México D.F. Viernes 20 de junio de 2003
Arqueólogos de EU, India y México
realizan una exploración sistemática del vaso
Encuentran 280 puntos con vestigios prehispánicos
en el lago de Texcoco
Hallan en los primeros días restos de construcciones
y objetos ceremoniales
La realización del nuevo aeropuerto hubiera impedido
la expedición, reconocen expertos
JAVIER SALINAS CESAREO CORRESPONSAL
Texcoco, Mex., 19 de junio. Por primera vez en
la historia, arqueólogos de Estados Unidos, India y México
llevan a cabo un reconocimiento sistemático e intensivo de la superficie
del vaso del lago de Texcoco con el fin de "entender mejor el papel de
los recursos lacustres en la economía y la política prehispánica
en la cuenca del valle de México".
La
investigación comenzó el pasado 21 de mayo y forma parte
del proyecto Reconocimiento arqueológico del lago de Texcoco,
en el que participan siete especialistas, encabezados por Jeffrey R. Parsons,
de la Universidad de Michigan, y Luis Morett Alatorre, director del Museo
Nacional de Agricultura de la Universidad Autónoma Chapingo (Uach),
apoyados por el financiamiento de National Geographic.
La exploración ya arrojó sus primeros resultados:
se han localizado 280 puntos donde han hallado algunos fragmentos de piezas
prehispánicas. Uno de los descubrimientos se trata de una pequeña
plataforma que se cree servía para propósitos rituales en
el siglo XV.
Han localizado 280 pedazos de piezas
"Justo alrededor de una laguneta, ubicada en pleno vaso
del lago de Texcoco, se localizó un pequeño estacado probablemente
de pino, con 60 postes clavados (10 o 15 que sobresalen), sobre los cuales
habría estado una plataforma de madera.
"Debajo de la plataforma, o seudopalafito, se hallaron
10 incensarios, dos vasijas trípodes, varias cuentas de collar de
piedra verde, una figura completa de piedra verde, un fragmento de un metlapil,
un metate, dos o tres cántaros, un comal, bastante copal y carbón
que están asociados a los sahumadores."
Los especialistas consideran este hallazgo como único.
"Realmente no pensamos encontrar en los primeros meses del proyecto este
tipo de yacimientos", señaló Jeffrey R. Parsons, quien desde
hace 40 años realiza investigaciones en América Latina.
El propósito de los investigadores en esta primera
etapa es realizar el reconocimiento de 70 kilómetros cuadrados de
superficie del lago de Texcoco.
Colocados en fila, a 10 metros uno de otro, caminan lentamente
buscando algún material prehispánico. Cuando alguno observa
sobre la superficie algún pedazo de tepalcate, trozos de sahumadores,
cuentas de piedra verde o besotes de obsidiana, todos se detienen, colocan
una bandera roja y registran las coordenadas del punto y el levantamiento
del objeto.
"Al caminar hoy en el vaso del lago de Texcoco es posible
ver material arqueológico inclusive de pequeños sitios de
campamentos estacionales de gente que estaba aprovechando los recursos
que ofrecía el lago, ya sea produciendo sal, pescando, cazando patos
o haciendo cestería con los tules y gran cantidad de recursos más",
señala Luis Morett, mientras uno de sus compañeros da la
voz de alerta: ¡ya se ha encontrado otro fragmento de una pieza prehispánica!
Jeffrey
R. Parsons, quién es uno de los investigadores con más conocimientos
etnográficos de la cuenca de México y realizó los
estudios de los pescadores en Chimalhuacán y los salineros en Nexquipayac,
explicó: "el objetivo es evaluar el papel de esos recursos lacustres
en la economía y la política del mundo prehispánico
en esta zona, especialmente en el clásico y el posclásico".
Esta es la primera ocasión en que se realiza un
reconocimiento de este tipo en la zona lacustre del lago de Texcoco, pues
en los años 60 y 70 se hicieron recorridos sistemáticos en
partes más altas, efectuados por el propio Parsons, precisamente
en los cerritos de Tepetzingo y Huatepec, en los ejidos de San Salvador
Atenco.
Los investigadores coinciden en que estos trabajos no
hubieran sido posibles de haberse realizado el proyecto de construcción
del aeropuerto en Texcoco.
Los materiales encontrados han sido llevados a los laboratorios
de la Uach, donde en el transcurso de un año serán analizados;
asimismo, serán enviados a la Universidad de Michigan. En el proyecto,
que financió National Geographic con 18 mil dólares,
también participan Mari Parsons y Hemanth Kadampi de esta última
universidad y tres estudiantes de Chapingo y de la Escuela Nacional de
Antropología e Historia (ENAH).
Los especialistas culminarán su primera etapa de
investigación el 31 de julio.
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