Rolando Cordera Campos

De párvulos

La discusión entre los partidos y el gobierno en torno a la propaganda de las obras públicas nos remite a temas más graves, pero no tan transparentes como el intercambio absurdo de bravatas entre la oposición y el gobierno y su partido. Nos lleva, para decirlo pronto, a preguntarnos por la manera como la autoproclamada clase política nos ve a los demás, a los mandantes y sus respectivas proles.

Insistir en que los anuncios de lo hecho por los gobiernos nos harán votar por sus candidatos es una muestra de primera mano de que los políticos no nos tienen en alta estima. Que, más bien, insisten en vernos al estilo antiguo, como arma de maniobra o de acarreo previo, como seres inocentes e inveteradamente analfabetos, incapaces de hacer el mínimo juicio sobre lo que pasa en nuestro entorno local, regional o nacional. El abuso cobra forma de agravio cuando se escucha a la dirigencia del PRD proclamar que ellos hablan de cara a la nación, o cuando se lee que el inefable líder panista califica a la oposición de llorones, chantajistas e hipócritas, (Ƒtepocatas?), mientras que desde la otra trinchera, digamos, le responden que una cosa es el uso que de la imagen del gobernante hagan los partidos y otra el que de sus obras se haga para fines electorales.

De todo hay en esta viña para confeccionar el diccionario vernáculo del retraso mental social en que ha caído la política profesional mexicana. The best and the brightest aportan lo suyo. Juan Molinar, hoy vocero del PAN, antes prócer de la ciudadanía impoluta que nos llevó al reino de la competencia democrática, nos alecciona. Según nota de Georgina Saldierna y Mireya Cuéllar, "en el pasado se justificaba la demanda de que el Ejecutivo suspendiera los anuncios publicitarios porque no había equidad en las elecciones. Existía -dice el ex consejero ciudadano- una hegemonía aplastante del PRI..." Y en su afán pedagógico, nos da el pilón, al referirse al llamado que hicieron los consejeros del IFE para que el gobierno suspenda su publicidad: (Molinar) "consideró que están en libertad de lanzar una convocatoria de ese tipo, pero les sugirió que en su análisis incluyan la variable de que ésta es la primera ocasión en que la oposición tiene una mayor cobertura de los medios que el partido del gobierno" (La Jornada, 13-06-03, p. 9).

Allá el IFE con sus variables y el vocero panista con los suyos, pero la transparencia en la materia la alcanza hasta ahora el secretario Creel, quien alejado de variables y parámetros declara: "Si el Instituto Federal Electoral nos pide que vayamos más allá de la ley, vamos a considerarlo, pero tenemos que ponernos de acuerdo con los gobiernos estatales para hacer exactamente lo mismo (...) Nuestra posición tendrá que ver con el diálogo que ya hemos abierto con distintos gobernadores" (A. Urrutia y J.M. Venegas, La Jornada 13-06-03, p. 8). O sea, tú me das y yo te doy, o a ver quién dice primero. Dura ley, ƑNo?

Todos nos aleccionan. Por lo pronto, la jornada se la llevaron el PRD y el jefe de Gobierno del DF. López Obrador se declaró desinformado de los espots que con su imagen invitando a votar y el logo de su partido, el PRD, puso al aire en estos días y luego de abundar en su autobiografía y alertarnos sobre la edad de la imagen, pidió que se retiraran los anuncios, sólo para encontrar de regreso a la voz bravía de sus dirigentes que también nos ilustraron: una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. "El PRD tiene todo el derecho de difundir (...) que en el Distrito Federal vamos bien con López Obrador, lo mismo que en Michoacán con Lázaro Cárdenas Batel y en Zacatecas con Ricardo Montreal... Estamos presumiendo uno de nuestros militantes más distinguidos, tenemos derecho, ƑPor qué no? Su imagen (la de López Obrador) nos pertenece" (declaraciones de Carlos Navarrete, vocero del PRD, según nota de Matilde Pérez, La Jornada, 13-06-03, p.10). Pst: ƑY qué con los derechos de propiedad?

En fin, que junto con la declaración presidencial de que el pago adelantado de los bonos Brady es "histórico", la semana se fue en lecciones y apuntes para los del kínder, apostando a su desmemoria. Los paganos por este mal trato son los votantes que tal vez, a pesar de su condición parvularia, acudirán de nuevo a las urnas, como lo hicieron cuando no había claridad y sí mucha inequidad y llevaron a Cárdenas a gobernar el DF; a López Obrador a hacer lo mismo; a Fox a la Presidencia y años antes, cuando en serio no había lugar para Cuauhtémoc y los suyos en Televisa o Imevisión, a poner en jaque al PRI y su gobierno, y a inaugurar la etapa final del tránsito democrático mexicano.

No es posible pagar con la misma moneda a los cruzados del cambio o la esperanza, pero ganas no faltan de pedir para todos ellos un curso intensivo en concordancia, palitos y loditos.