Ambas entidades concentran 70% del aprovechamiento de madera: Campillo

En Michoacán y Edomex, el mayor riesgo de tala clandestina: Profepa

Urgen infrestructura para vigilar y acciones de información contra ese ilícito, afirma

ERNESTO MARTINEZ ELORRIAGA CORRESPONSAL

Morelia, Mich., 17 de junio. Michoacán y el estado de México son las entidades que mayores problemas tienen por la tala clandestina, ya que en ellas se concentra 70 por ciento del aprovechamiento de madera, manifestó el titular de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa), José Campillo García.

Después de firmar con el gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel, un convenio mediante el cual se autoriza la participación social en la inspección y vigilancia forestal, señaló que no es conveniente cambiar la ley para aplicar mayores sanciones, ya que existen penas hasta de nueve años de cárcel y multas hasta de 50 mil días de salario mínimo, que equivalen a más de dos millones de pesos.

"Creemos que por la vía punitiva no lograremos grandes resultados. Necesitamos más infraestructura para vigilar, y acciones de capacitación e información para que la población no cometa estos ilícitos", dijo.

Indicó que en todo el país han sido clausurados más de 400 aserraderos, de los cuales aproximadamente 100 fueron en Michoacán, muchos de los cuales se están regularizando.

Entrevistado luego de la reunión celebrada en la casa de gobierno, Campillo García indicó que, como en Chihuahua, Michoacán, Durango, Oaxaca, Morelos, estado de México y el Distrito Federal, en todas las entidades forestales hay grupos de criminales. Dijo que están tratando de desmembrar a esas organizaciones, así como de eliminar a los que generan el delito, los aserraderos.

Comentó que en la meseta purépecha operan 30 bandas de talamontes, lo cual son muchas, pues a escala nacional, dijo, serán 100 bandas organizadas.

Consideró como altamente riesgosos los estados de México, Chiapas, Oaxaca, Michoacán, los tres de la península de Yucatán, y señaló que ésta se ha caracterizado por la extracción de maderas finas. Añadió que Durango y Chihuahua se han controlado, pero el problema es el altiplano y centro, sobre todo por la concentración poblacional y el crecimiento de las fronteras agrícola y forestal.

Estimó que la tala clandestina es de alrededor de 700 mil hectáreas al año, lo cual es inconcebible, dijo, porque en 20 o 25 años se pudiera perder prácticamente toda la riqueza forestal del país.