México D.F. Viernes 13 de junio de 2003
El pago anticipado de bonos Brady, "paso histórico",
asegura Vicente Fox
México necesita reducir pobreza y depender menos
de EU: FMI
El costo para la nación del retraso en
las reformas fiscal y laboral será menor crecimiento, advierte Koehler
ante el Presidente
JUAN MANUEL VENEGAS Y ROBERTO GONZALEZ AMADOR
El director gerente del Fondo Monetario Internacional
(FMI), Horst Koehler, aseguró este jueves que un "retraso" en las
reformas del sistema fiscal y del mercado laboral en México provocará
que el país deba pagar el costo de menor crecimiento y retraso en
la disminución "de la muy elevada pobreza".
Ante el presidente Vicente Fox Quesada, durante una ceremonia
en la que el gobierno federal formalizó el pago anticipado de bonos
Brady de la deuda externa pública, Horst Koehler aseguró
que México "tiene que reducir por lo menos un poco su dependencia
de la economía de Estados Unidos y buscar nuevas oportunidades de
inversión para mantener altas tasas de crecimiento de manera continua".
Koehler,
quien se encuentra en México por tercera ocasión desde que
asumió el cargo de director gerente del FMI en mayo de 2000, destacó
la "suave transición política" que ha vivido el país
y el "cambio notable" que ha logrado desde la crisis de 1994-1995, la más
pronunciada del siglo XX:
Sin embargo, manifestó, México enfrenta
el "gran reto" de aumentar el crecimiento de la economía para poder
reducir la pobreza, que de acuerdo con cifras oficiales afecta a poco más
de la mitad de los 100 millones de habitantes del país.
"El crecimiento ha bajado después de haber aumentado
durante la segunda mitad de los años 90. La pobreza es muy elevada,
a pesar de las tendencias recientes y el presidente Fox me ha dicho que
en unas dos semanas habrá buenas noticias al respecto", expuso Koehler
durante una ceremonia en Los Pinos, a la que asistió el gabinete
económico y en la que estuvo también John Snow, secretario
del Tesoro de Estados Unidos.
Horst Koehler señaló que "el crecimiento
de México es un reflejo de la economía de Estados Unidos,
pero también su crecimiento se debe al Tratado de Libre Comercio
(con Estados Unidos y Canadá) y, por lo tanto, tiene que reducir
por lo menos un poco su dependencia de la economía estadunidense
y buscar nuevas oportunidades de inversión".
"Se necesitan reformas estructurales y la reforma fiscal
es muy importante en México, dada la poca participación de
los ingresos no petroleros en la recaudación, además de que
también se debe reducir la evasión fiscal", indicó.
El director gerente del FMI aseguró que México
debe cambiar las reglas que rigen actualmente el mercado laboral, el cual,
señaló, "tiene que ser más flexible y acercarse más
al de sus socios comerciales. Esto redundará en grandes beneficios
para el país: aumentará los niveles de empleo, de productividad
y pondrá a los trabajadores nacionales en la corriente general".
Posteriormente, en una conferencia de prensa, Horst Köhler
respondió una pregunta acerca de las críticas al FMI sobre
el resultado de los planes de ajuste que impone a los países en
crisis, específicamente en América Latina.
"El FMI muchas veces no es muy popular", dijo, y admitió
que el organismo "no está libre de errores y de culpas".
Según Gil Díaz, lo que han hecho los críticos
del organismo en América Latina "es pensar que el fondo es el que
está causando el problema, cuando es el país el que se metió
en problemas y el FMI apoya una solución".
Se ahorrará el país 852 mdd: Hacienda
JUAN MANUEL VENEGAS, ROBERTO GONZALEZ AMADOR Y DAVID
ZUÑIGA
El presidente Vicente Fox Quesada calificó de "paso
histórico frente a la comunidad financiera internacional" la decisión
de su gobierno de afectuar una amortización adelantada de bonos
Brady por mil 284.3 millones de dólares, con lo que estos títulos,
que formaron parte de la renegociación de la deuda externa de México
en 1990, serán sacados de circulación.
"Demostramos con hechos que somos un país responsable,
digno de crédito y capaz de cumplir con sus compromisos internacionales,
incluso antes de tiempo", declaró este jueves el presidente Fox,
en una ceremonia realizada en Los Pinos a la que asistieron Horst Koehler,
director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), y John W. Snow,
secretario del Tesoro de Estados Unidos.
El miércoles pasado, la Secretaría de Hacienda
anunció la "amortización adelantada" de bonos Brady por mil
284.3 millones de dólares, que serán liquidados el 28 de
julio próximo. Con esa operación, concluirá el pago
por parte de México de todas las series vigentes de esos títulos,
que formaron parte de los acuerdos de restructuración de la deuda
externa del país, firmados en febrero de 1990 por el gobierno del
ex presidente Carlos Salinas de Gortari. El vencimiento original de los
bonos era en diciembre de 2019.
El monto original del débito representado por los
bonos Brady fue de casi 35 mil millones de dólares, los cuales han
sido sustituidos por otros instrumentos en condiciones más favorables
de costo y tiempo para el país.
En la ceremonia, el presidente Fox destacó que
"sin duda" la liquidación anticipada de bonos Brady generará
una mayor confianza en el país y hará de México un
mejor destino para la inversión extranjera y nacional.
"El día de hoy (ayer) estamos cancelando, a 16
años de su vencimiento, nuestra deuda en bonos Brady. Porque hemos
sido responsables, somos el primer país en lograrlo, obteniendo
así beneficios muy concretos para México", señaló
el presidente Fox.
Según la Secretaría de Hacienda, la liquidación
anticipada de bonos Brady generará ahorros de 852 millones de dólares.
En la ceremonia, el secretario de Hacienda, Francisco
Gil Díaz, aseguró que la liquidación anticipada de
los bonos Brady constituye la culminación de "una larga etapa" que
se inició en 1982-1983 con la crisis de la deuda externa de México
y que fue el inicio de "un proceso doloroso y largo" hasta la restructuración
concretada en 1990.
El funcionario aseguró que el pago anticipado de
esa deuda marca "una etapa nueva, hacia delante de finanzas públicas
sanas, de estabilidad".
"Futuro brillante"
A su vez, Snow dijo que el anuncio sobre la liquidación
de los bonos Brady marca "claramente un derrotero para un futuro muy brillante".
El secretario del Tesoro de EU aseguró que el retiro
anticipado de los bonos es un "reflejo del éxito" de las reformas
económicas emprendidas en México la década pasada,
y manifestó que la operación "no hubiera podido suceder sin
el liderazgo efectivo del presidente Fox y de su equipo económico".
No obstante, dijo que ello es reflejo del éxito de México
y del mercado global en sí.
La operación anunciada el miércoles por
Hacienda y festejada ayer en Los Pinos constituye la segunda ocasión
en poco más de una década que una gran ceremonia sirve para
asegurar que la deuda externa de México "dejó de ser un problema"
El monto inicial fue de 35 mil millones de dólares, pero 82 mil millones de intereses
A la larga, los bonos Brady salieron más caros
La deuda pública es equivalente a 40% del PIB, según cifras del Banco de México
JUAN ANTONIO ZUÑIGA M. Y ROBERTO GONZALEZ AMADOR
Creados fundamentalmente para evitar la quiebra de la banca privada internacional que concedió préstamos multimillonarios a los países en desarrollo durante los años 80, los bonos Brady -ideados por el entonces secretario del Tesoro estadunidense, Nicholas Brady- implicaron para México una reducción de 7 mil 200 millones de dólares en el monto de su endeudamiento externo con este tipo de acreedores.
El canje de los bonos representativos de la deuda antigua por los nuevos títulos renegociados se llevó a cabo el 28 de marzo de 1990, sobre una cantidad de 48 mil 231 millones de dólares. De los bancos acreedores de México, 41 por ciento optó por hacer quitas en el principal, 47 por ciento eligió una menor tasa de interés y 12 por ciento otorgó nuevos créditos.
Así, el monto de bonos Brady emitidos ascendió a casi 35 mil millones de dólares. El entonces presidente Carlos Salinas de Gortari proclamó que con esa operación la deuda externa había dejado de ser un problema para México.
Pero a cambio de la renegociación con bonos Brady quedó garantizado el pago del servicio de la deuda pública externa del país, que a la postre ha resultado más caro que aquella reducción.
Entre 1990 y 2002, el gobierno mexicano pagó casi 82 mil millones de dólares exclusivamente para cubrir el costo de los intereses de la deuda pública externa: 10.7 veces más que la disminución implicada en el plan Brady, con el que culminó la crisis internacional de la deuda externa, iniciada por México el 17 de agosto de 1982, cuando se declaró insolvente. En esa fecha, la deuda pública externa ascendía a 59 mil millones de dólares. Hoy se ubica en 80 mil 591 millones de dólares, según la Secretaría de Hacienda.
Sin embargo, informes oficiales del Banco de México sitúan el saldo de la deuda externa pública en 102 mil 395 millones de dólares, porque incluye 23 mil 495 millones de obligaciones derivadas de los Proyectos de Inversión de Impacto Diferido en el Registro del Gasto (Pidiregas), mecanismo con el que entidades como Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad contratan deuda para realizar obras de infraestructura.
Desde la administración del ex presidente Ernesto Zedillo se presentó un cambio en la estrategia de endeudamiento del sector público, que ha continuado vigente en el actual gobierno. Consiste en incrementar la deuda interna, que se paga en pesos en el mercado local, y disminuir la dependencia de financiamiento del exterior.
Como resultado, al cierre de diciembre pasado el saldo de la deuda interna alcanzó 87 mil 997 millones de dólares, equivalente a 13.8 por ciento del producto interno bruto (PIB). La cifra fue superior a la del endeudamiento externo: 80 mil 591 millones de dólares, 12.4 por ciento del PIB.
Además del endeudamiento externo e interno, el gobierno federal enfrenta pasivos de distintos programas de rescate por un billón 72 mil 800 millones de pesos (17.4 por ciento del PIB), por los que paga intereses puntualmente.
De esta manera, la deuda total del sector público mexicano, según el Banco de México, es equivalente a dos billones 474 mil 200 millones de pesos, cantidad que representa 40.21 por ciento del PIB.
Así, la liquidación anticipada de los bonos Brady generará un ahorro a lo largo de este gobierno de 852 millones de dólares, unos 8 mil 997.1 millones de pesos, según la Secretaría de Hacienda. El ahorro derivado de la operación equivale a 0.36 por ciento del saldo actual de la deuda total del sector público.
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