México D.F. Martes 10 de junio de 2003
El aumento, por las elevadas ganancias de la banca
Se incrementó 37.7% el crédito al consumo, asegura BBVA-Bancomer
ISRAEL RODRIGUEZ
El crédito al consumo, otorgado por la banca comercial hasta el cierre de abril de 2003, ascendió a 83 mil millones de pesos, lo que significó un crecimiento real anualizado de 37.7 por ciento, informó el grupo BBVA-Bancomer.
Sin embargo, este aumento ha sido impulsado por las altas ganancias que representan para los bancos comerciales el otorgamiento de préstamos continuos en tarjetas de crédito para la adquisición de automóviles y créditos personales a través de nómina.
Si tomamos en consideración que las tasas de interés de los instrumentos líderes en el mercado (Cetes a 28 días) han registrado bajas constantes, hasta ubicarse en niveles sin precedente (4.72 por ciento anual), las tasas que cobran los bancos siguen siendo excesivamente altas.
Por ejemplo, el BBVA-Bancomer cobra en tarjetas de crédito un promedio anual de 35.8 por ciento, es decir, un diferencial de 31 puntos porcentuales, mientras que para la adquisición de un auto las tasas de interés llegan hasta 18.5 por ciento y para los préstamos personales, a través de nómina, la tasa de interés anual se ubica en 22 por ciento.
A las altas tasas de interés que predominan en el sistema bancario en México se deben sumar otros gastos colaterales, como los de administración, investigación, comisiones, sanciones, renovaciones y otros conceptos que encarecen aún más los préstamos.
La principal calificadora de valores en el mundo, Standard & Poor's, reconoce en su reciente y amplio estudio Perspectiva corporativa en México que pese a que gran parte del sector bancario está en manos de extranjeros y los bancos están, en general, bien capitalizados y administrados profesionalmente, "escasamente otorgan créditos y contribuyen en muy poco a las perspectivas de crecimiento del país".
Agrega que el crédito interno a los sectores privado y público no financieros fue apenas 12 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2002, muy por debajo de la medida de 42 por ciento del PIB de países desarrollados y más aún comparado con Chile, que representa 66 por ciento de su PIB.
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