CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

Las candidaturas para salir de pobres

LA ETICA EN la política, como muchas otras cosas de la vida cotidiana, ha pasado a ser un simple bien en desuso, la reminiscencia de algo de lo que nadie se quiere acordar. Por eso, en bien de la tan alabada democracia neoliberal se engaña al elector, se confunden las ideologías, se pierde el miedo a la traición y en el tianguis de los votos se busca una candidatura para salir de pobre.

NADA SORPRENDIA TANTO como saber de una funcionaria de derecha incrustada en la candidatura de un partido de izquierda, o que un hombre de izquierda buscara chamba enfundado en la camiseta del negocio político que un niño verde heredó de papá tucán.

HACE ALGUN TIEMPO hubiera sido un escándalo, una afrenta en contra de la sociedad, que buscaba en las ideologías partidistas el rumbo del gobierno que pretendían apoyar. Entonces la traición era un pecado mortal; hoy apenas llega a pecadillo, y no obstante la deslealtad, los infieles son recibidos con alabanzas en las organizaciones políticas que otro día habrán de traicionar.

LOS CANDIDATOS AHORA ya no representan las ideas con que habrá de conducirse un gobierno: son simples caras, gestos, frases, ocurrencias engañosas colgadas de cualquier parte de algún poste. Tampoco representan eso que dicen sus partidos en sus idearios y apenas corresponden a dos necesidades que sepultaron la ética: la fama y la fortuna.

POR ESO A NADIE debe espantar que si alguna vez el PRI se convirtió en el semillero de los políticos que habrían de militar en otros partidos, ahora el PRD o el PAN sean quienes exporten a sus militantes hacia otras corporaciones partidistas.

EL EJEMPLO MAS claro de todo esto que aquí se expone es seguramente la delegación Gustavo A. Madero, donde siete partidos de los llamados pequeños han decidido dar cobijo a 33 ex militantes del PRD que decidieron caminar por el sendero de la fama y la fortuna.

Así, el organismo más Ƒbeneficiado? con la defección de perredistas es, como debe ser, el Verde Ecologista, el cual, con la moral que siempre ha mostrado, acogió a 11 de los aurinegros.

Pero pocos se quedaron con las ganas de deshojar a los del sol azteca. Además del Verde, Convergencia se quedó con uno; el del Trabajo agarró a nueve; Fuerza Ciudadana, que no tenía muchas opciones, optó nada más por ocho; México Posible se quedó con dos y Alianza Social, Liberal Mexicano y Convergencia, todos con uno solo. Dicen que llegaron tarde al reparto.

La cosa es que por ahora el recambio de personajes entre los organismos políticos hace dudar aún más de los rumbos y del perfil que pueda lograr México después de una elección.

DE ESA MANERA, bien se podría votar por Agustín Barrios Gómez, creyendo que es un candidato que avalado por el PRD seguirá líneas de izquierda y después, ya en el poder, el delegado tomará el rumbo que siempre ha tenido: la derecha.

Y COMO ESTE ejemplo, se podrían citar otros muchos que hoy más que nunca desconciertan a un electorado que también perdió la costumbre de buscar en la forma de pensar de los partidos y sus candidatos lo que mejor le convenga al país. Total, como decía Discépolo: "... y en el mismo lodo todos manoseaos".

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