México D.F. Sábado 7 de junio de 2003
Se han descubierto más de 100 cuerpos extrasolares y algunos son ''habitables''
Cambiar de planeta puede ser un proceso tan complicado como lograr la paz en la Tierra
FAUSTO CERVANTES ORTIZ ESPECIAL
Astrónomos del Centro Smithsoniano de Astrofísica anunciaron, el 29 del pasado mayo, el descubrimiento de un nuevo planeta fuera del sistema solar, que se suma a los cada vez más frecuentes hallazgos de planetas en otros sistemas estelares.
Una lista del observatorio de Pico de Midi, en Francia, incluye más de un centenar de planetas extrasolares descubiertos hasta abril de este año. Algunos de ellos se clasifican como habitables.
Difícil colonización por la distancia
El mismo día que las tropas de Estados Unidos y Gran Bretaña entraron a Bagdad, se anunció el descubrimiento de un planeta habitable a menos de 40 años luz. Esto hizo que algunos vislumbraran ciertas esperanzas: si por la guerra este planeta termina destruido, ya tenemos otro para vivir en armonía.
No obstante, para decidir si un nuevo planeta descubierto es habitable, lo principal es determinar un intervalo de temperaturas posibles, así como ver si es posible la existencia de una atmósfera y un océano en su superficie. Si estos requisitos se cumplen, la habitabilidad de ese planeta es muy probable.
Suponiendo que el planeta es realmente habitable, su colonización es una tarea difícil debido al problema de la distancia. Para ilustrar esto, pensemos que el planeta habitable más cercano está en el sistema Alfa Centauri, el más próximo al Sol, a una distancia de cuatro años luz. Esto significa que la luz que sale del sistema tarda ese tiempo en llegar a la Tierra.
Si quisiéramos viajar a Alfa Centauri en una nave espacial, el tiempo que necesitaríamos para llegar tendría que ser mayor, pues ningún objeto puede viajar a la velocidad de la luz. Qué tanto más tardaríamos depende de la velocidad con que viajemos. Como no podemos viajar a la velocidad de la luz, sería preciso acercarnos a esta velocidad tanto como sea posible, esto es, acelerar la nave.
Si pudiéramos acelerar la nave de modo que en un tiempo corto alcance una velocidad cercana a la de la luz, los efectos fisiológicos serían desastrosos, por lo que lo más indicado sería acelerar en una magnitud similar a la aceleración de la gravedad terrestre. Esto haría que el viaje durara más de 11 años, medidos desde la Tierra.
Pero la teoría de la relatividad asegura que midiendo el tiempo desde la nave, el viaje duraría sólo siete años. Esto que al principio nos hace tener esperanzas de dejar a este mundo de guerras, se torna en un chasco cuando consideramos el problema del combustible necesario para impulsar a la nave.
El problema de la energía
El petróleo lo tendrían acaparado los dueños del armamento, por lo que no se podría usar. Pero aunque se pudiera, dada su baja eficiencia, no habría suficiente para asegurar la travesía. Sin embargo, hay otros procesos mediante los cuales se puede obtener energía. La fusión nuclear -que consiste en que dos núcleos atómicos ligeros (por ejemplo, de hidrógeno) se funden para formar uno solo más pesado (helio, cuando se fusionan cuatro núcleos de hidrógeno)- libera suficiente energía, sin embargo, un cálculo sencillo muestra que para hacer que una nave de una tonelada efectiva llegue a tener una velocidad de 98 por ciento de la de la luz es necesario más hidrógeno que el existente en la Tierra.
Existe otra posibilidad: hacer que cierta cantidad de antimateria se aniquile totalmente con una cantidad igual de materia. Pero no disponemos de antimateria, y si así fuera, Ƒdónde la guardaríamos? Lo que podría hacerse es producir antimateria conforme se vaya necesitando. Pero a la fecha se necesita más energía para producir antimateria que la que se obtendría de su aniquilación.
Por otro lado, Ƒcómo se alimentaría la tripulación en un viaje de siete años? Sería necesario llevar una gran cantidad de conservas, por ejemplo, así como lo conveniente para procesar los desechos. Esto haría que la masa a transportar se incrementara y, por tanto, también la energía necesaria para el transporte.
ƑY si el planeta en cuestión ya está habitado? (Y tal vez por una raza más violenta que la humana). Por lo visto, cambiar de planeta puede ser casi tan difícil como lograr la paz en la Tierra.
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