representantes de la Unión de Auténticos Artesanos del Valle de Teotihuacán, Agapito y Humberto Hernández, se quejaron de que aparte de esa situación el gobierno del estado de México, por conducto del despacho de abogados Ugalde-Ugalde, pretende embargar las posesiones de varios de los artesanos que obtuvieron un crédito oficial hace cinco años y que no han podido pagar.
|