Trabajos sin prestaciones e informalidad, opciones para quienes perdieron el empleo

El valor del PIB del sector informal triplica el generado por el agropecuario

Asciende a 84 mil 200 millones de dólares, 12.2 por ciento del producto nacional

JUAN ANTONIO ZUÑIGA M.

Las cifras oficiales no dejan lugar a dudas: la realidad mexicana es que la economía informal se ha convertido en el refugio de quienes perdieron su trabajo. Los pocos que en la actual administración lograron colocarse en un empleo formal lo encontraron sin el beneficio de las prestaciones laborales y son obligados a cubrir jornadas superiores a 48 horas semanales.

Esta situación provoca que el valor de la economía informal ascienda a 84 mil 200 millones de dólares, que representan 12.2 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país, según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). Un valor "que equivale a poco más de tres veces el producto generado por la agricultura y ganadería, consideradas de manera conjunta".

El principal impulsor del crecimiento de la economía informal es el desempleo, abierto o disfrazado, y la falta de oportunidades de la población para encontrar una ocupación con todas las de la ley.

De acuerdo con el informe Indicadores estratégicos de empleo y desempleo de la población, elaborado por el INEGI, únicamente dos de cada 100 personas que ingresaron a la población económicamente activa (PEA) durante la actual administración gubernamental han encontrado empleo fijo y remunerado. Otras 75 han sido ocupadas en actividades informales; mientras las 23 restantes engrosaron directamente las filas del desempleo abierto.

Durante este gobierno se registró un incremento de 45.5 por ciento en el número de trabajadores potenciales afectados por el desempleo abierto, proporción que supera en 287 mil 337 individuos respecto de los que se encontraban en esta condición al inicio del presente régimen.

Según este seguimiento oficial, la población que busca empleo y no lo encuentra -o intenta crearse una ocupación por cuenta propia sin conseguirlo- asciende a 890 mil 546 personas. De éstos casi la mitad tienen estudios de bachillerato o universitarios.

Así también, desde finales de 2000 y los primeros tres meses de este año, el número de trabajadores en paro por despido ha tenido una elevación de 79.4 por ciento. En este periodo, más de 263 mil trabajadores han sido separados de su fuente de empleo por este motivo, y en conjunto representan 29.5 por ciento de la desocupación abierta en las zonas urbanas del país.

Pero por si fuera poco, el desempleo abierto, todas las condiciones de contratación, seguridad social, prestaciones y estabilidad en el empleo de las personas ocupadas han empeorado. La población económicamente activa del país oficialmente se estima en 41 millones 548 mil 585 personas. De ellas 40.4 millones tienen algún tipo de ocupación tanto en el sector formal como en el informal de la economía.

El informe del INEGI señala que actualmente casi 25.4 millones de trabajadores laboran sin prestaciones y una quinta parte de la población ocupada desempeña faenas superiores a las 48 horas semanales.

Además, 11.3 millones de personas trabajan sin contrato laboral. A esta condición se sumaron más de medio millón durante el gobierno del presidente Vicente Fox.

Frente a las dificultades para encontrar un empleo fijo, remunerado y en el marco de la legislación laboral, más de 10 millones de trabajadores se emplean por cuenta propia, esto es un aumento de 589 mil 537 respecto de diciembre de 2000.

Changarros como fuente de ocupación

Los micronegocios dan empleo a 15.6 millones de personas, quienes representan 38.7 por ciento de la población ocupada. Este universo se amplió en 1.1 millones de trabajadores durante la actual administración gubernamental.

Pero si este tipo de establecimientos son fuente de empleo, también lo son de problemas colaterales, ya que casi 8.4 millones de estos trabajadores carecen de local para llevar a cabo su trajín cotidiano. Es decir, laboran literalmente en la calle. La población ocupada que trabaja bajo estas condiciones aumentó en 688 mil 346 individuos durante este gobierno. Ante el desplome del empleo formal, las actividades informales se abren paso con mayor fuerza como opción para absorber a la nueva población en edad de trabajar y a la que ha quedado cesante.

Según la Cuenta satelital del subsector informal de los hogares, elaborada por el INEGI, la economía informal genera 12.2 por ciento del PIB de México. Una proporción que este año equivale a casi 802 mil millones de pesos, que al tipo de cambio actual representan uno 84 mil 200 millones de dólares.

Excluido el sector agropecuario, las actividades informales dan ocupación a 11.3 millones de personas, quienes representan 28 por ciento de la población ocupada en el país, según esa encuesta.