ANDANZAS

Colombia Moya

En México, Alicia Alonso, un espíritu invencible

A LAS 11:40, Alicia Alonso, el mito personificado, asida del brazo de su esposo, el inseparable Pedro Alonso, salió del elevador donde se llevaría a cabo la conferencia de prensa por las próximas presentaciones del Ballet Nacional de Cuba el 17 y el 18 de junio en el Auditorio Nacional.

NO FUE SIN gran emoción que la vi, aún con sus pasos de bailarina, un tanto abiertos en primera posición, que avanzaba lentamente hacia el torbellino de cámaras y reporteros que ahí nos dieron cita para escuchar sus palabras. Ellos caminaban despacio, casi trabajosamente, lo que de ninguna manera impidió que posara ante los fotógrafos con ese porte y esa magnificencia que sólo las grandes figuras poseen. No recuerdo cuántos años tiene esa mujer excepcional y sabemos que está casi ciega, pero lo que todos pudimos apreciar fue esa fuerza extraordinaria, aquel espíritu que forma parte ya de una leyenda, la épica de la revolución cubana, la fuerza invencible más allá de todas las cosas; el propósito inconmovible de hacer y seguir haciendo, con voluntad de hierro vivir y seguir trabajando en la danza.

ELLA, CON TOTAL lucidez, gracia y hasta ironía, supo contestar una a una cada pregunta, aunque a su invitación de que empezaran a preguntar los periodistas sólo encontró un respetuoso silencio, nadie de momento se atrevió, a lo que rápida ella dijo, bueno, entonces yo empiezo.

CON SU INSEPARABLE chalina en la cabeza y gran simpatía, dignidad y grandeza, esta bailarina, una de las últimas grandes aún con vida, habló de esta visita a México luego de 18 años de no presentarse en el Auditorio Nacional, de los lazos irrompibles que unen a México y a Cuba en la danza, raíces soterradas y fundidas en la historia, en el tiempo y en nuestros corazones. Dijo que el Ballet Nacional de Cuba trae mucha gente nueva y talentosa para interpretar su versión coreográfica del célebre El lago de los cisnes (originalmente de Marius Petipa y Lev Ivanos con la música de Piotr Illch Tchaikovsky), con vestuario y efectos completamente nuevos y actualizados, porque es una obra que nunca pasará de moda, como no pasan de moda Juan Sebastián Bach, Shakespeare y las obras con historia y raíces profundas que las nuevas generaciones deben conocer, sin importar las aportaciones técnicas de acrobacia y el tipo de danza que sea; todo depende del creador, del coreógrafo. Nuestra versión está llena de fuerza y vida, energía, porque todos entregamos la vida a nuestro trabajo.

AHORA, BAILAREMOS CON la orquesta Carlos Chávez dirigida por el maestro cubano Giovanni Duarte y sólo esperamos de México el mismo cariño y respeto de siempre y creo que tienen gran curiosidad por estas presentaciones y ver cómo es ahora el Ballet Nacional de Cuba. La fragilidad y prestancia de la diva, su agilidad mental, su agudo sentido para responder las preguntas de todo tipo a pesar de haber anunciado que no hablaría de política, eran conmovedores, emocionantes, reverenciales... Su espíritu es indomable, como indomable es Cuba para seguir resistiendo un cerco de casi cuarenta años con todo tipo de carencias, y aquello va... Actualmente la escuela cubana de ballet tiene 4 mil 600 alumnos por toda la isla y estudiantes de todo el mundo en la mejor escuela de ballet de América Latina, de la cual sus profesores constantemente viajan por todo el mundo dando clases y cursos en las mejores compañías. Alicia Alonso ha pisado la gloria, la inmortalidad, porque ya está en la historia y se siente espléndida, piensa positivo siempre y nunca deja de trabajar por el ballet cubano. A una pregunta "candente" sobre Fidel Castro, que no faltaría, dijo que como cubana se siente orgullosa de serlo y que comprende perfectamente cómo y por qué todo lo que está sucediendo en Cuba desde hace décadas, preguntando a su vez a los presentes Ƒustedes creen que la verdadera humanidad puede seguir sintiendo el abuso?, y remató con que realmente la pregunta no era candente, pues es cubana, es su país y "sufro y vivo todo lo que viven los cubanos y sé que son tremendamente valientes".

AL TERMINAR, me acerqué y la abracé con inmensa ternura y gran emoción, le hablé claro al oído porque sabía que ya no podía reconocerme, aunque apretó mi mano y siguió de largo con su inseparable Pedro, sus ojos, su brazo y compañero ya de una vida.

NO DEJE DE ver el Ballet Nacional de Cuba, es de todos los latinoamericanos, es nuestro.