México D.F. Martes 10 de junio de 2003
Blair no quiere comparecer ante legisladores
de GB sobre el tema del arsenal iraquí
"El tiempo probará" que EU hizo lo correcto
al invadir Irak, afirma Bush
Fallece otro soldado estadunidense en nuevo ataque contra
la ocupación
AFP, THE INDEPENDENT, PL Y REUTERS
Washington, 9 de junio. El presidente de Estados
Unidos, George W. Bush, insistió este lunes en que "la historia
y el tiempo probarán" que Estados Unidos hizo lo correcto al invadir
Irak, aunque aún no se hayan encontrado armas de destrucción
masiva.
"La información de inteligencia, a lo largo de
la década, mostró que tenía un programa de armas.
Estoy absolutamente convencido de que con el tiempo vamos a averiguar que
sí tenían un programa de armas", declaró Bush a la
prensa.
El gobierno de Bush se encuentra bajo ataque de la oposición
demócrata y de otros críticos que lo acusan a él y
a sus ayudantes de haber exagerado la amenaza que representaba Saddam Hussein
para justificar la invasión y el derrocamiento.
Bush
señaló a periodistas tras reunirse con su gabinete: "la historia
y el tiempo probarán que Estados Unidos tomó una decisión
absolutamente correcta al liberar al pueblo de Irak de las garras de Saddam
Hussein". Respecto a si piensa que la credibilidad de Washington está
en juego por falta de pruebas que apoyen su denuncia, Bush, molesto, afirmó
que su país cumplió la misión más importante:
derrocar al líder iraquí.
Bush, quien en varias ocasiones vinculó a Irak
con la red Al Qaeda de Osama Bin Laden antes de la guerra, reiteró
ese argumento este lunes y subrayó que una supuesta célula
de la organización con sede en Bagdad llevó a cabo los atentados
del 11 de septiembre de 2001 y ordenó el asesinato de un trabajador
humanitario en Jordania.
Previamente, el diario The New York Times aseguró
que dos supuestos líderes de Al Qaeda, actualmente detenidos por
los estadunidenses, dijeron que la red no colaboraba con el régimen
de Hussein. Los arrestados son Kalid Shaikh Mohammed y Abu Zubeida, quienes
aseguraron que el propio Osama Bin Laden vetó a Hussein.
Mientras tanto, se informó que ni el primer ministro
británico Tony Blair ni el director de Comunicaciones de su gobierno,
Alastair Campbell, permitirán que el Comité de Selección
sobre Asuntos Internacionales los interrogue sobre el controvertido tema
de las presuntas armas de destrucción masiva de Irak.
Legisladores británicos pidieron en una carta que
Blair y Campbell entregaran evidencia de su investigación sobre
las acusaciones de que el gobierno "exageró" los reportes de inteligencia
concernientes a la amenaza que representaba Hussein para justificar la
guerra, refirió The Independent.
Por su parte, la ex secretaria de Desarrollo británico
Clare Short acusó a Estados Unidos de faltarle el respeto a Naciones
Unidas al mentir sobre la supuesta existencia de armas de extermino masivo
en Irak, y advirtió que su política agresiva sólo
encontrará más odio en todo el mundo.
La administración Bush -apuntó Short- se
negó a firmar el acuerdo de Kyoto (sobre la emisión de gases
tóxicos), a aceptar la autoridad de la Corte Penal Internacional
y a suscribir la Convención de los Derechos del Niño. Asimismo,
recordó que Estados Unidos es en la actualidad la nación
más poderosa del mundo, pero pocos estadunidenses entienden que
el poder de su país no puede ayudar a la seguridad actuando de esa
manera.
Protesta en Bagdad
Por otro lado, decenas de ex oficiales del antiguo ejército
iraquí, actualmente sin empleo, se manifestaron este lunes en el
centro de Bagdad, en protesta por la disolución de las fuerzas armadas
decidida por el administrador civil estadunidense, Paul Bremer. La principal
demanda de los ex militares fue el pago de sus sueldos atrasados. En caso
de que no sea así, amenazaron con alzarse en armas.
Simultáneamente, en Basora, 550 kilómetros
al sur de la capital iraquí, centenares de personas se pronunciaron
contra la compañía estadunidense Kellog, Brown and Root,
la cual, según denunciaron empleados, contrató obreros procedentes
de países asiáticos para reparar un oleoducto dañado
durante los bombardeos.
Además, un soldado estadunidense murió baleado
el domingo en un puesto de control, cerca de la frontera con Siria, señalaron
el lunes las fuerzas invasoras. El militar perdió la vida cuando
un vehículo llegó hasta un puesto de control en Qaimm y sus
ocupantes pidieron asistencia médica, informó este lunes
el Comando Central (Centcom) estadunidense en un comunicado. Según
la fuente, dos personas dispararon al soldado con pistolas. Otros militares
respondieron al fuego, mataron a un atacante y capturaron al otro. Un tercero
huyó en el vehículo.
Asimismo, dos iraquíes murieron y otros seis fueron
detenidos durante una incursión realizada el domingo por las fuerzas
estadunidenses cerca de Bagdad, anunció el Centcom. Los soldados
estadunidenses confiscaron tres lanzacohetes, 16 granadas, un mortero,
tres pistolas y un fusil Kalashnikov, agregó el Centcom,
que no precisó exactamente el lugar de la operación ni la
identidad de los muertos y los detenidos.
A su vez, el periódico The Washington Times
indicó que los servicios de espionaje iraquíes ordenaron
actos de sabotaje, saqueos y asesinatos si Irak perdía la guerra.
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