México D.F. Sábado 21 de junio de 2003
El PT, sin alianzas ni presencia en medios, abriga la esperanza de ganar 10 distritos
Los verdes preparan la revancha contra Fox
RENATO DAVALOS Y ENRIQUE MENDEZ
El vaivén ideológico del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) lo llevó en tres años a trasegar de una alianza con la derecha a pertrecharse ahora con el priísmo, en la búsqueda de una revancha contra Vicente Fox, que dejó a la familia González Torres fuera del gabinetazo. La estéril negociación del Partido del Trabajo (PT) con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) para ir en coalición sitúa hoy a los petistas en la frontera de la pérdida del registro, posibilidad que se avivó con una disminuida presencia en la campaña electoral rumbo al 6 de julio.
El oportunismo político de los verdes los llevó a coquetear no sólo con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) sino con el PRD. Inclusive con éste ordenó levantar una encuesta nacional para determinar la posibilidad de la coalición. Ese estudio reveló que su peso electoral crecía con los priístas hasta casi 50 por ciento de la votación, cifra que caía con el PRD poco más de 30 por ciento.
Sin ningún pudor, el partido que Jorge Emilio González heredó de su padre, Jorge González Torres, negoció con el tricolor y refrendó la vieja alianza entre el llamado Niño Verde y Roberto Madrazo Pintado, a quien con su voto en la sección instructora salvó del juicio político en la 57 Legislatura.
La alianza parcial -en 97 de los 300 distritos electorales federales- fue defendida en el PRI aun cuando en la mesa de la discusión, dirigentes del partido se opusieron categóricamente, con el firme argumento de que el PVEM sólo podría aportar 2.5 por ciento de los votos y que el tricolor le regalaría un porcentaje adicional, en una historia que -recordaron- ya vivió y pagó el PRD en 2000 con la Alianza por México.
La apuesta de los verdes es repetir la fórmula que les garantizó no sólo elevar su porcentaje de votación nacional a 6.6 por ciento, sino las prerrogativas del IFE en los próximos tres años. En 2000, los términos del convenio de la alianza con el Partido Acción Nacional (PAN) definían que se garantizaba al PVEM 4.5 por ciento de la votación nacional, independientemente del resultado final.
Además, se consideró que si en la elección de Presidente de la República se obtenía más de 35 por ciento de los votos, por cada punto porcentual excedente se repartirían siete décimas a Acción Nacional y tres décimas al Verde. Como Vicente Fox obtuvo 42.5 por ciento, ese mecanismo permitió que el PVEM subiera su porcentaje hasta 6.6, que le sirvió para dos cosas: aumentar el monto de su financiamiento entre 2000 y 2003 y la asignación de diputados plurinominales. Con ello, la bancada verde se integró con seis legisladores de mayoría y 10 de representación proporcional.
Con esta unión, el PVEM espera que su bancada en la 59 Legislatura sea nuevamente de al menos 16 diputados.
En su campaña, el partido pretende vender la idea de una organización política joven, pero sus ofertas se reducen a garantizar becas a estudiantes, vivienda a matrimonios recién constituidos y a regalos de computadoras.
En esta elección votarán 21.6 millones de jóvenes menores de 30 años, de los que 2.6 millones lo harán por primera vez, y conjuntamente podrían decidir la mayoría legislativa.
Mientras, el PT inició hasta el lunes 9 de junio una campaña en medios electrónicos, acción tardía que redujo su presencia entre los electores, lo que pone en riesgo el mantenimiento de su registro. El 3.7 por ciento que obtuvo en 2000 provino de la fórmula de reparto de votación en la Alianza por México.
A lo sumo los petistas retendrán el voto duro que han logrado alcanzar en entidades como Nuevo León, Durango y algunas regiones de Tamaulipas y Sinaloa.
Durante los primeros meses de 2003, PT y PRD entablaron pláticas en la búsqueda de cristalizar una alianza electoral, que finalmente fracasó en medio de acusaciones mutuas por la disputa de la fórmula de reparto de los porcentajes de votación.
Actualmente, la bancada petista en la Cámara de Diputados es de ocho legisladores, dos de mayoría y seis de representación proporcional, pero aun así abrigan la esperanza de ganar 10 distritos electorales el 6 de julio, meta muy lejana, de acuerdo con varios sondeos.
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