José Antonio Rojas Nieto

La nueva OPEP

Aparentemente no pasó nada espectacular en la reunión extraordinaria de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) realizada en Doha, Qatar, el pasado miércoles, más allá de que, por segunda ocasión, no hubo representación de Irak. En poco menos de dos horas, los Diez-OPEP (en inglés llaman Ten-OPEC a Arabia Saudita, Irán, Kuwait, Venezuela, Qatar, Indonesia, Libia, Emiratos Arabes Unidos, Argelia y Nigeria, citados por fecha de ingreso a la organización) ratificaron una cuota de producción de 25.4 millones de barriles diarios, que representa una baja -todavía se especula si de medio millón o de más de un millón de barriles- respecto de lo producido los pasados meses.

Los Diez-OPEP consideran que ese nivel es suficiente para enfrentar un leve pero firme ascenso estacional de la demanda, pues de un mínimo de 75.5 millones de barriles consumidos en mayo, se espera un consumo de casi 82 millones en diciembre. Ese esperado ascenso incluye, por cierto, el volumen para cubrir la baja relativa de inventarios en los países altamente industrializados de América del Norte, de Europa y de Asia-Pacífico.

Según los más recientes reportes, esos inventarios se encuentran poco más de 150 millones de barriles por debajo de un nivel medio ideal de casi 2 mil 400 millones de barriles, el que permitiría 60 días -también ideales- de un consumo medio de 39 a 40 millones de barriles diarios de esos países altamente industrializados. El déficit estimado es, entonces, cercano a cuatro días.

Pero el debate en torno al volumen necesario para cubrir el consumo diario e inventarios condujo a otra discusión, la del número de meses que debiera sostenerse esa producción acordada. Según el representante de Irán, no más de dos. Para el de Kuwait tres, hasta septiembre. Y el de Venezuela, seis, es decir hasta diciembre.

En los tres casos, sin embargo, se insistió en la necesidad de una revisión periódica para atender las condiciones específicas no sólo del mercado sino, sobre todo, del retorno de Irak a éste. Y es que una de las principales razones por las que los Diez-OPEP no modificaron su cuota fue la incertidumbre tan grande en torno a los volúmenes que gradualmente podría producir Irak de regreso a cierta normalidad. Y a ese respecto también hubo debate.

Algunos, como Venezuela, piensan que Irak regresará de manera gradual hasta alcanzar un nivel de producción de 2 millones en diciembre, razón por la cual sugirieron que el nivel de producción acordado se sostuviera hasta fin de año. Otros, como Irán y Kuwait, aseguraron que Irak tardará mucho en recuperar esos niveles de producción, por lo que propusieron no sostener su actual cuota por más de tres meses, y pronto hacer los ajustes necesarios para no inducir un alza artificial de precios, pues, dada la recesión económica internacional, más daño que beneficio podría causar a la OPEP.

Observadores importantes, como Rusia y México, parecieran no estar del todo de acuerdo con la OPEP. Lo cierto es que de la reunión del miércoles pasado surgió el resolutivo de reunirse cada siete semanas. Así, el 31 de julio próximo, los Diez-OPEP se reunirán de nuevo, ahora en su sede de Viena para "pulsar", una vez más, las condiciones del mercado y cuidar que su canasta de crudos (Istmo, de México; Tía Juana, de Venezuela; Saharan, de Argelia; Ligero, de Arabia Saudita; Bonny Light, de Nigeria; Dubai, de los Emiratos Arabes Unidos, y Minas de Indonesia) no suba más de los 28 dólares de su actual banda de control, pero tampoco baje de los 22 por barril.

Algo más, muy importante sucedió en la reunión. Los Diez-OPEP no aceptarán representación de Irak hasta que los invasores anglo-estadunidenses lo abandonen y se cuente con un gobierno reconocido por la Organización de Naciones Unidas. Como podemos ver, esta resolución puede parecer poca cosa por el pobre papel reciente de la ONU, pero expresa un importante consenso de rechazo a la reciente invasión.

La importante organización petrolera tiene frente a sí un futuro complicado que, incluso, pudiera exigirle un renovado pacto fundacional. El mantenimiento de su fuerza se lo pudiera exigir. No olvidemos que la OPEP cuenta con las dos terceras partes de las reservas mundiales de crudo, alimenta la tercera parte del que se consume y nutre la mitad del que se comercializa diariamente. šY eso..., eso realmente le da un gran poder, polémico y controvertido, pero muy grande!

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