México D.F. Martes 24 de junio de 2003
Dirigente de terratenientes en Minas Gerais amaga con reprimir las ocupaciones
Presionado por las tomas de haciendas, Lula recibirá a líderes de los Sin Tierra
El mandatario brasileño ordena a dos asesores negociar con los movimientos rurales
DPA Y AFP
Brasilia, 23 de junio. En un aparente intento por frenar las ocupaciones de haciendas, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, anunció hoy que recibirá en julio a los principales líderes del Movimiento de los Sin Tierra (MST), al tiempo que instruyó a dos de sus principales asesores a negociar con los dirigentes de organizaciones campesinas.
En este contexto, un grupo de 80 familias del MST del nordestino estado de Pernambuco decidió emprender su propia reforma agraria, repartiéndose una propiedad que ocupaban desde hace siete años, informaron fuentes de seguridad pública.
Un vehículo de la policía militarizada se encuentra en la entrada de la hacienda Engenho Bonito, de 80 hectáreas, y desde la madrugada un helicóptero sobrevoló los terrenos, pero la situación está tranquila, señalaron las autoridades.
El domingo, otra asociación de campesinos, la Federación de Trabajadores de Pernambuco, ingresó en 18 propiedades para aumentar la presión sobre el gobierno de ese estado, con el objetivo de acelerar las expropiaciones de tierras no productivas.
Joao Pedro Stédile, dirigente nacional del MST, advirtió hace más de un mes que "el tiempo está corriendo contra el gobierno (que asumió en enero pasado). Tiene sólo dos o tres meses más".
Tradicional aliado del izquierdista Partido de los Trabajadores del presidente Lula, el MST ha incrementado las presiones sobre las autoridades.
Así, acaba de instalar el mayor campamento de su historia en el oeste de Sao Paulo, donde prevé acoger a 20 mil personas hasta agosto, y este lunes en Minas Gerais casi 600 sin tierra ocuparon una finca en Capitao Eneas; según datos oficiales, este inmueble es productivo y por tanto no está sujeto a expropiación, pero los ocupantes aseguran que está "abandonado".
El ambiente de tensión se reflejó también en las declaraciones del vicepresidente de la Federación de Agricultura de Minas Gerais, Alexandre Miranda Viana, quien advirtió que la "tolerancia" de los hacendados ante las ocupaciones "se está agotando", por lo que, agregó, "tendremos que recurrir a represalias".
La asesoría de prensa de la presidencia informó hoy que Lula y el ministro de Desarrollo Agrario, Miguel Rossetto, recibirán a los representantes del MST el 7 de julio. Además, el mandatario ordenó hoy a sus dos principales asesores -el ministro jefe del gabinete civil, José Dirceu, y el secretario general de la presidencia, Luiz Dulci- intensificar sus contactos con los líderes de los trabajadores rurales, para analizar sus demandas.
Según la Comisión Pastoral de la Tierra, vinculada a la Iglesia católica, el número de invasiones registrado en el primer trimestre de 2003 aumentó 42.3 por ciento, frente a igual periodo el año pasado.
Motín carcelario deja 13 muertos
Por otra parte, una rebelión de más de 12 horas en una cárcel de Manaos -norte del país- dejó saldo de 13 muertos, confirmó la Secretaría de Justicia del estado de Amazonas.
Cerca de 80 detenidos en la prisión de Puraquequara se amotinaron el domingo por la tarde durante el horario de visitas -tomando como rehenes a un grupo de mujeres, niños y guardias- para exigir la renuncia del actual director y el retorno del anterior, expresó una portavoz.
Los agentes antimotines llegaron rápidamente al lugar para negociar y los rebeldes liberaron a los rehenes tras recibir la promesa de que el ex director retornaría, aseveró la fuente, citada por Afp. Los policías declararon luego haber ultimado a tres detenidos durante su intervención.
No obstante, "cuando el secretario de Seguridad, Carlos Celio Ferreiro Lauria, y la prensa entraron el lunes de madrugada en las celdas, contaron 13 muertos", añadió la misma fuente; en cambio, la funcionaria Marcia Regina dijo a Reuters que "las muertes ocurrieron entre los presos. La policía no entró en la cárcel".
Según la Iglesia católica, en las cárceles brasileñas sucede, en promedio, un motín cada 36 horas. La mayor matanza de la historia penitenciaria de Brasil -111 presos asesinados por más de 300 policías- ocurrió el 2 de octubre de 1992 en el complejo penitenciario de Carandirú, el mayor de América Latina, con casi 10 mil detenidos en la época.
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