México D.F. Sábado 21 de junio de 2003
Habrá marchas en agosto y septiembre; el agro es un polvorín, dicen productores
El gobierno no cumple con el Acuerdo Nacional para el Campo, denuncian en el CAP
CARLOS CAMACHO CORRESPONSAL
Pachuca, Hgo., 20 de junio. Durante la clausura del décimo encuentro del Congreso Agrario Permanente (CAP), representantes de 15 estados anunciaron que el próximo 8 de agosto, durante el natalicio de Emiliano Zapata Salazar, las agrupaciones campesinas efectuarán una movilización nacional en la ciudad de México y otra en septiembre, en Cancún, donde se llevará a cabo la reunión del Foro Mundial de Economía.
Reunidos en la ex hacienda de San Miguel Regla, municipio de Huasca de Ocampo, los delegados coincidieron en que el campo mexicano "es un polvorín", y que el gobierno no ha cumplido con la parte que le corresponde para llevar a cabo los acuerdos contenidos en el Acuerdo Nacional para el Campo (ANC).
Esta visión contrastó con las del subsecretario de Agricultura, Antonio Ruiz García, y el director de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, Gonzalo Altamirano Dimas, quienes afirmaron que el ANC es "histórico, rebasará este sexenio" y ya comienza a dar sus primeros resultados.
Max Agustín Correa Hernández, coordinador nacional del CAP, dijo al respecto que "los hechos hablan más que las palabras" y que los campesinos del país "no renunciaremos a nuestro derecho constitucional de expresarnos y manifestarnos libremente para denunciar el incumplimiento del ANC".
Momentos antes de la clausura del encuentro, Altamirano Dimas refirió que el diálogo y el entendimiento entre el gobierno federal y los campesinos ha permitido no sólo llegar a un gran acuerdo nacional, sino que éste ya se refleja en hechos concretos como el proyecto del Consejo Mexicano del Café, para evitar la caída del precio; los beneficios que tendrán unos 650 mil productores de frijol; las quitas en los adeudos que tienen unos 150 mil productores o el sistema de financiamiento rural en favor de 140 mil campesinos; la ejecución de 400 proyectos en 250 municipios; las llamadas microcuentas, y el seguro popular para favorecer a unas 100 mil familias campesinas, que "tendrán servicio médico semejante al que tiene una familia en el medio urbano".
Resaltó la voluntad del gobierno federal, "a pesar de las dificultades", para apoyar a los campesinos. En materia de gobernabilidad, dijo que los asuntos legales en que labriegos se han visto involucrados están resueltos "en un 99 por ciento".
Aseguró que la palabra empeñada el pasado 18 de abril por el secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, con el sector campesino, "se cumplirá cabalmente".
En contraste, Alvaro López Ríos, dirigente nacional de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, y Max Agustín Correa, respondieron que el gobierno no ha cumplido con la parte que le corresponde, y lo emplazaron a dejar de lado la demagogia electoral -pues, dijeron, pone el pretexto de que por haber elecciones no se pueden canalizar recursos para no politizar los apoyos al campo- para ir al terreno de los hechos.
Coincidieron en que el campo está en desgracia y se puede convertir en "un polvorín", que ya da señales de desesperación cuando "nos enteramos de que hay enfrentamientos entre campesinos de una y otra comunidad o de una localidad contra el gobierno".
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