México D.F. Viernes 20 de junio de 2003
Asegura que no induce a productores a comprar
determinadas marcas de semillas
Rechaza Sagarpa que cabildee en favor de la trasnacional
Monsanto
Los agricultores tienen libertad de adquirir servicios
e insumos con quien decidan, afirma
Investigadores de la UNAM señalan la necesidad
de regular la entrada de transgénicos
La Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Desarrollo Rural y Alimentación (Sagarpa) aseguró que al
momento de entregar los apoyos para la comercialización de algodón
y soya no se indican al productor las marcas ni las empresas a las que
deben comprar las semillas, ello en respuesta a la denuncia pública
de la organización ecologista Greenpeace de que esa dependencia
canalizó 493 millones 849 mil 608 pesos a Monsanto en 2002.
En un breve comunicado, la Sagarpa indicó que otorga
diversos apoyos para la producción, comercialización y sanidad
a oleaginosas como soya, algodón, cártamo y canola, así
como a frijol y maíz.
En
el caso de algodón, abundó, también otorga apoyos
para garantizar un ingreso objetivo de 64 centavos de dólar por
libra de algodón pluma, la adquisición de coberturas de precios,
el control integral de plagas, adquisición de material genético
de alta calidad con objetivos sanitarios y productivos.
"El agricultor recibe los apoyos y tiene la libertad de
adquirir los servicios e insumos que requiera en cualquiera de las empresas
autorizadas para ello", destacó la Sagarpa.
El pasado miércoles, Liza Covantes, coordinadora
de la campaña de ingeniería genética de Greenpeace
México aseguró que los apoyos económicos que la Sagarpa
da a los productores de algodón son para que "compren y paguen las
regalías correspondientes a Monsanto por sus semillas transgénicas".
Este año el presupuesto para la siembra de transgénicos es
de 319 millones de pesos.
Por otra parte, Víctor Valdez, investigador de
la Facultad de Ciencias de la UNAM, afirmó que la entrada de productos
transgénicos a México sigue abierta debido a la ausencia
de una legislación que regule esta práctica y lamentó
que el gobierno federal no apoye a instituciones científicas que
pueden desarrollar esta tecnología.
En cuanto al pago por 493 millones de pesos que realizó
el año pasado la Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Pesca y Alimentación (Sagarpa) a la trasnacional Monsanto por la
compra de semillas transgénicas de algodón y soya, precisó
que este vacío legal no permite determinar si la práctica
es ilegal o no.
Por su parte, Federico Sánchez Rodríguez,
investigador del Instituto de Biotecnología de la misma casa de
estudios, aseguró que todo el algodón que se cultiva en México
tiene un origen transgénico. "Es la única forma de sembrarlo,
de lo contrario tendrían que rociarse los campos con insecticida
cuatro veces al día y eso sería inmoral", bromeó.
Valdez afirmó que México no debe cerrarse
a las posibilidades que brinda la ingeniería genética, pues
es una alternativa para mejorar la calidad de los cultivos e incrementar
el rendimiento agrícola.
"Lo malo no es que la Sagarpa haya comprado semillas a
Monsanto, sino que el gobierno no haga un esfuerzo para favorecer a las
instituciones de investigación en México que tienen capacidad
para desarrollar esta tecnología", afirmó. Las autoridades
no tienen "muy claro por qué tienen que apoyar a la ciencia, la
docencia y la investigación", agregó
Sánchez Rodríguez aseguró, por su
parte, que en todos los países de América Latina se cultivan
semillas transgénicas. Inclusive indicó que la siembra de
una variante transgénica de la soya está ayudando a los campesinos
argentinos a enfrentar la actual crisis económica.
En México, agregó, desde hace cuatro años
los campesinos de la región de La Laguna utilizan transgénicos
de algodón para su producción anual.
"No veo ningún problema, no creo que sea ilegal
que México utilice este tipo de productos, pues está comprobado
que no producen efectos negativos en la salud de los seres humanos", afirmó.
JGM
|