México D.F. Martes 24 de junio de 2003
Es esperado en Madrid en medio de una gran expectación
El caso Cavallo prestigia a la justicia española:
Slepoy
BLANCHE PETRICH
En el poder judicial de España el ''caso Cavallo''
ha cobrado a lo largo de los últimos años una ''legitimidad
extrema'', asegura el abogado Carlos Slepoy, quien encabeza el equipo de
juristas que representa a las víctimas que acusan de genocidio ante
la Audiencia Nacional al ex militar argentino.
Este juicio le ha acarreado ''un gran prestigio'' al aparato
de justicia española y esto -señala el jurista- ha tenido
que ser reconocido incluso por los jueces ibéricos, quienes en el
inicio de este proceso, en 1997, mostraron una postura negativa ante la
posibilidad de tener que juzgar en su país a los represores de las
dictaduras de Sudamérica.
Por ello es que Sérpico, el represor en
vías de extradición desde México, es esperado con
gran expectación en Madrid, en especial por el equipo de abogados
de las víctimas que lo acusan de genocidio, desaparición
de más de 200 personas, tortura y robo de al menos 16 bebés,
ante la Audiencia Nacional de ese país.
Los
juristas Slepoy, Manuel Ollé y José Luis Galán preparan
ya un largo interrogatorio al que someterán al indiciado en su oportunidad.
Confían -sostiene Slepoy en entrevista telefónica- en que
los jueces españoles entiendan que en este emblemático caso
''hay mucho en juego; es un proceso que puede abrir la puerta para que
se juzguen otros crímenes de guerra, incluso algunos que se cometen
actualmente''. De éstos, recuerda, hay varios en curso, como la
demanda contra el Estado español por parte de los hermanos del periodista
José Couso, asesinado por soldados estadunidenses en Bagdad, en
marzo pasado, durante la ofensiva de ocupación militar a Irak que
respaldó el gobierno de José María Aznar.
El abogado argentino reconoce que juicios históricos
como éste ''avanzan a jalones'' y con resultados desiguales, pero
van abriendo nuevas etapas en la historia del derecho humanitario internacional.
''Lo que ocurrió con el juicio contra el dictador Augusto Pinochet,
hace cinco años, es una prueba de ello. Se frustró su extradición,
pero sentó los antecedentes necesarios. A su vez, el juicio a Cavallo
va a crear las condiciones que se requieren para juzgar a otros responsables
de genocidio en Argentina. No sabemos en qué lugar ni en qué
tiempo, pero sí vemos nuevos horizontes para que los represores
comparezcan finalmente ante la justicia.''
Proceso a un represor en un gobierno neofranquista
Hay quienes, por el contrario, consideran problemático
y hasta riesgoso el hecho de que el juicio a Cavallo tenga lugar precisamente
en España. Es el caso de Osvaldo Caldú, restaurantero argenmex
y miembro de la organización que desde México presionó
para lograr la decisión de la justicia mexicana de entregar al represor
a un tribunal español. ''Paradójicamente es España,
hoy gobernada por los herederos del franquismo, quienes se lo llevan y
lo juzgarán. Allá, el proceso de la Audiencia Nacional se
desarrollará en un entorno muy difícil, en un país
que vive el mayor retroceso político de su historia moderna.''
-¿Qué sucederá con el juicio a Cavallo
en ese entorno que Caldú percibe como desventajoso?
-Quiero creer que lo van a declarar culpable y sentenciar
a la pena máxima, que ya no son los 200 años de cárcel
y el garrote vil que había antes. Aunque el gobierno que lo juzgará
tiene también antecedentes como represor, por ahí por una
cuestión de equilibrios lo convierten en chivo expiatorio. Pero
puede suceder también que lo dejen escapar.
Slepoy, desde Madrid, no comparte esa percepción.
''Es cierto -reconoce- que el contexto mundial es desfavorable para hacer
valer la jurisdicción universal humanitaria. Nosotros decimos que
este juicio es como una flor en el pantano. Es excepcional.'' Pero a la
vez considera que los jueces españoles están conscientes
de la ''extrema legitimidad'' de la que goza este caso, ''y que ha prestigiado
enormemente a la procuración de justicia'' de este país.
Además, continúa Slepoy, ''no sólo
en España, en todo el mundo estamos viviendo un periodo esquivo,
de retrocesos, de falta de reconocimiento a las instancias internacionales
de justicia humanitaria'', como es el caso del boicot de Estados Unidos
a la Corte Penal Internacional. ''Este es un momento de prueba. El asunto
Cavallo puede demostrar que la razón de la justicia puede estar
por encima de la fuerza''.
Nuevos horizontes en la justicia argentina
Más que detenerse en las dificultades, el jurista
argentino radicado en España prefiere enfocar los saldos positivos
que ya ha arrojado el avance en el caso Cavallo. ''Entre otras cosas, este
éxito -la resolución mexicana de extraditarlo- ya está
dando un gran impulso a los procesos para anular de manera definitiva las
leyes de Obediencia Debida y Punto Final en Argentina''.
El equipo de abogados ha demandado en dos ocasiones anteriores
la anulación definitiva de estos dos decretos de tiempos del ex
presidente Raúl Alfonsín, que eximieron de la justicia a
todos los perpetradores de crímenes de lesa humanidad en el periodo
de la dictadura, entre 1976 y 1983. La primera fue rechazada por el ex
presidente Carlos Menem; la segunda fue bloqueada por su sucesor, Fernando
de la Rúa, quien interpuso un decreto determinando la competencia
territorial de estos juicios. Este ex mandatario derogó, pero no
anuló de manera definitiva, las leyes de impunidad para los represores.
Los abogados de la causa de Madrid -informa Slepoy- están
preparando una nueva petición de extradición a España
de los 48 oficiales de las juntas militares de mayor responsabilidad entre
1976 y 1983, empezando por el general Jorge Videla, jefe del movimiento
golpista, para que comparezcan en la misma causa que Cavallo. ''Tenemos
razones fundadas para pensar que el actual presidente Néstor Kirchner
va a actuar de manera distinta a sus antecesores. En todo caso, nuestra
petición no va a depender de él, sino del aparato de justicia
argentino que hoy tiene, con la extradición de Cavallo, un elemento
estimulante de gran valor frente a sí''.
Por lo pronto, en la capital española, los preparativos
para recibir a Sérpico en las próximas horas se aceleran.
En cuanto llegue será trasladado a una comisaría y al día
siguiente será llevado a un juzgado para ser notificado del auto
de procesamiento. Si accede a declarar en ese momento, esta diligencia
puede prolongarse hasta tres días. Concluida esa etapa del sumario
se iniciará el plenario con el juicio oral, quizá a principios
de 2004.
Los testimonios en su contra son abrumadores. Solamente
el proceso del juicio de extradición abarca ocho tomos. El sumario
está contenido en 104 tomos y cerca de 120 piezas documentales.
|