México D.F. Viernes 20 de junio de 2003
Testimonio del artista en el inicio de la Semana
Cultural Lésbica Gay
Soriano compartió su admiración por Villaurrutia
en El Chopo
Su poesía refleja una tragedia interior relacionada
con su familia y con él mismo, señala
El poeta creía que estaba mal dar satisfacción
a su cuerpo y sensibilidad, deplora el pintor
FABIOLA PALAPA QUIJAS
El Museo Universitario del Chopo fue el escenario para
recordar y hablar de dos eminentes artistas mexicanos: el poeta, dramaturgo
y ensayista Xavier Villaurrutia (1903-1950) y el artista plástico
Juan Soriano (1920).
Ante todo a Villaurrutia se le reconoce como poeta, y
Soriano es ''un sobreviviente de esa época''.
El
pintor y escultor expresó su satisfacción de que nuevas generaciones
recuerden a Villaurrutia en el centenario de su natalicio, por ser un gran
personaje de la historia.
''Cada vez que pienso en él, es un placer tan grande
acordarme de cómo era; de su manera de ser. Todo me gustaba. Fue
un amigo extraordinario, pero me daba pena que no fuera tan valiente, porque
era tan horrible vivir siempre con la zozobra de que te humillaran o hicieran
algún chiste", señaló Juan Soriano al recordar a su
contemporáneo, a quien se dedica la versión 17 de la Semana
Cultural Lésbica Gay.
Emociones irrepetibles
A Soriano le resultó difícil hablar de los
momentos que compartió con Villaurrutia, pues fue una época
privilegiada que le tocó vivir con él y su familia. ''No
se pueden repetir las emociones: están en lo vivido, entonces si
se cuentan desaparecen, y no quiero que desaparezcan."
Sin embargo, el artista jalisciense compartió en
El Chopo algunas anécdotas que vivió con su amigo, y expresó:
''Habíamos descubierto muchas cosas en nosotros que tratábamos
de ocultar a todo el mundo, porque eran tan contrarias las ideas de la
gente mayor, que nos ocultaban la vida real; nos ocultaban los placeres
de la carne, los placeres de la amistad, los placeres de ser cada uno como
es y no como quiere la sociedad que uno sea".
Señaló que los poemas de Villaurrutia le
gustan mucho, porque hay una tragedia interior relacionada con su familia
y consigo mismo, pues el poeta creía que estaba mal al hacer lo
que pedía su cuerpo, su sensibilidad y su manera de ser. Del autor
de Nostalgia de la muerte (1938), Soriano se molestaba porque no
tenía el valor de ser él; ''haces mal en no ser como eres,
tienes que ser tú siempre. No puedes estar dándole gusto
a unas ma-nías absurdas que tiene tu mamá o la sociedad,
ante la falta de educación", le decía Soriano.
Soriano por lo general conversaba con Xavier Villaurrutia
acerca de sus preferencias sexuales: ''Tú no puedes renunciar a
tu persona, a tus sentimientos. Yo nunca me he arrepentido de haberme acostado
con la gente que me he acostado, me arrepiento con la que no he podido".
Poesía dolorosa y perfecta
Juan Soriano hizo un retrato del poeta, a quien le gustó
mucho, porque la parte más bonita eran las manos, parte de su cuerpo
que lo expresaba, ya que con las manos escribía. ''Eran unas manos
muy bonitas, muy bien hechas y muy expresivas; él las manejaba al
platicar sin darse cuenta, pero no eran unas manos que quisieran lucirse;
al contrario, eran unas manos llenas de una vida muy profunda y muy bella",
puntualizó el pintor.
Agregó que Xavier Villaurrutia le enseñó
a apreciar la poesía y le explicó por qué le gustaban
ciertos poemas.
''Fue muy generoso conmigo. Fue un amigo extraordinario."
José María Covarrubias, coordinador del
Círculo Cultural Gay, quien también participó en el
homenaje que se efectuó este miércoles, consideró
que la poesía de Villaurrutia es dolorosa: ''Es una poesía
de la muerte, que deprime, pero también es una poesía perfecta;
inclusive Octavio Paz dijo que es de las pocas poesías perfectas".
Enfatizó que le interesa el trabajo del poeta, pues fue una de las
primeras personas que hicieron crítica de artes visuales.
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